Redacción Farmacosalud.com
El primer ‘Libro Blanco de Recursos y Necesidades Asistenciales en Patología Dual’, promovido por la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD) y la Fundación de Patología Dual, constata que existe un escaso conocimiento por parte de los profesionales de los recursos específicos que ya existen para esta patología en las diferentes comunidades de España. Por este motivo, la mayoría de expertos piden la creación de un registro nacional único sobre los recursos disponibles para esta enfermedad, así como estrategias de información y difusión. “Los resultados obtenidos apoyan la necesidad de esfuerzos adicionales para el tratamiento de pacientes con patología dual. Gracias a las conclusiones de este Libro Blanco se podrá mejorar la planificación en las estrategias asistenciales”, considera el catedrático de psiquiatría, el profesor Miguel Casas Brugué, presidente de la Fundación de Patología Dual.
En paralelo, “se pone de manifiesto el avance que en los últimos años se ha desarrollado en el ámbito de la patología dual en nuestro país, pero que, en muchas ocasiones, no es conocido en su totalidad, ni por los responsables de las diferentes administraciones, ni por los profesionales, lo que indica que aún nos queda camino por delante para poder ofrecer una atención integral de calidad con el máximo nivel de eficiencia y efectividad. Este Libro Blanco será útil para planificar y desarrollar políticas sanitarias que mejoren las estrategias para el manejo de los pacientes con patología dual y contribuyan a mejorar la calidad de vida de éstos, de sus familias y de la sociedad en general”, manifiesta, por su parte, Francisco de Asís Babín Vich, delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Coexistencia de un trastorno adictivo y un trastorno mental
La patología dual, condición clínica en la que coexisten de forma simultánea o secuencial un trastorno adictivo y otro trastorno mental, tiene una prevalencia en España superior al 50% entre los pacientes que acuden a centros de salud mental y/o adicciones. Sin embargo, y pese a su alta frecuencia, más del 93% de los profesionales sanitarios de nuestro país califica de insuficientes los actuales recursos sanitarios integrados y específicos destinados a estos pacientes. Así se desprende de la primera encuesta a nivel nacional realizada en España acerca de la disponibilidad de recursos específicos para el tratamiento de pacientes con patología dual, en la que han participado más de 650 profesionales sanitarios expertos procedentes de 553 centros de 235 ciudades españolas, incluyendo todas las comunidades autónomas.
Este estudio está recogido en el mencionado Libro Blanco, que ha contado con la colaboración de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, el Fondo de Bienes Decomisados por Tráfico Ilícito de Drogas y otros Delitos Relacionados, los Planes Autonómicos de Drogas encarnados por los Comisionados de Drogas de cada Comunidad Autónoma, y profesionales de toda España, que han aportado su visión desde las redes de tratamiento de estos pacientes.
Para más de tres cuartas partes de los profesionales que han participado en el estudio, los cuatro tipos de recursos más necesarios actualmente son: programas ambulatorios específicos (89%), unidades de desintoxicación y retirada de sustancias (87%), recursos ambulatorios intermedios (85%) y unidades específicas de hospitalización (74%). Además, la mayoría considera que no hay talleres específicos para enfermos con esta afección; esa mayoría también opina que son necesarios esfuerzos adicionales para el tratamiento de estos pacientes, así como un Plan Nacional sobre Patología Dual en España.
Dos redes asistenciales para un único enfermo, lo que dificulta escoger la ayuda
“Existen, en general, dos redes asistenciales para un único enfermo (que sufre de conductas adictivas y otros trastornos mentales), quien tiene dificultades para encontrar la puerta acertada. Esto ha dado lugar al llamado ‘síndrome de la puerta equivocada’”, explica el Dr. Nestor Szerman, presidente de la SEPD. “Las razones de esta disociación -continúa- es histórica, en la creencia de que hay un origen social de estos trastornos, y sin los conocimientos actuales que aportan las neurociencias y que indican factores y sustratos cerebrales comunes para ambas manifestaciones de la enfermedad mental. Al tener dos sistemas con diferentes filosofías, estas redes trabajan de forma totalmente separada, por lo que es imprescindible la integración funcional de todas las redes sanitarias públicas que tratan al enfermo mental (esto incluye las específicas de Salud Mental y los dispositivos asistenciales específicos a pacientes con trastornos por consumo de sustancias cuando se encuentren disociados)”.
