Redacción Farmacosalud.com
De gas de la risa, poco, muy poco… y, como sustancia hilarante, la verdad es que no tiene la más mínima gracia: tanto es así, que este gas (en realidad óxido nitroso), mezclado con una ingesta de alcohol, puede llegar incluso a causar la muerte del consumidor. Vamos, que no es como para tomárselo -ni mucho menos- a cachondeo, sino todo lo contrario, sobre todo teniendo en cuenta que en los últimos tiempos se ha consolidado la moda de inhalar globos de óxido nitroso en fiestas tipo ‘botellón’, en las que la mezcla de bebidas alcohólicas e inhalación de este gas puede llegar a ser tentadora para aquellos jóvenes que desconozcan los enormes peligros que implica la combinación.
Atribuir al óxido nitroso (tradicionalmente usado en anestesias) la capacidad de producir carcajadas “es un error generalizado”, sostiene el Dr. Javier García Fernández, presidente de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR). El Dr. García Fernández ha trabajado durante largo tiempo como anestesista de pacientes pediátricos y, por su experiencia con el óxido nitroso, “eso de que produce risa apenas lo ves… es decir, de vez en cuando alguien se pone algo más sonriente, pero lo de desternillarse es totalmente incierto”. Estadísticamente hablando, la percepción de este experto es que “en no más de 1 o 2 de cada 10-20 pacientes el gas ha tenido el efecto de generar alguna sonrisa. En la mayoría de los casos, esa reacción no se dará”, asegura.
Óxido nitroso: tres grandes aplicaciones en medicina… dos de ellas en desuso
En medicina, el óxido nitroso se utiliza con fines anestésicos en tres grandes áreas:
• Desde un punto de vista estrictamente médico, los orígenes del óxido nitroso (N2O), conocido también como gas de la risa, se remontan a 1850, cuando se empezó a usar como anestésico. De todos modos, dado que por sí solo no tiene capacidad para ‘dormir’ totalmente al paciente, se ha venido usando como coadyudante anestésico, es decir, se ha combinado con otros fármacos (opiáceos, benzodiacepinas y otros gases anestésicos) para conseguir el estado de anestesia general. “Tradicionalmente, el óxido nitroso nos permitía reducir un poco las dosis del resto de medicamentos y, por tanto, disminuir los efectos secundarios de esos otros fármacos”, explica el Dr. García Fernández. Con todo -agrega-, el óxido nitroso está en proceso de desuso en los hospitales porque este gas “también tiene sus eventos adversos y, además, por sí mismo no genera un buen nivel de sedación ni tampoco un efecto significativo para la anestesia general”.
• También se aplica, mezclado constantemente con oxígeno, en los gabinetes dentales para la sedación de los pacientes. No obstante, el presidente de SEDAR precisa que el óxido nitroso “tiene más un efecto sugestivo por la frase de ‘te voy a poner el gas de la risa’ que un efecto real de sedación”, de ahí que “en gabinetes dentales también se esté dejando de utilizar”.
• La administración de N2O sí que se mantiene en pacientes pediátricos sometidos a intervenciones quirúrgicas. Con el fin de evitarles el trauma del pinchazo para la anestesia, lo que se hace es dormirlos a base de gases. Lo que ocurre es que los gases que sí son potentes anestésicos huelen muy mal, mientras que el óxido nitroso, que genera una sedación muy leve, no huele a nada. Es por ello que el óxido nitroso se aplica en primera instancia como paso previo al segundo gas, que, gracias a la sedación leve propiciada por el N2O, ya no olerá tan mal. Obviamente, este segundo gas será el que de verdad haga entrar al niño en el estado de inconsciencia indicado para la operación.
Un producto fácil de conseguir
El gas de la risa puede conseguirse fácilmente en Internet, en ferreterías (tiene varios usos, como por ejemplo en repostería), en el mercado negro en forma de globos, e incluso directamente en algunos locales de ocio. La venta de esta sustancia para los usos autorizados es legal, pero su venta para uso recreativo está totalmente prohibida.
La facilidad con que puede adquirirse y el aura de presunta hilaridad asociada a su inhalación ha propiciado que los globos rellenos de óxido nitroso hayan irrumpido recientemente en las fiestas tipo botellón, donde la presencia de gente joven es mayoritaria y, tal y como se deduce de la misma palabra ‘botellón’, el consumo -y abuso- de alcohol en la calle está a la orden del día. A este respecto, el Dr. García Fernández advierte de los enormes riesgos que para la salud puede entrañar la mezcla del gas de la risa inhalado y la ingesta de alcohol: “Si al gas de la risa le sumas alcohol, o bien le sumas opiáceos, benzodiacepinas, ketamina u otras drogas de abuso, evidentemente puedes sufrir una parada respiratoria, problemas cardiovasculares, e incluso la muerte”. Ahí es nada.
Riesgo de aborto en exposiciones prolongadas
Por cierto, nadie puede adjudicarse la capacidad de calcular una posología surrealista del tipo ‘con el óxido nitroso usted puede tomar hasta dos cervezas sin que le pase nada’… “esto es absolutamente imposible de predecir porque, como ya ocurre con las sedaciones, tú puedes dar la misma dosis de un fármaco a dos personas y ver efectos diferentes en ellas; incluso pueden verse esos diferentes efectos en una misma persona si las dosis de sedación se dan en distintos días. Las respuestas son personales, individualizadas, y con este gas pasa lo mismo”, afirma el facultativo.
Si se inhala óxido nitroso de forma esporádica -eso sí, sin mezclarlo con alcohol- pueden aparecer cuadros de cefalea, sobre todo en mujeres, y episodios de náuseas y vómitos. Otra cosa son las exposiciones prolongadas, ya que este gas inactiva la vitamina B12. Por consiguiente, la administración prolongada de óxido nitroso interfiere en el metabolismo del folato y altera la síntesis de ADN, lo que puede provocar alteraciones de las síntesis de las células de médula ósea y el sistema nervioso, entre otros órganos. Asimismo, también puede causar un aborto. “Se ha observado un aumento de abortos por exposición crónica a este gas en quirófanos”, de ahí que se haya prohibido que las profesionales de la sanidad embarazadas permanezcan en dichos espacios quirúrgicos, detalla García Fernández.