Dr. Guillermo Álvarez Calatayud / Redacción Farmacosalud.com
Según el Dr. Guillermo Álvarez Calatayud, presidente de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos (SEMiPyP), “cada vez son más los profesionales sanitarios (sobre todo, médicos y farmacéuticos) que recomiendan emplear probióticos en diversas enfermedades, generalmente digestivas”, empleándose también en los ámbitos de alergia y patología de la mujer (vulvovaginitis y mastitis). En cuanto a los prebióticos, su uso de momento está reservado para trastornos funcionales digestivos o en diversas enfermedades hepáticas, “aunque también se incorporan en las fórmulas lácteas de los lactantes”, refiere el experto, quien añade que, a la vista de los estudios existentes sobre obesidad, síndrome metabólico o osteoporosis, “seguramente serán más empleados en un futuro”.
La aparición de los nuevos conceptos ‘paraprobióticos’ y ‘postbióticos’ ha merecido, de igual modo, la atención del Dr. Álvarez Calatayud, a su vez especialista en Gastroenterología y Nutrición Pediátrica del Hospital Materno Infantil Gregorio Marañón (Madrid). De los primeros argumenta que “son bacterias muertas o inactivadas, pero con actividad metabólica, que han demostrado beneficios para la salud”, mientras que de los segundos explica que son metabolitos que, generados por la microbiota autóctona o los mismos probióticos, “presentan también beneficios para la salud”.
-¿En general, en qué momento se encuentra la aplicación de los probióticos para la mejora de la salud?
Cada vez son más los profesionales sanitarios (sobre todo, médicos y farmacéuticos) que recomiendan emplear probióticos en diversas enfermedades, generalmente digestivas. Hay mucha evidencia de su utilización en diversos tipos de diarrea como en las infecciones gastrointestinales, tanto en niños como en adultos, para prevenir la diarrea asociada a los antibióticos (a cualquier edad), y en la prevención de la diarrea del viajero. También se usan en diversos trastornos funcionales como el cólico del lactante o el síndrome del intestino irritable o en la enfermedad inflamatoria intestinal. Su empleo se ha extendido a pacientes alérgicos o en patología de la mujer (vulvovaginitis y mastitis).
-¿Y en qué momento se encuentran los prebióticos?
El uso de prebióticos parece que, de momento, está reservado para trastornos funcionales digestivos como el intestino irritable y el estreñimiento o en diversas enfermedades hepáticas, aunque también se incorporan en las fórmulas lácteas de los lactantes. De hecho, la leche materna contiene los primeros prebióticos que ingerimos, los oligosacáridos de la leche materna (HMO son sus siglas en inglés). Hay que apuntar que, a nivel de investigación, sí hay muchos estudios en la prevención de la obesidad, el síndrome metabólico o la osteoporosis, por lo que seguramente serán más empleados en un futuro.
-Una encuesta [1] pone de manifiesto que el 80% de los profesionales de salud pediátricos conoce y distingue correctamente el concepto de probióticos y prebióticos. ¿Hasta qué punto puede aprovechar la pediatría los beneficios que aportan esos complementos nutricionales?
Los pediatras son una de las especialidades médicas más familiarizadas con el uso de probióticos y prebióticos, seguramente por la importancia que tiene el desarrollo de la microbiota en los primeros años de vida. Prácticamente todas las fórmulas lácteas infantiles contienen estos suplementos nutricionales. Además, se usan en muchas patologías digestivas, alérgicas o en la prevención de las infecciones. Por ello, es común que muchos pediatras prescriban estos preparados también en el niño sano, como los niños que acuden a las guarderías.
-¿Qué papel está jugando la medicina de familia en la difusión de probióticos y prebióticos?
También, cada vez se van utilizando más por parte del médico general. Nuestra Sociedad ha puesto en marcha un curso de formación conjuntamente con SEMERGEN (Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria), su sociedad científica, con gran seguimiento e interés por parte de estos profesionales sanitarios. Al poder emplearse en numerosas patologías, desde el niño al anciano, su uso cada vez es mayor. Las principales indicaciones son para la prevención de la diarrea asociada a los antibióticos, muy prescritos en Atención Primaria, y para tratar patologías funcionales digestivas.