Asimismo, este especialista confirma que “desde la red de salud mental no suelen existir estrategias específicas ni planes de acción para el tratamiento de estos pacientes. En el momento actual las comunidades donde existe una integración funcional de ambas redes asistenciales son Asturias, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla-León, La Rioja, Murcia, Navarra y País Vasco”.
Por su parte, el Dr. Pablo Vega, vicepresidente de la SEPD, piensa que “el principal objetivo de la coordinación intrasectorial, intersectorial e interinstitucional en salud mental debe ser mantener la continuidad asistencial, aumentar la consistencia de las actuaciones y mensajes, y lograr que el sistema funcione de forma eficiente. Esta integración debe hacerse incluyendo la denominación y el concepto de Patología Dual porque, actualmente, y en general, se puede afirmar que la cultura de coordinación y cooperación entre los servicios de salud mental y los dispositivos asistenciales específicos a pacientes con trastornos por consumo de sustancias está insuficientemente desarrollada”.
Por afecciones, la patología dual se presenta en el 70-80% de los pacientes con esquizofrenia, en más del 60% de los afectados por trastorno bipolar, más del 70% en trastornos de personalidad graves, y más del 30% en trastornos por ansiedad y depresión, según datos de la SEPD. “Un porcentaje importante de los pacientes con trastornos mentales graves ocultan el uso problemático o adictivo de sustancias y un porcentaje de individuos que demandan atención por conductas adictivas no son diagnosticados de su otro trastorno mental”, explica Szerman.
Identificación genómica vinculada a la respuesta al litio en trastorno bipolar
Por otro lado, investigadores del Hospital Clínic, IDIBAPS (ambos en Barcelona), Universitat de Barcelona (UB) y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) [en Madrid], dependiente del Instituto de Salud Carlos III, han participado en un estudio internacional, publicado en la prestigiosa revista ‘The Lancet’[1], en el que se ha descubierto una zona del genoma implicada en la respuesta al litio en trastorno bipolar. Este estudio es el mayor análisis genético mediante GWAS (Genome-Wide Association Study) realizado hasta la fecha sobre la respuesta a esta medicación, habiéndose incluido datos de más de 2.500 pacientes con la enfermedad.
Los Drs. Antonio Benabarre, Francesc Colom, Esther Jiménez y Eduard Vieta, de la Unidad y el grupo de investigación en Trastornos Bipolares del Clínic y del IDIBAPS, junto con las Dras. Bárbara Arias y Marina Mitjans, de la Unidad de Antropología de la Facultad de Biología de la UB, han participado en este estudio en el marco del consorcio internacional ConLiGen. El litio es el tratamiento de primera línea para el trastorno bipolar (TB), una enfermedad crónica que se presenta en forma de episodios y caracterizada por fluctuaciones en el estado de ánimo. Poco se sabe sobre su mecanismo de acción; estudios previos sugieren que la respuesta de los pacientes al litio puede tener una base genética, aunque los resultados no son reproducibles ni concluyentes.
Se confirma que los marcadores encontrados ayudan a predecir recaídas
Para el estudio que publica 'The Lancet', los investigadores han evaluado los datos clínicos y genéticos de más de 2500 pacientes con TB, para determinar qué zonas del genoma están implicadas en la respuesta al tratamiento con litio. Los resultados demuestran la asociación entre unas variantes genéticas localizadas en el cromosoma 21 y la respuesta a esta medicación. La región genética asociada incluye dos regiones largas de ARN no codificante, han indicado fuentes del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER). Para validar si estas regiones detectadas están relacionadas con la respuesta al tratamiento, los investigadores del consorcio realizaron un estudio con 73 pacientes tratados con litio en monoterapia durante 2 años y confirmaron que los marcadores genéticos encontrados ayudan a predecir las recaídas de los pacientes con TB cuando son tratados con litio.
