Mercedes Ricote Belinchon
Especialista en MFyC
Miembro del GT de Digestivo de SEMERGEN
Ninguna función corporal es más variable y está más sujeta a las influencias externas que la defecación. Los hábitos intestinales varían considerablemente de unas personas a otras y están afectados por la edad, la fisiología, la dieta y las influencias sociales y culturales.
El estreñimiento es un síntoma subjetivo, no una enfermedad, que está influido por factores culturales, psicológicos y dietéticos. Hablamos de estreñimiento cuando hay menos de tres deposiciones semanales, siendo las heces escasas, duras y secas, que se asocian a falta de deseo o necesidad de defecar.
El estreñimiento afecta al 12-20% de la población española. Es más frecuente en mujeres (2/1), en ancianos y en personas con estilo de vida sedentario. Y es una causa frecuente de consulta en Atención Primaria y en la Farmacia Comunitaria y de automedicación de muchos pacientes.
En el estreñimiento debemos de diferenciar, según el tiempo de evolución, entre el agudo u ocasional que suele producirse en algunas personas cuando van de viaje y modifican sus hábitos de vida. Y el estreñimiento crónico donde los síntomas llevan más de 3 meses. En la mayoría de los casos no tiene una causa orgánica subyacente, aunque el estreñimiento crónico puede asociarse a enfermedades como la Diabetes Mellitus, el Parkinson…. y la toma de algunos medicamentos como antidepresivos, antiácidos, antihipertensivos….
Solo hablaremos de estreñimiento crónico funcional cuando además cumple los criterios de Roma III: la presencia durante los últimos 3 meses de 2 o más de los siguientes síntomas en el 25% o más de las deposiciones: esfuerzo defecatorio, deposiciones duras o caprinas, sensación de evacuación incompleta, obstrucción defecatoria, maniobras manuales para la defecación. En pacientes con menos de 3 deposiciones/semana, estos síntomas deben haber comenzado un mínimo de 6 meses antes del diagnóstico, no existir diarrea si no es tras la toma de laxantes y no cumplirse criterios de Síndrome de Intestino Irritable.
Se han realizado muchas encuestas y estudios en la población general para saber cuándo nos consideramos estreñidos. En un estudio realizado en pacientes mayores de 55 años, el 79% de los encuestados creía que era necesario realizar una deposición diaria, y este porcentaje se incrementaba hasta el 90% cuando se les preguntaba si creían que la regularidad era necesaria para gozar de una buena salud.
Como vemos, el concepto que médico y paciente tienen del estreñimiento no siempre coincide; muchas personas creen erróneamente que una deposición diaria es imprescindible y se quejan de estreñimiento si la frecuencia de las deposiciones es inferior a la que esperan e incluso abusan de los laxantes, supositorios o enemas para conseguir ese ritmo deposicional. Otras se preocupan por el aspecto (cantidad, forma, color) o la consistencia de las heces, aunque a veces la queja principal es el descontento por una defecación incompleta.
Otro problema asociado al estreñimiento es que en muchas ocasiones se ha considerado como un síntoma menor o banal tanto por los médicos como por los pacientes; pero la realidad es que la repercusión personal, sanitaria y social del estreñimiento es muy importante.
En un estudio realizado en la población general de Madrid sobre la prevalencia y el impacto sobre la calidad de vida de las enfermedades más frecuentes, el estreñimiento ocupó la decimotercera posición en general, pero si valoramos sólo a las mujeres subió a la novena, precedido por enfermedades como la artrosis/artritis, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia, las alergias o la depresión.
El impacto en la calidad de vida del estreñimiento fue mayor a todas las enfermedades que le precedían en prevalencia, salvo la depresión, las enfermedades cardiacas y las cataratas. El síntoma que más molesta a los pacientes estreñidos no fue la disminución de la frecuencia defecatoria, sino el esfuerzo excesivo, el gas, las heces duras o las molestias abdominales acompañantes.
Cuando se les preguntó sobre la repercusión del estreñimiento crónico en las actividades cotidianas de estos pacientes: el 69% consideraba que afectaba a su rendimiento escolar o laboral, siendo una causa de absentismo en los casos graves con una media de pérdida de días de actividad de 2,4/mes y disminución de la productividad, llegando a afectar a las actividades de la vida diaria.
Y comparando a estos pacientes con la población general, vemos que además del absentismo, también es mayor en los pacientes estreñidos el ‘presentismo’, la alteración del desempeño laboral y de las actividades de la vida diaria. Todo ello aumenta el gasto sanitario asociado al estreñimiento crónico.
Por esto debemos de tomar una actitud activa en el diagnóstico y tratamiento del estreñimiento crónico en la población. Educando a la población y estableciendo que una frecuencia deposicional normal se encuentra entre tres deposiciones/día como máximo y tres semanales como mínimo. Enseñando que la ingesta de fruta dos o más veces al día, comer legumbres dos o más veces a la semana, beber más de cuatro vasos de agua al día y practicar deporte con regularidad puede ayudarnos a evitar el estreñimiento. Pero en un número importante de pacientes será necesario además un tratamiento farmacológico, por lo que deben de acudir a consultar con su médico.