Redacción Farmacosalud.com
Se acerca la Navidad y en esta época de pandemia por COVID-19 que toca vivir las celebraciones con amigos y familiares suponen, por un lado, un motivo de alegría y motivación por la posibilidad de reunirse con los seres queridos, pero al mismo tiempo un motivo de preocupación por el riesgo de que se produzcan contagios por coronavirus entre personas no convivientes. Con el objetivo de que se pueda celebrar una Navidad segura, la presidenta de la Fundación de Educación para la Salud (FUNDADEPS), la Dra. María Sáinz, ha elaborado una serie de recomendaciones a tener en cuenta antes, durante y después de los ágapes navideños. Así, se aconseja designar a una persona como ‘coordinador COVID-19’ para que se encargue de velar por el cumplimento de las medidas de anticontagio previstas para estas reuniones. “El coordinador o coordinadora familiar para la COVID-19 que proponemos desde la FUNDADEPS tiene que actuar de forma voluntaria o bien propuesto por el grupo familiar o las amistades para esa comida o cena. Lo más deseable es que tenga unas habilidades de persuasión grande y fundamentalmente una gran empatía con la familia y/o invitados”, destaca Sáinz.
El coordinador familiar COVID-19 procurará que se adopten las medidas de seguridad básicas (lavado de manos, distancia de seguridad, uso correcto de mascarillas). También se ocupará de coordinarse con el anfitrión, pensar previamente cómo será el saludo (con el codo, con un juego de pies, con la mano en el corazón...) y recordar a los demás que se cumplan las recomendaciones “si a medida que la fiesta avanza hay algún despistado”, explica la Dra. Sáinz.
Las medidas higiénico-sanitarias, responsabilidad de todos
Ahora bien, que nadie piense que el ‘coordinador COVID-19’ tiene deberes asignados y los demás no, tal y como recuerda la experta a través de www.farmacosalud.com: “Las medidas higiénico-sanitarias que continuamente recuerdan las autoridades y recomendamos los especialistas de Medicina Preventiva y Salud Pública para llevar a cabo en el día a día no se pueden delegar a nadie, ya que las tenemos que ejecutar nosotros mismos. Es nuestra responsabilidad. Y todas las medidas que nos ayudan a prevenir la infección del coronavirus las tenemos que conocer y recordar para nuestro uso diario y personal”.
No obstante, como es comprensible que en un momento dado se puedan olvidar las estrategias anticontagio, ahí estará la figura del coordinador para poner orden. “Todos sabemos que cuando estamos en grupo, ya sea pequeño, mediano o grande, se producen reacciones e interacciones diferentes, así como importantes emociones por verse, celebrar, recordar, desear nuevas felicidades y un largo etc. Todo ello muchas veces altera nuestro comportamiento individual cuando estamos en el entorno grupal”, admite la Dra. Sáinz. Si se pone música la voz se eleva, igual que si se canta o si se come rodeado de varios comensales, si se brinda… Existe un largo recorrido de acciones voluntarias e involuntarias asociadas a la interacción en grupo que, de un modo u otro, aumentan el riesgo de transmisión del coronavirus (hablar, salivar, escupir, toser, exhalar el aire, calentar la temperatura medioambiental, tocar las cosas comunes e incluso nuestra cara, ojos y boca, mantener cerrado mucho tiempo un lugar donde haya un grupo de personas y por tanto no ventilar, etc).
Y es que, con los brindis y las flaquezas propias de quien lleva alguna copa de más -escena típica de las celebraciones navideñas- siempre habrá alguien que, por poner un ejemplo, ponga peros a que se mantenga la distancia de seguridad entre comensales. De ahí la conveniencia de que el ‘coordinador COVID-19’ tenga gran capacidad de convencimiento y dotes de liderazgo, habilidades que, a la postre, permitirán poder reconducir diplomáticamente cada problema que se presente.
