Redacción Farmacosalud.com
¿En pleno año 2018… hay que pedir, por sistema, la prueba del antígeno prostático específico (PSA) en los hombres mayores de 50 años como método de detección precoz del cáncer de próstata? “Primero, afirmar que mueren más personas con cáncer de próstata que del cáncer de próstata; ahí está el dilema. Si buscamos cáncer de próstata, podemos estar haciendo pruebas y diagnosticando algún tumor prostático que no influirá en la vida del paciente, sometiendo a éste a pruebas innecesarias. Segundo, la respuesta es sí, si el paciente está informado de lo que conlleva realizar un análisis de sangre para su determinación (PSA). Actualmente, hablamos de un paciente informado cuando acepta aquellas decisiones que puedan derivarse de todo el proceso (más pruebas como una biopsia de próstata, RMN, etc), lo que incluye, en caso de diagnóstico de un cáncer prostático, tomar la decisión más adecuada: no hacer nada, operar, radioterapia, etc., según el tipo de tumor, edad y otros problemas médicos que tenga asociados el paciente”, sostiene el profesor y doctor Joan Palou, experto en Urología Oncológica, director del Servicio de Urología de la Fundación Puigvert (Barcelona), y director de la Escuela Europea de Urología.
“En los últimos años, a raíz de las afirmaciones de US Preventive Services Task Force, se desaconsejó” la aplicación de la prueba de PSA, “pero lo que se vio, después de años de uso del PSA y antes de este consejo, es que había disminuido la mortalidad en Estados Unidos por cáncer de próstata (verdadera utilidad del ‘screening’ en cáncer) y que, después de seguir las recomendaciones, había aumentado la proporción de casos de cáncer de próstata en estadio más avanzado, es decir, con menores posibilidades de curarlo”.
La edad del enfermo, un factor muy determinante
El análisis en cuestión -PSA- mide la concentración del antígeno prostático específico (que es una proteína) en la sangre de un hombre. La prueba en sí no es invasiva ni problemática, dado que se trata de una simple muestra sanguínea que se envía a un laboratorio para su examen. “El test es simple, pero puede desencadenar una serie de pruebas destinadas a aclarar por qué el PSA está alterado”, enfatiza Palou.
El problema, pues, estaría en lo que puede venir tras ese análisis: el PSA está, por norma general, elevado en la mayoría de pacientes de cáncer de próstata, pero hay casos en que, a pesar de haber un tumor prostático maligno, el nivel de esta proteína es normal, y la enfermedad no se detecta. Y, por si esto fuera poco, hay otras patologías prostáticas benignas (hiperplasia benigna de próstata) que también elevan el PSA. Por tanto, para salir de dudas, hay que recurrir a exámenes complementarios para saber realmente si se ha declarado un cáncer de próstata. Existe el tacto rectal -palpar la próstata en busca de masas tumorales- y la biopsia, que puede causar efectos secundarios como las infecciones urinarias.
Para el profesor, los beneficios de esos exámenes complementarios -tacto rectal y biopsia- superan los riesgos: “No tiene sentido diagnosticar y hacer muchas pruebas a un paciente de 80 años para diagnosticar un cáncer de próstata, ya que los más probable es que muera de otra causa, antes que de su cáncer. En cambio, en una persona de 50 años, debemos actuar de forma diagnóstica, ya que si tiene un tumor prostático, la probabilidad de morir por ello, sin tratamiento, es mucho más alta… se trata de una persona que va a vivir de promedio unos 30 años. En definitiva, hay que encontrar un término medio: no tratar al que no lo necesita, aun teniendo cáncer de próstata (se evitan así las complicaciones del propio tratamiento) y tratar al que realmente tiene posibilidades de que la terapia le resulte beneficiosa”.
Por lo que respecta a los menores de 50 años de edad, se recomienda o está indicado pedir la prueba del PSA en los casos de mayor riesgo, cuyo perfil está constituido por aquellos hombres que tienen familiares con cáncer de próstata. Así, en estos supuestos, se aconseja realizar una primera determinación a los 40 años.
¿Los avances diagnósticos jubilarán al PSA?
