Redacción Farmacosalud.com
España adolece en la actualidad de “un cierto déficit de cardiólogos”, advierte el Dr. Luis Rodríguez Padial, nuevo presidente de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), quien también destaca el hecho de que haya “hospitales comarcales a los que les cueste conseguir” facultativos de esta especialidad para sus plantillas. Una de las soluciones que se están barajando para atajar el problema pasa por ofrecer remuneraciones más altas a aquellos médicos que desarrollen su labor en los centros hospitalarios más pequeños.
De ello se ha hablado en el reciente Congreso de la SEC, en el que también se ha debatido acerca del elevado índice de pacientes de alto riesgo cardiovascular que no tienen el colesterol ‘malo’ controlado a pesar de la constante aparición de medicamentos que reducen muy eficazmente los niveles de colesterolemia. A este respecto, Rodríguez Padial entona un cierto mea culpa, por cuanto que los cardiólogos “deberíamos utilizar moléculas más potentes en esos enfermos”. No obstante -puntualiza-, si bien “los médicos somos muy responsables, no somos los únicos responsables, ya que, en ocasiones, también te encuentras con que la Administración plantea una cierta resistencia a la hora de utilizar determinados fármacos”.
-Su nombramiento como nuevo presidente de SEC ha tenido lugar en el Congreso SEC23 de la Salud Cardiovascular, celebrado unos días atrás en Málaga. ¿Si tuviera que escoger un avance conocido durante esta reunión, cuál escogería?
Aunque ya lo sabíamos desde hace unos meses, se han dado a conocer unos estudios en los que se indica que unos determinados fármacos -los iSGLT2- son útiles para la insuficiencia cardíaca con fracción de eyección preservada, alteración para la que hasta ahora no teníamos ninguna aportación terapéutica. También se han presentado nuevos medicamentos para el colesterol; han surgido varios y pueden cambiar, de alguna manera, la aproximación que hacemos para este tipo de pacientes, que son numerosos. Y luego, en lo que es el ámbito de la miocardiopatía hipertrófica, han aparecido terapias que van a ser muy relevantes, como mavacamten, que lo que hace es disminuir la contractilidad del miocardio. En aquellas miocardiopatías en las que incluso llega a producirse obstrucción en el flujo de la sangre, la verdad es que estos tratamientos dan muy buenos resultados.
-En esta cita congresual se han dado a conocer los datos de la encuesta SEC-Analiza, según la cual España cuenta actualmente con 3.005 cardiólogos en activo, lo que supone una media de 6,3 especialistas en cardiología por cada 100.000 habitantes.
Yo creo que toda esta información es muy útil porque, hasta ahora, había algunas encuestas que incluso sugerían que sobraban cardiólogos. Hemos hecho un sondeo entre todos nuestros socios -compañeros que se dedican a las enfermedades del corazón tanto en la sanidad pública como en la privada- y hemos obtenido unos datos muy relevantes, porque, en realidad, ahora mismo hay un cierto déficit de cardiólogos. Es evidente que hoy en día se está registrando una jubilación masiva de profesionales por el efecto del baby boom, y, si bien se espera que en unos años se alcance un equilibrio demográfico en nuestra especialidad, en la actualidad no sobran cardiólogos, sino todo lo contrario.
Aparte de la cifra de profesionales apuntada en el enunciado de la pregunta, está claro que los números varían según las comunidades autónomas (CCAA). Las hay como Madrid y Cataluña que, comparativamente hablando, presentan un mayor número de cardiólogos. En cifras absolutas o totales, es lógico que las CCAA con mayor población tengan más profesionales… yo, a lo que me refiero, es que hay territorios en los que, desde un punto de vista proporcional, hay más cardiólogos que en otros. Las CCAA con más presencia de estos facultativos son destinos que, bajo el prisma de lo que son criterios puramente profesionales, quizás sean más atractivos.
Asimismo, en la encuesta se ha analizado, tras conversar con cardiólogos jóvenes, el problema que padecen los hospitales ‘pequeños’ a la hora de reclutar expertos en cardiología y otros especialistas. Claro, el médico que termina la formación quiere quedarse en centros hospitalarios más grandes, de ahí que haya hospitales comarcales a los que les cueste conseguir facultativos para sus plantillas. Con todo, se apuntan una serie de soluciones para este problema de personal, como por ejemplo hacer más atractivas las plazas en los centros más pequeños (ofrecer remuneraciones más altas, trabajar regularmente en un hospital grande y cada cierto tiempo prestar servicios en hospitales comarcales, establecer puestos rotatorios, etc.)
-Uno de los temas más debatidos del Congreso ha girado en torno a la colesterolemia, aspecto que usted ya ha mencionado anteriormente. Así, se ha sabido que entre el 60-70% de los pacientes de alto riesgo cardiovascular no tienen el colesterol ‘malo’ controlado (c-LDL). Y eso que cada vez hay más moléculas que ayudan a disminuir con mayor eficacia el c-LDL…
Efectivamente. Los altos índices de colesterol mal controlado obedecen a un cúmulo de factores. Primero: muy probablemente los médicos no nos esforzamos todo lo que deberíamos, porque vas y miras, y entonces ves que las moléculas más potentes no se están utilizando en un elevado porcentaje de pacientes, en los de mayor riesgo. Deberíamos utilizar moléculas más potentes en esos enfermos. Ahora ha salido el fármaco inclisirán, que se administra cada 6 meses para los individuos de mayor riesgo cardiovascular. No obstante, el porcentaje de uso de todos esos tratamientos es bajo.
