Redacción Farmacosalud.com
Perder un poco de sangre para ganar pelo. Ni más, ni menos. Las inyecciones de factores de crecimiento derivados de plaquetas, o PRP, es una nueva técnica que, a partir de la centrifugación de una cantidad de sangre extraída previamente al paciente, combate eficazmente la alopecia en un buen número de casos. Según la doctora Agustina Segurado, jefa de la Sección de Dermatología del Hospital del Sureste (Arganda del Rey, en Madrid) y directora médica de Sclinic dermatología-estética y salud, “hasta un 76% de los pacientes experimentaron algún tipo de mejoría, principalmente en la calidad-grosor del pelo. Un 58% declararon haber notado que la caída del pelo se había detenido y hasta un 30% refirieron crecimiento de cabello nuevo y mayor densidad (capilar)”. “Observamos que se necesitan 5-8 sesiones para alcanzar estos resultados”, precisa Segurado. El tratamiento a base de derivados de plaquetas cuesta entre 150 y 200 euros por sesión, siendo necesarias de 5 a 6 sesiones para observar los primeros resultados. Posteriormente, pueden ser necesarias de 2 a 3 sesiones anuales para mantener los efectos conseguidos. O sea, en el mejor de los casos serían unos 750 euros en el primer año de aplicación.
Así las cosas, este procedimiento regenerativo puede convertirse en un método capaz de hacer ‘rebrotar’ el cabello ya perdido, dado que “existen evidencias científicas que demuestran que los factores de crecimiento derivados de plaquetas actúan sobre las células madre presentes en el folículo piloso estimulando el desarrollo de nuevos folículos”, explica la doctora a www.farmacosalud.com. Además, la técnica “mejora la vascularización de la zona” a tratar “y prolonga la vida del pelo”, agrega.
Escasos efectos secundarios
La terapia a base de inyecciones de factores de crecimiento derivados de plaquetas (PRP) consta de varios pasos: en primer lugar, se extraen 20 cc de sangre del paciente. Acto seguido, esa cantidad se centrifuga para separar la sangre en 3 fracciones distintas, conteniendo una de ellas el plasma rico en plaquetas que se procesa para su utilización. Finalmente, los factores de crecimiento obtenidos se aplican mediante microinyecciones -distanciadas en 1 cm- directamente en el área donde se observa afinamiento y pérdida de cabello. “La técnica tiene escasos efectos secundarios (si acaso cierto dolor con la inyección y eritema de la zona una vez terminado el tratamiento), ya que los factores de crecimiento son autólogos, es decir, se extraen de la sangre del propio paciente, constituyendo de este modo un tratamiento personalizado que minimiza el riesgo de infecciones o reacciones alérgicas”, señala la dermatóloga. Según la experta, “son contraindicaciones a valorar a la hora de realizar este tratamiento el embarazo y lactancia, la toma de anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios, un recuento bajo de plaquetas, y también si existe fiebre o infección activa y si existe alguna enfermedad autoinmune o algún tratamiento inmunosupresor”.
Los beneficios de PRP han sido recogidos en un estudio del Hospital Universitario del Sureste que se centró en 17 mujeres con diagnóstico de alopecia androgenética, con edades comprendidas entre los 20 y 79 años (media de 55). Con todo, la técnica también se ha demostrado útil en hombres con problemas de caída de cabello, como lo demuestra el hecho de que “la mayoría de los estudios publicados en revistas científicas están hechos en varones”, observa Segurado. A modo de complemento del tratamiento, la doctora recomienda “adoptar una dieta rica en vitaminas como la vitamina E, las del grupo B o la biotina (cerveza, cereales, soja, huevo, arroz) y minerales como el hierro, zinc, azufre… además de reducir los alimentos grasos, controlar el estrés y dormir al menos 7-8 horas al día.
Se dobla el número de mayores de 70 años que se tratan la calvicie
En el ‘30 Congreso Nacional de Medicina Estética (SEME)’, celebrado recientemente, se puso de manifiesto que se ha doblado el número de personas mayores de 70 años que se tratan la calvicie. A este respecto, la dermatóloga opina que “estamos en una sociedad donde la imagen constituye uno de los aspectos más valorados en el individuo. Tener una buena imagen ‘abre muchas puertas’ y, en este sentido, conservar un buen cabello es síntoma de belleza y de juventud”.
Por su parte, la doctora Nazaret Romero, miembro de la Junta de la SEME, explica que “hasta ahora las personas más preocupadas por la alopecia eran los hombres y mujeres de entre 40 y 50 años. Sin embargo, en los dos últimos años y según la encuestas periódicas que realizamos a los socios de la SEME, están aumentando casi en un 100% las visitas de personas mayores de 70 años”. “Estos pacientes, que hasta ahora acudían a las clínicas de Medicina Estética para hacerse tratamientos faciales o corporales, han visto en el tratamiento de la calvicie un elemento importante de su bienestar. Hoy en día para nada una mujer o hombre de 70 años se siente mayor, y valora su imagen como expresión de salud y bienestar. Además, actualmente los tratamientos contra la alopecia son muy efectivos para solucionarla o mitigarla”, dice Romero, de acuerdo con un comunicado de SEME.