Redacción Farmacosalud.com
GE Healthcare ha reunido a expertos en diagnóstico por imagen con objeto de analizar las ventajas y desafíos que representa la directiva Euratom, de diciembre de 2013, por la que se establecen normas de seguridad básicas para la protección contra los peligros derivados de la exposición a radiaciones ionizantes, y que es de aplicación desde el 6 de febrero, fecha límite de trasposición al marco normativo español. Los especialistas participantes en el debate han coincidido al afirmar que la directiva incide especialmente en la necesidad de justificar las pruebas radiológicas y optimizar las dosis de radiación en los procedimientos; en la actitud proactiva de los médicos prescriptores de pruebas por imagen, y en la adecuada información que deben recibir los pacientes en relación con sus diagnósticos y tratamientos.
Con respecto a la dosis, la presidenta de la Sociedad Española de Física Médica (SEFM), la doctora María Luisa Chapel, asegura que la nueva normativa pretende mejorar la seguridad radiológica en el uso médico de las radiaciones ionizantes estableciendo requisitos más estrictos en cuanto a la información que debe proporcionarse a los usuarios, el registro de las dosis en los procedimientos, el uso de niveles de referencia para diagnóstico, y la implicación directa de los radiofísicos en los procedimientos con radiaciones. La presidenta de la SEFM ha hecho énfasis en la necesidad de la justificación y optimización de las pruebas radiológicas con radiaciones, que ya se detallaba en los decretos de calidad que datan de finales de los años 90. En línea con la filosofía ALARA, impulsada por el Comité Internacional de Protección Radiológica (ICRP), hace casi un siglo, y según la cual “las dosis de las radiaciones ionizantes deben ser tan bajas como razonablemente sea posible para el diagnóstico”.
Evitar la ‘radiofobia’
La responsable de asuntos profesionales de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), la doctora Gloria Gómez Mardones, afirma que no es objetivo de la nueva legislación alarmar a los pacientes, sino “informarles de la radiación que reciben y de si es elevada por razones de su evolución patológica o de la situación clínica que atraviesan”. En ese sentido, aconseja a los profesionales sanitarios que utilizan tecnologías de imagen que informen de manera adecuada a los usuarios, y a sus padres en la población pediátrica, con el objetivo de evitar la ‘radiofobia’”.
La doctora Gómez Mardones, que también es jefa de Radiología del Hospital Pediátrico Niño Jesús, añade que siempre deben justificarse las pruebas valorando el beneficios sobre el riesgo y que la nueva directiva impulsará la comparación positiva de los niveles de dosis que servirán para su propia referencia, con el fin de mejorarlos continuamente, y para compararse entre los servicios radiológicos de distintos hospitales. Asimismo, “ayudará a disponer de protocolos consensuados entre los distintos profesionales sanitarios, con el objetivo de conseguir el mejor equilibrio entre la dosis aplicada y la imagen obtenida en cada prueba, o, lo que es lo mismo, la justificación y optimización de los mismos”.
Nuevos reales decretos
En relación con la transposición de la directiva, la doctora Chapel, ha adelantado que la directiva europea se va a plasmar a través de distintos reales decretos que se conocerán, probablemente, a partir del primer trimestre de 2018. En ese sentido, el jefe de Radiología del Hospital San Francisco de Asís, el doctor Eduardo Fraile, explica que la tardanza en dicha transposición se verá compensada por la mejora que supondrá el nuevo marco normativo para la optimización de la asistencia clínica, “con la garantía de que se harán menos exploraciones innecesarias, y las que se realicen, será con mayor seguridad para los pacientes”. En similares términos se expresa el jefe del servicio de Física Médica de HM Hospitales, el doctor Pedro Fernández Letón, quien se ha mostrado confiado en que la parte sanitaria de la directiva será la primera que se recoja en un real decreto, de forma que “España será uno de los países más adelantados en adoptar la normativa comunitaria, en línea con Suecia y Reino Unido”.
Para el técnico especialista en Radiodiagnóstico del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza, Luis Rincón, “es necesario seguir criterios homogéneos para lograr el equilibrio entre el beneficio de las pruebas de imagen y el posible riesgo que implican las radiaciones ionizantes”. De igual modo, Rincón apunta que la formación académica de los técnicos debería ser incrementada para hacerla converger con los estándares europeos. Finalmente, el responsable asistencial y de docencia del Departamento de Diagnóstico por la Imagen del Hospital Pediátrico Sant Joan de Déu de Esplugues (en Barcelona), el doctor Ignasi Barber, también ha insistido “en la importancia de formar a los médicos peticionarios de pruebas de imagen en relación con la dosis de las radiaciones ionizantes”.