“Es precisamente cuando estamos más alegres y disfrutamos de la compañía cuando se pueden romper las barreras de la distancia física: compartir alimentos y bebidas, las acciones de abrazar, besar, brindar, y un largo listado de situaciones que pueden alterar nuestras medidas de precaución y de prevención para evitar transmitir, sin querer o sin saber, el virus SARS-CoV-2, que puede producirnos un contagio y probablemente la enfermedad de la COVID-19. Y podemos tener personas en la familia con enfermedades crónicas o muy vulnerables en las que ese contagio les genere dicha patología infecciosa, en diversos niveles de gravedad”, remarca la facultativa.
“Muchas veces rompemos las reglas. Queriendo o sin querer”
“A pesar de saber muy bien lo que tenemos y no tenemos que hacer, porque lo hemos oído muchas veces y lo hemos aplicado también de forma individual, a pesar de todo eso, la facilidad de romper las reglas de la prevención y la precaución se nos puede alterar. Y, desgraciadamente, muchas veces vemos que rompemos las reglas. Queriendo o sin querer. Y si en la familia hay un líder o una líder que convenza, anime, estimule con las palabras justas y persuasivas en esos momentos animados y alegres, si hemos aceptado que sea ese su papel en la comida o cena, por ejemplo animándonos a recordar que hay que abrir un momento las ventanas, que se siga hablando o cantando pero con las mascarillas puestas, que de forma simpática incite al lavado de manos, o verter unas gotas de gel hidroalcohólico en ellas, y que lo repita de vez en cuando e incluso refuerce al familiar que lo ha recordado, toda la familia tiene que agradecérselo por la seguridad que eso supone para el grupo familiar o de amistad”, subraya la presidenta de FUNDADEPS.
La idea es que el coordinador se presente voluntariamente o bien sea elegido entre todos y, además, que sea diferente en cada reunión, para que haya más colaboración. “Además, es importante el compromiso de todos para que ante sus recordatorios nadie se sienta mal y todos entiendan que sólo quiere cerciorarse de que la celebración sea segura”, comenta la Dra. Sáinz a través de un comunicado.
Disminuir la dos ‘C’ y aumentar las tres ‘M’
“Partiendo como base de las medidas de salud pública adoptadas por cada Comunidad Autónoma y por el Estado español en función de la situación epidemiológica del coronavirus una vez llegada la Navidad, las recomendaciones de FUNDADEPS deben ser tomadas como una serie de consejos que nos ayudarán a proteger y a protegernos”, subraya.
Aunque cada uno es responsable de ejecutar las medidas preventivas para evitar la infección (en caso de resfriado, fiebre u otros síntomas quedándose en su casa), cuando se producen reuniones en casa de familiares o amigos se puede tener una sensación de falsa seguridad y, en paralelo, olvidar algunas precauciones elementales. De hecho, tal y como sostiene un documento técnico elaborado por expertos del Ministerio de Sanidad, el SARS-CoV-2 (el virus responsable de la COVID-19) se transmite mediante aerosoles que contienen virus viables generados por la persona infectada, especialmente en espacios cerrados y mal ventilados. “En este caso, el techo bajo el que nos reunamos no nos protege del coronavirus, sino que puede propiciar un mayor riesgo” de contagio, precisa Sáinz.
Las premisas generales para celebrar unas navidades con la mayor seguridad posible giran en torno a dos estrategias; por un lado, disminuir las dos ‘C’:
• las concentraciones con muchas personas y durante mucho tiempo
• y los contactos físicos, aunque sean entre personas de la familia, pero que no convivan en la casa de la reunión navideña
Y asimismo, hay que incrementar las tres ‘M’:
• lavado de manos
• los metros de distancia entre personas
• y el buen uso de mascarillas, tanto higiénicas como quirúrgicas
Medidas de seguridad previas a las celebraciones de Navidad
Para garantizar una celebración segura frente al coronavirus, los anfitriones de las reuniones de familiares o amigos deben tener en cuenta una serie de medidas previas al encuentro. La primera y más básica es realizar una limpieza general y una buena aireación de la casa, con especial énfasis en los cuartos de baño, donde lo ideal es facilitar toallitas o papel desechables para lavar y secar las manos de forma individual. Además, hay que elegir la estancia de la casa más grande con el fin de garantizar que se cumpla la distancia de seguridad entre personas. También debe prepararse la llegada de los invitados y sus enseres. Lo ideal es tener un dispositivo de limpieza para las suelas del calzado y delimitar un espacio donde ubicar los zapatos de cada uno si se descalzan o bien usan unas zapatillas limpias facilitadas por los anfitriones. “También es importante disponer de un lugar donde dejar abrigos, bolsos y regalos sin que se mezclen entre ellos”, señala la especialista.
