Redacción Farmacosalud.com
Según el Dr. Raúl de Simón Gutiérrez, médico de familia y coordinador nacional del grupo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), “es esperable” que a corto o medio plazo haya pacientes que acudan a una consulta médica para poder dejar el snus blanco, “dado que la nicotina es una sustancia fuertemente adictiva, estando presente aquí -en el snus blanco- en elevadas concentraciones”.
“Además, las razones para el inicio del consumo de estas nuevas presentaciones no son muy diferentes a las que llevan a los jóvenes a fumar tabaco. La mayoría se inician en las tomas por factores personales, ambientales y sociales que interactúan entre sí, combinándose unos factores con otros, sin que ninguno de ellos explique por sí solo dicha conducta. Los nuevos consumos se convierten en un elemento de autoconfianza que facilita las relaciones sociales, funcionando al mismo tiempo como un rito de acceso a la edad adulta mediante la transgresión de la norma y la experimentación de lo prohibido. Por otro lado, la publicidad no controlada y la sofisticación del producto y su marketing también son elementos claves que inciden en la popularidad de estos artículos emergentes”, afirma desde www.farmacosalud.com el Dr. De Simón.
Presentaciones con hasta 47 mg. de nicotina por bolsa
Se dice que la industria tabaquera está detrás del snus blanco o sintético (o bolsitas de nicotina), un producto que se coloca en la boca a través de unos sobrecitos cuyo contenido nicotínico acaba infusionándose con la saliva.
“Las ‘nicotine pouches’ son bolsitas de administración oral que contienen sales de nicotina. En ningún caso contienen tabaco y, por ello, y por su origen químico, a veces son definidas como artículos completamente ‘blancos’. No obstante, las concentraciones de nicotina encontradas son muy variables, llegando en algunas presentaciones a 47 mg. por bolsa, una concentración muy elevada si tenemos en cuenta que un cigarrillo convencional contiene en torno a 8 mg. Además, la nicotina procedente de las bolsitas -como la de los cigarrillos- sigue una cinética similar, por lo que se sugiere un mecanismo adictivo comparable”, comenta De Simón.
“Por otra parte -prosigue-, la llegada de las nuevas formas de consumo de nicotina supone un desafío para las autoridades sanitarias a la hora de plantear su clasificación y regulación. Por poner un ejemplo, y sin ser formas idénticas, el snus original escandinavo, ampliamente utilizado en Suecia y que sí contiene tabaco finamente picado, tiene prohibida su comercialización en el resto de la Unión Europea. En el caso de las bolsas de nicotina, se hace necesaria una regulación urgente que impida la expansión de estas emergentes formas de consumo antes de que suframos una segunda epidemia similar a la de los cigarrillos electrónicos”.
Más de la mitad de los fumadores que han intentado dejar el tabaco no lo han conseguido
El tabaquismo es -en este caso desde hace ya muchos años- otra de las grandes preocupaciones de los médicos. Sin ir más lejos, se calcula que más de la mitad de los fumadores que han intentado dejar el tabaco no lo han conseguido. En concreto, el 55% no han sido capaces de lograrlo a pesar de realizar múltiples intentos.
“Si bien sabemos que dejar de fumar no es fácil, también debemos decir que es posible lograrlo con ayuda profesional. Sin embargo, es habitual que una gran mayoría de fumadores necesite 2 o 3 intentos antes de conseguir la cesación definitiva. En este sentido, conviene señalar que el número de intentos previos que ha tenido un fumador puede considerarse como un buen predictor de éxito futuro. Las tentativas previas contribuyen a generar en el paciente un aprendizaje sobre lo que ayuda y lo que no ayuda, pudiendo aplicar esta experiencia en sus nuevos intentos. Por otra parte, gran parte del resultado exitoso dependerá del nivel de motivación existente, pero también del tipo de intervención profesional ofertada. En este caso, el uso de fármacos en cesación tabáquica multiplica por 3 las posibilidades de éxito frente a no utilizarlos”, expone el experto.
