Redacción Farmacosalud.com
De acuerdo con el Dr. Javier Aller, endocrinólogo del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Majadahonda, Madrid), el retratamiento con lutecio-177 (Lu177) DOTA-TATE “parece” aportar beneficios significativos frente a los tumores neuroendocrinos (TNEs).
Si bien el uso de Lu177 DOTA-TATE (LUTATHERA®) ha demostrado tener utilidad como terapia en el ámbito de los tumores neuroendocrinos, también es preciso determinar si tiene sentido dar “más de las 4 dosis estándar” previstas de este tratamiento, sostiene el Dr. Aller. En relación a esta cuestión -prosigue el facultativo-, por ahora se sabe que las series de pacientes tratados con radionúclidos revelan que “la relación entre la dosis recibida y la respuesta obtenida es lineal”, es decir, que cuanta más dosis absorbe un tumor, “más posibilidades hay de que se produzca una respuesta”.
Según el Dr. Aller, el retratamiento con Lu177 DOTA-TATE “es una práctica empleada habitualmente” en centros europeos de elevado volumen, disponiéndose, a día de hoy, de datos de casi 400 pacientes sometidos a dicha estrategia terapéutica. “Parece que este retratamiento consigue beneficios significativos”, argumenta el experto, ya que, sin ir más lejos, se han conseguido respuestas radiológicas en entre el 5 y el 20% de los pacientes. Se ha observado, asimismo, una supervivencia libre de progresión de la enfermedad que, si bien es variable, en muchas series se sitúa entre los 15 y los 20 meses. Y, a pesar de que la toxicidad sea ligeramente superior con respecto a la observada en el tratamiento inicial, la toxicidad asociada al retratamiento “no es muy significativa”, afirma el endocrinólogo. El volumen tumoral, el grado histológico y, sobre todo, el beneficio logrado después del primer escalón terapéutico son factores clave que permiten predecir qué pacientes se van a “beneficiar más o menos del retratamiento” con Lu177 DOTA-TATE, algo que, a su vez, posibilita afinar en la selección de las personas candidatas a someterse a este procedimiento, señala. Y, de cara al futuro, los nuevos estudios que se realicen permitirán concretar “en qué dosis nos tendremos que parar o hasta dónde tendremos que seguir”, aduce Aller.
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