La verdad es que el tema es complejo, porque cuando miras los datos te das cuenta de que la situación de España es muy parecida a la registrada en el resto de Europa. Por otro lado, a veces también nos encontramos con una resistencia de los pacientes a tomar determinados medicamentos, como por ejemplo las estatinas, que son fármacos magníficos -capaces de disminuir los infartos y la mortalidad-, pero que tienen la mala fama de causar dolores musculares. Sin embargo, en los estudios realizados, el porcentaje de casos en los que aparecen dolores musculares es el mismo con independencia de que se tomen o no estatinas. Bien es cierto que hay algunos enfermos que no toleran las estatinas, pero cuando analizas todo el panorama desde un punto de vista global, a menudo se atribuye a estos medicamentos un malestar muscular porque sí, sin que realmente haya una causa-efecto demostrada.
Es un tema complicado… los médicos somos muy responsables, pero no somos los únicos responsables, ya que, en ocasiones, también te encuentras con que la Administración plantea una cierta resistencia a la hora de utilizar determinados fármacos. En fin, está claro que hace falta una reflexión seria entre todos si lo que queremos es que no siga dándose esa situación, es decir, si queremos evitar que la mayoría de los pacientes con colesterol alto sigan estando inadecuadamente controlados.
-Se comenta que una siesta corta de 30 minutos al día se asocia a un menor riesgo de fibrilación auricular, que es la arritmia cardíaca más frecuente en la población. ¿Las personas más estresadas deberían hacer ese tipo de descansos?
Hombre, sería lo recomendable. De entrada, deberían procurar evitar el estrés, porque, si bien el estrés está por ahí fuera, si uno es capaz de controlarlo mediante la actitud y con ello evita que tenga un importante efecto sobre el corazón, pues mejor. También hay que aprender a relajarse, y una de las formas de hacerlo es, evidentemente, dormir la siesta. Si no son 30 minutos, pues lo que se pueda. Se trata de relajarse un poquito, aunque sean 15-20 minutos. Asimismo, es importante dormir bien por la noche, descansar un mínimo de horas en proporción a la edad que uno tenga. También cobra una enorme relevancia el hecho de detectar a tiempo si se sufren apneas del sueño, dado que esta es una alteración que se relaciona mucho con la hipertensión y las arritmias.
-Usted se ha propuesto mejorar la relación de la SEC con las autoridades sanitarias, tanto centrales como autonómicas. De hecho, ya existe un proyecto para colaborar con el Ministerio de Sanidad en la aplicación de la Estrategia en Salud Cardiovascular del Sistema Nacional de Salud (ESCAV) a nivel nacional. ¿En qué momento se encuentra dicha colaboración?
Pues ya se está poniendo en marcha la estrategia con la participación de una inmensa mayoría de cardiólogos. La SEC, a través de sus socios, ya ha tomado parte, aunque no de manera institucional, en la elaboración de dicho plan. Ahora, en lo relativo a la aplicación de la estrategia, ya estamos trabajando para firmar un acuerdo y empezar las reuniones. Nuestra Sociedad quiere promover una cardiología de calidad y al mismo tiempo evidenciar ante el Ministerio que somos unos compañeros de viaje fiables.
-La nueva junta directiva también se ha propuesto promocionar el conocimiento, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares en las mujeres. ¿En el ámbito de la atención a las patologías del corazón también hay disfunciones de género? ¿Por ejemplo, los diseños de algunos tratamientos están basados únicamente en los resultados obtenidos en población masculina?
Si bien esta tendencia ya está cambiando, la verdad es que hasta el momento la mayoría de los pacientes que se incluían en los estudios eran varones. Y no era porque se tuviera nada en contra de la población femenina, sino porque, en alguna ocasión, ha habido causas de fuerza mayor. Ahí está el caso de la talidomida, que se usaba unos años atrás en mujeres embarazadas y que generó malformaciones congénitas a los bebés, lo que condujo a las autoridades sanitarias a descartar la inclusión de embarazadas en los ensayos.
Ello explica en parte esta mayor presencia masculina. Sea como fuere, hoy en día el panorama ya no es el mismo: hace un tiempo ya había un 30% de mujeres en los estudios, y ahora ya se ven ensayos con un porcentaje del 50% de esta población. De modo que ya vamos teniendo información que nos permite analizar qué diferencias se registran, por sexos, en cuanto a las respuestas a los fármacos. A pesar de que hombres y mujeres fisiológicamente somos parecidos, también es cierto que hay una serie de significativas diferencias que conviene conocer para verificar el comportamiento de un medicamento según el género del paciente. Se trata de personalizar al máximo las terapias administradas y profundizar en el conocimiento de las especificidades de la población femenina con el fin de aplicar el mejor tratamiento posible.
Vamos a hacer una reunión anual de Mujeres y Corazón en la que se van a revisar todos esos aspectos, y, además, ya se están poniendo en marcha estudios dirigidos a mejorar el conocimiento de la afectación de las patologías cardiovasculares en la población femenina.