Cabe destacar que, a largo plazo, la tasa de logro en el abandono del tabaco sin ayuda profesional es de solamente el 5%1.
8 millones de personas fuman a diario en España
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la epidemia de tabaquismo es una de las mayores amenazas para la salud pública en la actualidad, pues causa más de 8 millones de muertes al año en todo el mundo, de las cuales más de 7 millones se deben al consumo directo de tabaco y 1,3 millones a la exposición de no fumadores al humo ajeno2.
En cuanto al impacto del tabaquismo en España, los datos de prevalencia del consumo de tabaco se sitúan por encima del 30%, con casi 8 millones de personas que fuman a diario y casi un millón que lo hacen de forma ocasional3, cuando el objetivo, en línea con la política de la Unión Europea, es no superar el 5% de prevalencia de consumo en 20304.
A pesar de que los fumadores conocen los riesgos del tabaquismo, ya que este hábito reduce una media de 22 años la esperanza de vida y es la causa en España de casi del 40% de las defunciones prematuras entre los hombres de 35-70 años, y del 15% en las mujeres entre estas mismas edades5, sólo el 41,9% de los fumadores se han planteado dejar de fumar y realmente lo han intentado6. Del 77% que lo han intentado, el 55% no han sido capaces de conseguirlo a pesar de realizar múltiples tentativas7.
El facultativo debe mostrarse empático ante la persona que quiere renunciar al tabaco
Hoy en día existen diferentes tratamientos eficaces que apoyan el proceso de cesación del tabaquismo, entre los que se incluyen terapias conductuales8. Por ello, y para aumentar las tasas de éxito entre los que se proponen renunciar al tabaco, es necesario acudir a un profesional sanitario en todo este proceso, puesto que algunos estudios prospectivos muestran que únicamente el 5% de fumadores que realizan un intento de dejar de fumar sin acompañamiento o apoyo facultativo "consiguen mantenerse en abstinencia tras un año del cese. Si estas tentativas se acompañan de asesoramiento por parte de un profesional sanitario, las posibilidades de éxito se multiplican”, asegura De Simón mediante un comunicado. A este respecto, desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) se señala que, en condiciones óptimas, las tasas de logro entre los pacientes que quieren renunciar al tabaco pueden alcanzar casi el 60%1.
¿Ahora bien, en general, cómo debe actuar el profesional médico ante este tipo de pacientes… debe ser muy comprensivo, o bien inflexive a la hora de aplicar y seguir el tratamiento pautado? ¿O, quizás dependerá de cada caso optar por una actitud u otra? “Conocemos desde hace años que el proceso de cambio de conducta en los fumadores es dinámico. De hecho, existen diferentes fases secuenciales por las que debe transitar un fumador de acuerdo a su disposición frente al abandono del consumo. En general, sólo desde una actitud comprensible y empática es posible facilitar el tránsito de los fumadores hacia un cese definitivo”, responde el coordinador nacional del grupo de Tabaquismo de SEMERGEN.
“La motivación es el motor del cambio y esto implica escuchar al fumador y aceptar una amplia diversidad de preocupaciones, opiniones, preferencias, creencias y motivaciones que pueden aprovecharse para profundizar en su cambio”, agrega.
La Atención Primaria, primer lugar al que suele acudirse cuando se intenta dejar de fumar
Además, es importante que el tratamiento para dejar de fumar sea tan personalizado como sea posible, dado que algunas personas fuman para evitar los efectos negativos de la abstinencia, mientras que otras lo hacen simplemente por los aspectos gratificantes del tabaco. “Existen programas de abandono protocolizados en todos los centros sanitarios que son ofertados de modo individual a cada fumador que quiere hacer un intento por dejar de serlo. Sumado a ello, algunos centros sanitarios pueden, adicionalmente, ofrecer terapias grupales con contenidos educacionales e informativos”, apunta el Dr. De Simón.