-En los últimos tiempos está surgiendo un nuevo concepto, el de los ‘paraprobióticos’. ¿Qué son y qué utilidad tienen?
Son bacterias muertas o inactivadas, pero con actividad metabólica, que han demostrado beneficios para la salud del que los consume. Se han incorporado como suplementos a las fórmulas lácteas infantiles. De momento, hay más estudios experimentales que clínicos. Su principal aplicación será para prevenir el desarrollo del sobrepeso y la obesidad del adulto, actuando desde la primera infancia.
-Otra palabra que se está poniendo de moda es ‘postbióticos’… ¿Qué evidencias presentan?
Se refieren a los metabolitos generados por la microbiota autóctona o los mismos probióticos. Los postbióticos presentan también beneficios para la salud. Aunque, de momento hay pocos estudios, cada vez hay más investigaciones. Las investigaciones nos hacen augurar un prometedor futuro para su uso. Además de su eficacia, contarían con cierto perfil de seguridad, al no tratarse de bacterias vivas. También se piensa en su uso en fórmulas lácteas infantiles con un carácter preventivo de las enfermedades crónicas no trasmisibles como la obesidad, la arterioesclerosis, la diabetes o el cáncer.
-¿Todavía hay profesionales de la salud que ponen en duda la evidencia científica de los probióticos y prebióticos?
Eso es debido a que hay muchos metaanálisis y ensayos clínicos con poco poder estadístico, con mucha heterogeneidad en los estudios analizados, ya que se generalizan todas las cepas y los pacientes reclutados no son muy homogéneos. La publicación de dos artículos[2,3] y una editorial en noviembre de 2018 en una revista de alto impacto como el ‘New England Journal of Medicine’ poniendo en duda la eficacia de las cepas probióticas con mayor evidencia en la diarrea aguada en un Servicio de Urgencias Pediátricas -y a pesar de no ser estudios metodológicamente muy correctos- tuvo una gran repercusión tanto entre los profesionales como en la prensa general, lo que ha hecho mucho daño a la industria.
-El alcance de los probióticos llega ya hasta la acuicultura [4], sostenía usted mismo tiempo atrás. ¿A qué nivel se ha llegado ya en relación al uso de dichos complementos nutricionales en el mundo de la acuicultura y la veterinaria en general?
Los que nos dedicamos a la Medicina Humana no nos enteramos mucho de los avances en Medicina Animal, pero cada vez hay más aplicaciones clínicas del empleo de probióticos en Veterinaria. Nuestra Sociedad organiza todos los años un taller en el workshop anual y va a publicar un libro sobre el tema próximamente, que seguramente será presentado en nuestro próximo Workshop anual a celebrar en Granada del 12 al 14 de febrero de 2020.
Referencias
1. Sociedad Española de Probióticos y Prebióticos (SEPyP). “Encuesta sobre Probióticos y prebióticos”. Noviembre 2017.
2. Stephen B. Freedman, Sarah Williamson-Urquhart, Ken J. Farion, et al. Multicenter Trial of a Combination Probiotic for Children with Gastroenteritis. N Engl J Med 2018; 379:2015-2026. DOI: 10.1056/NEJMoa1802597 https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1802597
3. David Schnadower, Phillip I. Tarr, T. Charles Casper, eta. Lactobacillus rhamnosus GG versus Placebo for Acute Gastroenteritis in Children. N Engl J Med 2018; 379:2002-2014. DOI: 10.1056/NEJMoa1802598 https://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1802598
4. www.farmacosalud.com. ‘El alcance de los probióticos llega ya hasta la acuicultura’. Noticia con declaraciones. Febrero 2018. http://farmacosalud.com/el-alcance-de-los-probioticos-llega-ya-hasta-la-acuicultura/