Medidas de seguridad durante la reunión
Una vez estén los invitados en casa, lo más importante -recuerda la presidenta de FUNDADEPS- “es que todos utilicen adecuadamente todo el tiempo la mascarilla y sólo se la quiten para comer y/o beber, guardándola mientras comen en un sobre de papel o bolsa de tela perfectamente identificados”. Además, en diferentes momentos de la celebración habrá que abrir las ventanas y airear el espacio durante unos minutos, aunque haga frío. Para las comidas o cenas lo ideal es que haya una persona encargada de poner la mesa, previo lavado de manos. Esta persona puede ser la misma -o no- encargada de recoger la mesa después de comer, pero son tareas que debe desarrollar siempre un único individuo. “La persona que cocine mantendrá todas las medidas higiénicas, lavándose las manos, cocinando con mascarilla y manteniendo las superficies y elementos de cocina limpios en todo momento. El menú no debe contemplar platos para compartir, como aperitivos o pan, sino que deben ser raciones individuales. Y a la hora de servir también debe ser una única persona la que lo haga”, detalla la Dra. Sáinz.
Medidas de seguridad para el fin de fiesta
Tan importante como la preparación de la reunión familiar o con amigos y garantizar que se cumplan todas las medidas de seguridad durante la celebración, es el momento de la despedida. “Al final de la fiesta, tras la diversión y el rato compartido, pueden olvidarse las formas y medidas preventivas. No debemos relajarnos y hemos de evitar los besos y abrazos para despedirnos. Y, así, cerrar la celebración sabiendo que disfrutamos de nuestros seres queridos en Navidad protegiéndonos y protegiéndolos del coronavirus”, manifiesta la presidenta de FUNDADEPS.
¿Celebrar la Navidad más tarde, una vez vacunados frente al COVID-19?
A la vista de la dilatada lista de medidas preventivas anticontagio, y en virtud de la gran capacidad de adaptación que suele mostrar el ser humano, uno podría llegar a pensar que lo más prudente sería esperar a que llegaran las vacunas y celebrar una reunión familiar plácida y más concurrida aunque fuera, por ejemplo, en primavera, con los comensales ya vacunados (o como mínimo vacunados los ancianos y personas más vulnerables). “Efectivamente, eso sería lo deseable -afirma Sáinz-. Pero sabemos -matiza a renglón seguido- que muchas personas mayores han pasado y pasan miedo; son personas que pueden haberse encontrado en una situación de soledad, que recuerdan siempre a la familia, que piensan que estas fiestas podrían ser muy especiales, etc. También la infancia suele vivir las fiestas de la Navidad como un recreo donde hay dulces y regalos. Asimismo, habrá familias que estos días revivirán dolorosamente la pérdida de seres queridos y que necesitarán del calor familiar. Habrá personas y familias en duelo deseando que su dolor pase cuanto antes”.
“Seguir y seguir contando situaciones individuales o grupales, fuera o dentro de la familia, podría no tener fin. Hay tanta variedad y posibilidades como personas que vivimos con el deseo, por un lado, de tener ya puesta la vacuna contra la enfermedad de la COVID-19, y por otro que la pandemia haya bajado su potencial infectivo porque tengamos muchas personas con inmunidad adquirida (estudios de seroprevalencia) que nos sirvan como barrera de grupo humano. Como en todas las pandemias, cuando dispongamos de la vacuna bioquímica o física del coronavirus para prevenir la infección y la enfermedad, dicha vacuna tendrá que seguir unida a ‘la vacuna educativa’ (la información individual + la actitud positiva de defenderse y defender a la familia a través de nuestros comportamientos higiénicos y de prevención). Así pondremos una parte de seguridad y de sentido común en la realidad que nos ha tocado vivir”, concluye la Dra. Sáinz.