Redacción Farmacosalud.com
Las mejoras en la organización de los hospitales, en el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas y en los procedimientos anestésicos están haciendo posible la implantación de cirugía ambulatoria en el tratamiento de diferentes enfermedades. Así ha sucedido en el tratamiento de nódulos tiroideos benignos, en los que se ha constatado que se pueden operar de manera ambulatoria en un alto número de casos, y conseguir resultados óptimos, además de evitar el ingreso del paciente en el hospital con los traumas que ello conlleva. Así, el 60% de los pacientes con lesiones de tiroides que visitan el Hospital Universitario de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona), a los que es necesario extraer la mitad de la tiroides, son operados de manera ambulatoria y pueden volver a su domicilio después de estar alrededor de seis horas en observación.
La tasa de complicaciones de estos enfermos adecuadamente seleccionados es menor al 1%, generalmente a causa de una hemorragia producida durante las primeras horas después de la intervención, han indicado desde este centro hospitalario. "El éxito del tratamiento ambulatorio recae fundamentalmente en la realización de una buena valoración preoperatoria del paciente para poder hacer una selección adecuada de los candidatos. Asimismo, se necesita una unidad multidisciplinar donde cirujanos, anestesistas y enfermeras se coordinen de manera óptima y, además, que el equipo de cirujanos esté especializado y tenga una larga experiencia en el tratamiento de tiroides", asegura el doctor Pablo Moreno, jefe de sección de la Unidad de Cirugía Endocrina del Hospital Universitario de Bellvitge.
Cicatriz poco dolorosa que da al paciente más sensación de bienestar
En este sentido, los nuevos dispositivos incorporados en el hospital han facilitado la realización de este tipo de cirugía ambulatoria en enfermos de tiroides. Aparatos como el 'bisturí armónico' o lentes de magnificación permiten tratar con mayor eficacia y seguridad las lesiones tiroideas de manera mínimamente invasiva. "Con las nuevas lentes de magnificación del campo visual podemos ver con más precisión los pequeños puntos de hemorragia que pueden ocasionar", explica Moreno. Las hemorragias son un factor de riesgo en el tratamiento de los nódulos tiroideos, aunque éstas cada vez se producen con menos frecuencia gracias a la sofisticación de la tecnología y la experiencia del cirujano. En el hospital, de 250 pacientes operados de manera ambulatoria, ninguno ha sufrido este tipo de complicación.
Una de las grandes ventajas de practicar cirugía ambulatoria en el tratamiento de lesiones tiroideas es la poca alteración que ésta supone en la vida de los enfermos. La rapidez de la intervención y del postoperatorio inciden de manera favorable en la percepción del paciente, que asocia la vuelta al domicilio en el mismo día con el hecho de haberse realizado una operación menos grave, lo que le hace tener una mejor predisposición a la hora de afrontar la recuperación. Aunque el tamaño de la incisión no es un factor determinante para la ‘ambulatorización’ del enfermo, el hecho de que esta técnica sea mínimamente invasiva permite que las incisiones sean de 2-3 centímetros, con una cicatriz poco dolorosa que crea al paciente una mejor sensación de bienestar y con un grado de satisfacción muy elevado.