Redacción Farmacosalud.com
“Nuestra preocupación se sitúa actualmente en el ruido intenso originado en el ámbito de las actividades de ocio, sobre todo porque afecta a personas muy jóvenes… y una pérdida auditiva debida al ruido no es recuperable ni con fármacos ni con cirugía. Cada vez son más los conciertos y exhibiciones musicales que atraen a un número mayor de chicos y chicas que se ven sometidos a intensidades sonoras claramente lesivas para las delicadas células ciliadas del oído interno”, destaca el Dr. Serafín Sánchez, nuevo presidente de la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC).
Sánchez, cuyo nombramiento como máximo representante de la SEORL-CCC ha tenido lugar en el marco del 75º Congreso Nacional de esta organización científica, evento celebrado hace unos días en Málaga, se ha propuesto lograr que, en su especialidad, haya un quinto año de formación de los médicos internos residentes (MIR). A su juicio, “es incomprensible” que Sanidad no haya reconocido la necesidad de que la formación especializada en Otorrinolaringología (ORL) tenga una duración de 5 años”, sobre todo porque “la ORL es una especialidad eminentemente quirúrgica que realiza un número muy superior de operaciones al de otras especialidades que también son quirúrgicas y cuyo período de formación MIR es de 5 años”.
-Usted quiere que la denominación oficial de la especialidad de ORL incluya por sistema la expresión ‘Cirugía de Cabeza y Cuello’, algo que su sociedad científica ya ha hecho para su propio nombre desde hace años [Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC)]. Y es que más de la mitad de las cirugías de cabeza y cuello las realizan otorrinolaringólogos cirujanos de eso, de cabeza y cuello…
Efectivamente, se trata de una reivindicación histórica que refleja el auténtico contenido quirúrgico de nuestra especialidad. Es una forma de visibilizar ante la comunidad médica y sanitaria y, también, ante la población general, que los otorrinolaringólogos y las otorrinolaringólogas que les realizan complejas exploraciones diagnósticas también son quienes les van a operar.
-Asimismo, se ha propuesto lograr que haya un quinto año de formación de los médicos internos residentes (MIR) en su especialidad, lo que califica igualmente de ‘reivindicación histórica’. ¿Por qué se está tardando tanto en sumar este año más de carácter formativo?
La verdad es que es incomprensible que el Ministerio de Sanidad no haya reconocido la necesidad de que la formación especializada en Otorrinolaringología tenga una duración de 5 años.
La ORL es una especialidad eminentemente quirúrgica que realiza un número muy superior de operaciones al de otras especialidades que también son quirúrgicas y cuyo período de formación MIR es de 5 años. Dentro de lo que es la cirugía, la Otorrinolaringología lleva a cabo múltiples técnicas en áreas de cabeza y cuello conectadas funcionalmente, pero que tienen características anatómicas tan diferentes como el oído, la nariz, los senos paranasales, la base del cráneo, la faringe, la laringe, el cuello, las glándulas salivales, tiroides, etc. Si, además, se añade la necesidad de aprender las técnicas diagnósticas que se requieren para intervenir en estas áreas y que no pueden ser realizadas por otras especialidades, como la audiología, la otoneurología, los procedimientos para la voz, deglución, olfato, las alteraciones obstructivas del sueño, las funciones respiratorias nasales, etc., es fácil comprender que hacer todo esto en 4 años sea insuficiente.
Si bien se hacen muchos esfuerzos desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello y desde los Servicios de ORL acreditados para la formación MIR para paliar estas deficiencias y poder ofrecer a la ciudadanía una calidad asistencial adecuada, extender el período formativo a 5 años permitiría situar a los especialistas que obtienen el título de ORL tras el MIR en condiciones de ser más resolutivos en los múltiples hospitales donde existe atención en ORL, y evitar con ello la derivación de pacientes a los centros con más experiencia.
-Usted, a nivel personal, ha trabajado para la creación de una Unidad de Atención al Paciente Traqueostomizado de carácter transversal para todas las especialidades del hospital en el que ejerce. Quizás mucha gente no sabe que los ‘otorrinos’ también intervienen en las traqueostomías (realización de un orificio que comunica la tráquea con el exterior e implica una modificación del tracto aéreo superior al proporcionar una entrada adicional de la vía respiratoria).
Precisamente son los otorrinolaringólogos y las otorrinolaringólogas quienes han manejado la inmensa mayoría de las traqueostomías que se practican en los hospitales desde el inicio de la Medicina. Históricamente, se llevaban a cabo en el contexto de los cánceres de laringe… y el conocimiento de esta circunstancia no trascendía más allá de las familias afectadas y de los propios Servicios de Otorrinolaringología.
Ha sido la mejora en el diagnóstico precoz de los cánceres de laringe, la introducción de medios quirúrgicos de última tecnología como la cirugía láser o la cirugía robótica, y la reducción del consumo de tabaco, lo que ha hecho reducir el número de personas portadoras de un traqueostoma por un tumor laríngeo.
