Redacción Farmacosalud.com
Actualmente, la cirugía para la presbicia o vista cansada procede en determinados casos: “a partir de los 55 años se puede quitar el cristalino de la persona con la vista cansada y sustituirlo por un cristalino artificial, que puede ser bifocal o trifocal. Con ambos, se puede conseguir que el paciente pueda ver de lejos, de cerca, incluso a media distancia, con muy buenos resultados y pocas posibilidades de complicaciones”, indica el profesor Luis Fernández-Vega, presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO). Si bien hoy en día no todas las personas pueden ser tratadas contra la presbicia, sí que existe “un porcentaje muy elevado de la población, aquellas personas que no quieran depender de las gafas,” que es tratada “con muy buenos resultados”, señala Fernández-Vega. “Probablemente, en un futuro próximo esto se vaya mejorando y se consigan otro tipo de lentes con las que cada vez sean menores los efectos secundarios”, con el fin último de que “esta técnica se universalice más”, ha añadido.
El profesor hace un especial hincapié en las nuevas técnicas quirúrgicas para las enfermedades de córnea y superficie ocular. “Hoy en día los trasplantes de córnea ya no se hacen como antes, que eran penetrantes -se quitaba la córnea completa y se sustituía por una córnea también completa-; hoy en día se hacen trasplantes de córnea laterales: si está afecta la parte anterior de la córnea, se va a trasplantar solamente la parte anterior, y si se tiene afectada la parte posterior, se trasplanta solamente la parte posterior”. En el siguiente vídeo, el presidente de SEO detalla las grandes ventajas que ofrece este tratamiento.
A medio plazo, avances en córneas sintéticas
Además, “la oftalmología va a permitirnos probablemente en un futuro a medio plazo -prosigue Fernández-Vega- el desarrollo de tejidos, como el corneal (córneas sintéticas), que nos puedan favorecer la realización de trasplantes de córnea, o también de células retinianas, que puedan favorecer trasplantes de partes de la retina, incluso para la degeneración macular. Es un área terapéutica que puede ser muy importante, aunque todavía está en fases iniciales en lo que se refiere a su aplicación clínica; hay que esperar unos años para que esto sea verdaderamente eficaz”. La investigación en el ámbito oftalmológico también se centra actualmente en el tratamiento de enfermedades como el glaucoma.
En cuanto a los pacientes con baja visión (persona que ha agotado ya todas las posibilidades de tratamiento y tiene una baja visión), el profesor resalta la existencia de artilugios ópticos diseñados para que “ese paciente pueda desenvolverse mejor”. Por ejemplo, hay lupas de distintos tipos con las que, si bien no se puede leer “con mucha claridad”, sí se “puede mejorar” de algún modo la calidad de vida de esa persona, según explica.
El nervio óptico, ‘frontera’ oftalmológica que queda por conquistar
Para Fernández-Vega, los progresos terapéuticos que se están consiguiendo en el ámbito de la oftalmología no ocultan la permanencia de “algunas ‘fronteras’: fundamentalmente la frontera del nervio óptico, porque por mucho que hagamos, si el nervio óptico está atrófico o cortado, sería imposible transmitir la señal luminosa”. Por tanto, uno de los retos de futuro es lograr la restauración de dicho nervio óptico. Otro caso complejo es el de la uveítis*, “cuya causa puede estar en cualquier parte del organismo”, por lo que “es difícil encontrar la etiología (la causa que la produce)”, admite. Tanto es así, que en prácticamente el 50% de casos de uveítis no se puede determinar su causa. Y a pesar de que se han producido avances en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, “todavía queda un porcentaje elevado” de pacientes en los que la etiología de la patología es “de difícil” localización y, en consecuencia, el tratamiento resulta igualmente “difícil”, agrega Fernández Vega.
El presidente de SEO ha atendido a www.farmacosalud.com con motivo de la reciente celebración en Bilbao del 90 Congreso de esta sociedad médica. Por la reunión han pasado cerca de 3.000 personas, “una cifra muy importante para un congreso de nuestras características”, afirma el profesor, quien considera que el programa científico del encuentro ha sido “muy completo”.
* Uveítis: inflamación de la úvea, lámina del ojo que suministra la mayor parte del flujo sanguíneo a la retina