En la mayoría de los casos la Atención Primaria será, debido a su accesibilidad y universalidad, el primer recurso sanitario con el que contacte un fumador que se plantee muy seriamente renunciar al tabaco. Será fundamental que, en dicho propósito, “el fumador no lo intente por sí mismo" y, por esa razón, "busque apoyo y asesoramiento en los profesionales de Atención Primaria. Hoy en día todos los sistemas públicos de Salud tienen protocolizado cómo realizar el abordaje de un paciente fumador desde el primer nivel asistencial. En este sentido, los médicos de familia están bien formados y capacitados, por lo que pueden ayudar a los fumadores a dejar de serlo. No obstante, es posible que algunos pacientes con perfiles más complejos puedan, además, necesitar asistencia en unidades especializadas de tabaquismo”, argumenta el facultativo.
El abandono del hábito tabáquico aporta múltiples beneficios para la salud de la población y del medioambiente. Según la OMS9, los beneficios asociados al hecho de dejar de fumar son casi inmediatos. A los 20 minutos disminuye la frecuencia cardíaca; a las 12 horas, las concentraciones de monóxido de carbono en la sangre vuelven a la normalidad, mientras que entre la segunda semana y los tres meses, la circulación y la función pulmonar mejoran.
“La sintomatología respiratoria comienza a mejorar en las primeras semanas, presentándose menos tos y congestión de los senos paranasales, menor dificultad respiratoria y mejor tolerancia al ejercicio. Con respecto al riesgo cardiovascular, tras un año del cese, dicho riesgo se reduce en un 50%, llegando a igualarse al de un no fumador a los 10-15 años tras el abandono”, precisa el Dr. De Simón.
Y, si bien cualquier momento puede ser el idóneo para renunciar al tabaco, “tras la vuelta de las vacaciones de verano muchos españoles comienzan nuevos propósitos y hábitos de vida saludables en su rutina diaria… septiembre es uno de los meses clave, es decir, es uno de los meses en los que más pacientes acuden al profesional sanitario para dejar de fumar.”
Referencias
1. Te ayudamos a dejar de fumar, Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica SEPAR, 2016, Página 21 y 65. Disponible en: https://issuu.com/separ/docs/te_ayudamos_a_dejar_de_fumar?e=3049452/39397680
2. Tabaco, datos y cifras; 31 de julio de 2023. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/tobacco
3. Hacia nuevos espacios sin humo (digitales), ASOCIACIÓN ESPAÑOLA CONTRA EL CÁNCER, Ministerio de Sanidad, 2023. Disponible en: https://www.sanidad.gob.es/areas/promocionPrevencion/tabaco/profesionales/docs/Hacia_nuevos_espacios_sin_humo_digitales.pdf
4. La encuesta edades 2022 demuestra que el consumo de tabaco en España está aumentando y se hace imprescindible que el gobierno adopte medidas, CNPT, 12 de enero 2023. Disponible en: https://cnpt.es/actualidad/detalleNota/251
5. Tabaquismo y deshabituación tabáquica, CGCOF, 2018. Disponible en: https://www.cofbadajoz.com/wp-content/uploads/2018/03/TABAQUISMO-Y-DESHABITUACIO%CC%81N.pdf
6. Encuesta EDADES 2022. Ministerio de Sanidad. Disponible en: https://pnsd.sanidad.gob.es/profesionales/sistemasInformacion/sistemaInformacion/pdf/2022_Informe_Ejecutivo_EDADES_es.pdf
7. Psicopatología del tabaquismo, E. Becoña, F L. Vázquez, Vol. 1. Núm. 1. Páginas 27-33 (enero 1998). Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-trastornos-adictivos-182-articulo-psicopatologia-del-tabaquismo-13010678#:~:text=%E2%80%94El%2077%25%20de%20los%20fumadores,del%20uso%20de%20la%20sustancia.
8. ¿En qué consisten los tratamientos para la dependencia del tabaco?, National Institute on Drug Abuse, Julio 2011. Disponible en: https://nida.nih.gov/es/publicaciones/serie-de-reportes/adiccion-al-tabaco/hay-tratamientos-eficaces-para-la-adiccion-al-tabaco
9. Más de 100 razones para dejar de fumar, OPS. Disponible en: https://www.paho.org/es/mas-100-razones-para-dejar-fumar