Pero, al mismo tiempo, se ha incrementado el número de traqueostomías realizadas en las UCI (Unidades de Cuidados Intensivos) de los hospitales por motivos no oncológicos, y esto ha hecho que el ámbito de la necesidad de atención a los pacientes portadores de traqueostomas sea conocido por un número muy superior de profesionales sanitarios y de la población en general. Tal situación ha comportado que estos pacientes, que padecen enfermedades neurológicas, cardiológicas, abdominales, etc. continúen su atención hospitalaria en las plantas de las especialidades respectivas, donde el personal carece habitualmente de los conocimientos y las habilidades suficientes para -en lo que es el terreno de la traqueostomía- proporcionar una atención de calidad en forma de curas cotidianas, educación sanitaria, toma de decisiones sobre la propia continuidad de la traqueostomía, nuevos materiales que facilitan la respiración y la humidificación del aire respirado, etc.
-Los usuarios de audífonos se quejan del alto precio de estos aparatos, cuya función es la de mejorar la capacidad de escucha de las personas con problemas de audición. ¿Si bien hay ayudas públicas para adquirir tales dispositivos, cree que debería hacerse algo más desde la Administración?
Las distintas Administraciones deberían dedicar una mayor atención al mundo de la hipoacusia* en general. Las implicaciones de padecer una pérdida de audición no resuelta con algún tipo de ayuda auditiva superan a la propia capacidad de comunicarse con otras personas. En edades pediátricas, la hipoacusia sin ayuda auditiva impide que los niños afectados alcancen el desarrollo escolar de los compañeros que tienen una edad similar. Pero la hipoacusia sin ayuda auditiva en las personas adultas, sobre todo cuando tienen más de 60 años, les conduce al aislamiento social, a la pérdida de la autoestima, a la depresión y al deterioro cognitivo.
Los costes que debe soportar la Administración derivados de la necesidad de dar respuesta a todas estas otras necesidades provocadas por una hipoacusia no resuelta son superiores a los costes de afrontar decididamente la financiación para ayudas auditivas. Existen numerosos estudios muy rigurosos de coste-efectividad y de coste-utilidad que avalan los beneficios sociales, pero también económicos para el sistema sanitario y para la sociedad en general, de financiar este tipo de soportes para la audición. Entre estos apoyos hay que destacar los implantes cocleares. Son unos implantes que están plenamente asumidos en la edad pediátrica por su fabulosa capacidad de proporcionar audición, y cuyas prestaciones benefician a pacientes de diverses franjas etarias, desde recién nacidos con sordera hasta jóvenes que han perdido capacidades auditivas.
Pero donde los implantes cocleares están ofreciendo resultados admirables es entre las personas mayores de 60 y 70 años que padecen una hipoacusia incapacitante que un audífono ya no es capaz de compensar. Estos sujetos, si no sufren otro tipo de comorbilidades que contraindiquen la implantación coclear, una vez han recibido este tipo de dispositivo van a volver a salir de sus casas, a relacionarse con otras personas, a recuperar su autoestima, a sentirse útiles para su propia familia y para la sociedad, a dejar de utilizar fármacos para su depresión y a eludir los costes emocionales familiares y económicos que supone la atención dispensada a una persona con deterioro cognitivo.
*hipoacusia: pérdida de audición
-Su nombramiento como presidente de SEORL-CCC ha tenido lugar en el marco del 75º Congreso Nacional de esta organización científica, evento celebrado hace unos días en Málaga. ¿Le ha llamado la atención algún avance o novedad científica que se haya conocido en el transcurso de la reunión?
La amplitud que abarca una especialidad cuyos campos de actuación son tan numerosos hace que continuamente se produzcan innovaciones y avances relevantes en todas estas áreas, y siempre dentro de un escenario quirúrgico. En el último año se ha vivido la aprobación por parte del Ministerio de Sanidad de dos fármacos biológicos con anticuerpos monoclonales para el tratamiento de la rinosinusitis crónica con pólipos nasales, si bien su prescripción sólo puede ser efectuada tras la realización de dos cirugías previas que no hayan sido capaces de controlar la enfermedad.
En el último año hemos asistido también a la aplicación de tratamientos génicos en ensayos clínicos para la curación de determinadas afecciones que generan un tipo concreto de sordera, y eso se hace también a través de una intervención quirúrgica en el interior del oído. En este Congreso Nacional se han expuesto muchos resultados conseguidos con la utilización de la cirugía robótica en ORL, que es una especialidad que permitirá beneficiar en el futuro más inmediato a muchos pacientes con patologías en la faringe y en la laringe, quienes no necesitarán abordajes abiertos en el cuello para su tratamiento. Los implantes cocleares están conociendo una expansión imparable basada en los mejores diagnósticos audiológicos, en la mejora tecnológica de los dispositivos y en la mejor preparación de los cirujanos, pero también por el mayor conocimiento de su utilidad en las personas mayores en aras de mejorar de su calidad de vida y su integración en la sociedad.