El Dr. Eduard Vieta explica que “la relevancia de dichos resultados es doble. Por un lado, facilitan la identificación de pacientes que pueden responder de forma favorable al litio, en un paso más hacia la medicina personalizada aplicada a la salud mental. Y por otro, sugieren la existencia de un nuevo mecanismo de acción del litio que podría sentar las bases para futuros tratamientos más eficaces y seguros”.
Hallado un nuevo mecanismo cerebral que explica la adicción a la nicotina
A todo esto, investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) en colaboración con investigadores del Laboratorio de Neurofarmacología de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) [ambas instituciones en Barcelona), del Instituto Pasteur y de la Universidad Pierre y Marie Curie (UPMC) [París, en Francia], han descubierto un mecanismo neural crucial para explicar el proceso de recompensa y adicción a la nicotina. La nicotina, el principal compuesto psicoactivo del tabaco, se absorbe rápidamente a través de la mucosa nasal, oral y respiratoria llegando al cerebro, donde están los receptores, al cabo de unos 7 segundos. Es allí donde ejerce su acción sobre el sistema nervioso central, así como en el sistema nervioso autónomo. Esta relación casi inmediata entre la inhalación del humo y su efecto a nivel cerebral es uno de los factores que contribuye al alto poder adictivo de la nicotina. Esta sustancia ejerce sus efectos psicofarmacológicos mediante la activación de un receptor muy abundante en varias regiones concretas del cerebro, el receptor acetilcolina nicotínico (nAChR).
El estudio[2] ha encontrado que algunos de estos receptores cerebrales contienen una subunidad llamada beta4, presente casi exclusivamente en una vía clave del circuito de recompensa del cerebro (el circuito habenulo-interpeduncular) y que es crucial para los efectos de recompensa positivos que provoca la nicotina en nuestro cerebro. Patricia Robledo, coordinadora del trabajo e investigadora del grupo de Farmacología Integrada y Neurociencia de Sistemas del IMIM, Rafael Maldonado, líder del Laboratorio de Neurofarmacología de la UPF, y el resto de autores han visto que aquellos ratones que carecen del gen que codifica la subunidad beta4 mostraban una reducción del consumo de nicotina y una respuesta neuronal anormal del sistema de recompensa de la dopamina ante la nicotina. Reemplazando selectivamente esta subunidad del receptor nicotínico de estos ratones mediante un virus, se restauraba tanto el consumo de nicotina como la función dopaminérgica de respuesta a la nicotina.
“Estos resultados confirman estudios de datos genéticos humanos que postulan que las variantes en el gen que codifica la subunidad beta4 pueden alterar la conducta de los fumadores y la vulnerabilidad individual a la adicción a la nicotina” concluye Patricia Robledo. La nueva diana neurobiológica que ha descubierto este trabajo servirá para aclarar la base de la adicción nicotínica y, por lo tanto, podría ayudar en el diseño futuro de planes terapéuticos más racionales para dejar de fumar, han indicado desde la UPF.
Referencias de los artículos:
[1]. Liping Hou, Urs Heilbronner, Franziska Degenhardt, Mazda Adli, Kazufumi Akiyama, Nirmala Akula, et al. ‘Genetic variants associated with response to lithium treatment in bipolar disorder: a genome-wide association study’ Lancet. 2016 Jan 21. pii: S0140-6736(16)00143-4. doi: 10.1016/S0140-6736(16)00143-4.
[2]. Harrington L, Vinals X, Herrera-Solis A, Flores A, Morel C, Tolu S, Faure P, Maldonado R, Maskos U, Robledo P. 'Role of β4* Nicotinic Acetylcholine Receptors in the Habenulo-Interpeduncular Pathway in Nicotine Reinforcement in Mice’. Neuropsychopharmacology November 2015 doi: 10.1038/npp.2015.346.