Hoy en día, los avances diagnósticos en el ámbito del tumor prostático son evidentes. Por ejemplo:
a) se ha creado un sistema de bajo coste para el diagnóstico no invasivo de cáncer de próstata y vejiga: se trata de unas lenguas electrónicas basadas en electrodos metálicos que permiten detectar de forma rápida y sencilla estas patologías a partir de una muestra de orina.[1] A este respecto, el director del Servicio de Urología de la Fundación Puigvert comenta que “se está trabajando con diferentes tecnologías para facilitar y abaratar el proceso diagnóstico. Esta nueva tecnología puede en un futuro facilitarlo, pero está en desarrollo”.
b) se ha desarrollado una técnica pionera para las biopsias de próstata que, integrando resonancia y ecografía (RMN-ECO), reduce las complicaciones asociadas a dicho procedimiento.[2] “Este procedimiento -argumenta Palou- se llama biopsia por fusión, es decir, fusionamos la imagen que nos ofrece la RMN de la próstata, técnica que nos define mejor dónde puede estar localizado el problema dentro de la próstata. Así, realizamos la biopsia de forma más selectiva, y no tenemos que tomar tantas muestras. Aun así, los últimos estudios, y nuestra experiencia, nos demuestran que de momento este método debe evolucionar más… aunque tomamos las biopsias selectivas que nos enseña el ‘mapa de la RMN’, debemos tomar biopsias del resto de la próstata, porque el método aún debe mejorar”.
c) Se ha llegado a la conclusión de que la combinación del PET-11C-Colina y la Resonancia Magnética Multiparamétrica aporta una alta fiabilidad en el diagnóstico del cáncer de próstata.[3] Según el facultativo, “la fusión de las dos técnicas aporta mayor precisión e identificación de lesiones dentro de la próstata. Se trata de un estudio en 21 pacientes que aporta mayor información de la situación del problema prostático, con un aumento de coste importante en el diagnóstico. Se deberá validar la utilidad real en la práctica clínica diaria en cuanto a la decisión del mejor tratamiento a elegir para el paciente”.
A criterio del doctor Palou, todos estos métodos aún no tienen la suficiente envergadura clínica como para ‘jubilar’, pronto o algún día, al test PSA: “El PSA es el más barato, aunque no es el mejor marcador tumoral existente, comparado con otros tumores del organismo. Como test orientativo, de momento se mantiene en una situación ‘alta en el podio’ en el ámbito del diagnóstico y manejo del cáncer de próstata”.
Por cierto, los perros son capaces de notar en la orina de 9 de cada 10 pacientes de cáncer prostático la presencia del tumor.[4] ¿Sería descabellado pensar en la posibilidad de que, a la espera de que la ciencia capte el `truco` olfativo de estos animales y se diseñe una prueba diagnóstica a gran escala no invasiva (prueba tecnológica, claro está), los perros sean utilizados en consulta para evitar la realización de biopsias innecesarias? Palou contesta con una cita literaria: “‘Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras’. Aún queda camino por recorrer, pero ahí está la evolución. El futuro está en la nanotecnología y chips que faciliten, con una alta sensibilidad y especificidad, todos estos procedimientos”.
Referencias
1. Noticia www.farmacosalud.com ‘Creadas una lenguas electrónicas para detectar cáncer de próstata y de vejiga’ http://farmacosalud.com/creadas-una-lenguas-electronicas-para-detectar-cancer-de-prostata-y-de-vejiga/
2. Noticia www.farmacosalud.com ‘RMN-ECO, nueva técnica para las biopsias en cáncer de próstata’ http://farmacosalud.com/rmn-eco-nueva-tecnica-para-las-biopsias-en-cancer-de-prostata/
3. Noticia www.farmacosalud.com ‘Combinar PET y Resonancia Magnética: más precisión en cáncer de próstata’ http://farmacosalud.com/combinar-pet-y-resonancia-magnetica-aporta-mas-precision-en-cancer-de-prostata/
4. Noticia www.farmacosalud.com ‘El olfato canino, prácticamente infalible a la hora de detectar un cáncer de próstata’. http://farmacosalud.com/el-olfato-canino-practicamente-infalible-la-hora-de-detectar-un-cancer-de-prostata/