-¿Cómo casa la Inteligencia Artificial (IA) con la Otorrinolaringología y la Cirugía de Cabeza y Cuello?
La formulación de esta pregunta es muy apropiada, puesto que ya no se trata de si la Inteligencia Artificial podría beneficiar de alguna manera a la Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello, sino de cómo ya lo está haciendo. Es un hecho: en menos de dos años se ha extendido enormemente la utilización de aplicaciones de IA generativa en el día a día de nuestros especialistas. La herramienta conocida como Chat GPT no sólo está completamente integrada en los recursos que utilizamos cotidianamente para mejorar nuestro conocimiento, sino que también está siendo usada para la gestión de documentos, traducción de textos, generación de imágenes, etc. Continuamente estamos accediendo y utilizando aplicaciones que nos ayudan en la investigación y en la clínica a seleccionar artículos, ordenar la bibliografía, extraer información relevante, redactar informes, crear chatbots…
Por otro lado, la Sociedad de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello está diseñando y elaborando bases de datos y sistemas de información dotados de algoritmos de IA que son capaces de recoger gran parte de los datos que se generan continuamente en nuestra actividad asistencial, y ponerlos a disposición de los clínicos para una mejor atención a los pacientes e investigadores, con vistas a un conocimiento basado en el Big Data. Disponemos en nuestra especialidad de algoritmos de machine learning que superan los habituales informes de Power BI, y, además, nuestro reciente Congreso de Málaga ha conocido de primera mano -por parte de científicos españoles radicados en equipos de trabajo de ORL- cómo se están desarrollando nuevos implantes cocleares basados en Inteligencia Artificial.
Gracias al aprendizaje automático, algunos audífonos se ajustan automáticamente al ambiente auditivo de cada persona, mejorando así la experiencia auditiva y reduciendo el ruido de fondo en lugares bulliciosos. La IA puede analizar patrones de voz en tiempo real para diagnosticar trastornos como la disfonía y la ronquera.
Aunque el aprendizaje quirúrgico de los especialistas en ORL siempre se ha sustentado en las disecciones de cadáveres humanos, llevamos ya varios años utilizando planificaciones quirúrgicas basadas en patrones tridimensionales que se han beneficiado de la introducción de la realidad aumentada y la inteligencia virtual. Llevamos también varios años pudiendo llevar a cabo cirugías virtuales en el ordenador sobre pacientes reales, antes de llevar a cabo su intervención quirúrgica en el quirófano. La cirugía guiada por imagen o navegador craneofacial forma parte de nuestra sistemática para realizar múltiples cirugías en rinología, en otología y en cirugía de base de cráneo.
-¿La SEORL-CCC va a iniciar alguna campaña para reducir el ruido ambiental? En el resto de Europa se dice que los españoles somos muy ruidosos, y ello -la intensidad sonora- entendemos que también acaba afectando a nuestra capacidad de escucha o salud auditiva…
Es cierto que el ruido afecta a nuestra audición y que la hipoacusia incide de manera relevante en la calidad de vida. Muchas enfermedades que causan hipoacusia no son evitables, pero las causadas por el ruido sí lo son. El ruido ambiental es muy molesto y causa alteraciones emocionales, en el sueño, psicológicas e incluso psiquiátricas, pero estas son alteraciones que no se relacionan directamente con la provocación de una hipoacusia. Sin embargo, en el ámbito laboral se ha trabajado mucho a la hora de proceder a la implantación rigurosa de medidas de protección de la audición en entornos ruidosos, y sus resultados se han apreciado de forma muy destacada en la prevención de sorderas.
Sin embargo, nuestra preocupación se sitúa actualmente en el ruido intenso originado en el ámbito de las actividades de ocio, sobre todo porque afecta a personas muy jóvenes… y una pérdida auditiva debida al ruido no es recuperable ni con fármacos ni con cirugía. Cada vez son más los conciertos y exhibiciones musicales que atraen a un número mayor de chicos y chicas que se ven sometidos a intensidades sonoras claramente lesivas para las delicadas células ciliadas del oído interno. Y también son cada vez más las personas jóvenes que utilizan durante muchas horas diarias auriculares para oír música a unas intensidades muy superiores a las admisibles, incluso desoyendo las propias recomendaciones de muchos fabricantes de auriculares sobre las intensidades sonoras con riesgo para la audición.
En ambas circunstancias se trata de un estilo de vida imperante en nuestra sociedad que supera la capacidad de una Sociedad Científica para incidir en su transformación, por lo que la SEORL-CCC trabaja con otras instituciones y Administraciones públicas para desarrollar, no solamente campañas, sino también estrategias más ambiciosas que impliquen llevar a cabo actuaciones multimodales destinadas a limitar el daño auditivo del ruido vinculado a las actividades de ocio.