Redacción Farmacosalud.com
El documento titulado ‘Consenso para la mejora de la atención integral de los pacientes con Insuficiencia Cardiaca Aguda’, elaborado por la Sociedad Española de Cardiología (SEC), la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), reclama a la Administración sanitaria que la atención a la insuficiencia cardiaca sea considerada igual de urgente que la del infarto. También se pide que se implante una atención estructurada para realizar el seguimiento de los pacientes de insuficiencia cardiaca tras el alta hospitalaria, dado que el 40% de estos enfermos vuelven a ingresar en los meses posteriores. “La tasa de reingreso es muy alta. Significa que el tratamiento y el control a nivel hospitalario de estos pacientes no se está haciendo bien”, afirma el doctor Nicolás Manito, ex presidente de la Sección de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante de la SEC, jefe clínico de la Unidad de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante Cardiaco del Hospital de Bellvitge (l’Hospitalet de Llobregat, en Barcelona) y uno de los coordinadores del mencionado documento de consenso.
La insuficiencia cardiaca es un síndrome clínico que se manifiesta cuando se registra un fallo en el corazón, entendido este órgano como una bomba que impulsa la sangre. La reducción de fuerza de la bomba cardiaca puede instaurarse de forma crónica o bien aparecer de forma aguda. Si es de forma aguda, el paciente tiene síntomas de ahogo y de cansancio severos que obligan a una atención urgente. Este enfermo entra en una situación en la que empieza a fallar no sólo el corazón, sino otros órganos que dependen de él, como los riñones, hígado o pulmones, por lo que se requiere un tratamiento urgente en un hospital para descongestionar dichos órganos y dar apoyo al corazón. “Se sabe que los pacientes que ingresan en un hospital con esos síntomas pueden llegar a tener una mortalidad de entre un 10-15% durante el ingreso. Por lo tanto, estamos hablando de una enfermedad muy grave. Uno de cada cuatro pacientes que ingresan en hospital por insuficiencia cardiaca aguda han muerto al año de seguimiento”, asegura Manito en declaraciones a www.farmacosalud.com.
“La causa número 1 de ingreso hospitalario, la insuficiencia cardiaca”
El infarto, que se caracteriza por dolor torácico intenso, se produce cuando la sangre que llega al corazón a través de la arteria coronaria se ocluye de forma aguda por una placa de grasa o por un trombo, de manera que hay una parte del corazón que se queda sin sangre. La falta de riego sanguíneo causa estragos en la zona infartada, las células del corazón se deterioran y mueren y eso, a su vez, provoca un fallo de la bomba del corazón que puede desembocar en una “insuficiencia cardiaca muy avanzada y muy grave. El infarto es una de las causas importantes de insuficiencia cardiaca aguda y de insuficiencia cardiaca en general”, comenta el cardiólogo. En el Código Infarto, la prioridad es desobstruir la arteria y atender esa urgencia con la máxima rapidez posible con el objetivo de mejorar el pronóstico del paciente y mejorar los índices de supervivencia. “El equiparable a este Código Infarto, que es esta rápida atención, sería un Código Insuficiencia Cardiaca Aguda… significaría que cuando un paciente de estos llega a un hospital debe ser atendido de forma precoz y urgente para evitar una mortalidad alta”, señala el experto.
Desde un punto de vista puramente ciudadano, cuando alguien menciona la palabra ‘infarto’ se suele pensar en una ambulancia y un hospital, temiéndose a menudo el peor de los desenlaces para el paciente. En cambio, cuando se habla de ‘insuficiencia cardiaca’, parecen suavizarse las cosas, como si se tratara de una enfermedad que, si bien grave, da más oportunidades a quien le afecta. A juicio del doctor Manito, “durante muchos años ha habido desconocimiento sobre la insuficiencia cardiaca”, mientras que el infarto ha sido visto tradicionalmente como una patología “mucho más aparatosa”. “Pero en los últimos años la insuficiencia cardiaca cada vez se diagnostica más, mientras que los infartos se han ido estabilizando y no ha habido un aumento de su incidencia ni de su prevalencia. Cada vez hay más insuficiencia cardiaca porque ha ido envejeciendo la población. La causa número 1 de ingreso hospitalario actualmente es la insuficiencia cardiaca. Antes no era así. Los pacientes de insuficiencia cardiaca no son sólo un problema de enfermedad crónica… llegan también al hospital en ambulancia”, explica Manito. Para el facultativo, “los propios cardiólogos no le han dado la suficiente importancia a la insuficiencia cardiaca, se ha enfocado como un problema de una enfermedad crónica, de gente mayor, como si no tuviera… digamos, tanto… ‘encanto’* para la sociedad como el infarto o los dispositivos mecánicos” creados para tratar las patologías cardiacas más graves.
Los expertos reclaman una atención estructurada
Manito remarca -en unas declaraciones difundidas por la SEC- que “el Código Infarto ha marcado un antes y un después en el tratamiento del infarto, con una reducción de la mortalidad por esta causa de hasta un 50% en los últimos diez años. Con la aplicación de este consenso esperamos una reducción de la mortalidad, reingreso y costes sanitarios derivados de la insuficiencia cardiaca de entre un 25% y un 50% en los próximos años".
Las reclamaciones recogidas en el documento de Consenso van dirigidas a “todas las consejerías de sanidad de las comunidades autónomas, porque lo que se está pidiendo es una vía clínica”, es decir, que en todo momento se sepa qué hacer cuando un afectado de insuficiencia cardiaca ingresa en un hospital”, sostiene Manito desde www.farmacosalud.com; en resumen, se quiere que “haya una atención estructurada” con el fin de que un paciente “esté bien diagnosticado, bien tratado y al alta esté bien controlado”. De hecho, hoy por hoy el 40% de los pacientes ingresados en centros hospitalarios por insuficiencia cardiaca vuelven a ingresar en los meses posteriores. “La tasa de reingreso después de haber sido dado de alta es muy alta. Significa que el tratamiento y el control a nivel hospitalario de estos pacientes no se están haciendo bien”, afirma el doctor. Por si esto fuera poco, únicamente el 20% de los enfermos -según datos de la SEC- que obtienen el alta hospitalaria tras un episodio de insuficiencia cardiaca lo hacen con una cita con un cardiólogo a la semana siguiente o a las dos semanas, lo que demuestra que “la atención al paciente no está estructurada, no está protocolizada en la mayoría de hospitales para este tipo de pacientes”, indica Manito. Lo ideal sería que un enfermo dado de alta fuera visitado por un especialista en menos de 15 días, con el objetivo de efectuar un seguimiento riguroso de la enfermedad.
“Si evitamos los reingresos se ahorraría mucho dinero”
La atención estructurada supone invertir más dinero público en especialistas en insuficiencia cardíaca. También implica invertir en personal de enfermería, que es el encargado de “’educar’ (médicamente hablando), controlar, y enseñar la medicación a los pacientes de esta patología", precisa el cardiólogo. Para el doctor, los recortes en Sanidad derivados de la crisis económica no deben ser un obstáculo. O sea, de alguna manera estaría apelando a la expresión ‘a veces lo barato sale caro’: “no se dan cuenta de que cuando un paciente ingresa, tiene un coste importantísimo para un hospital. Si evitamos los reingresos se ahorraría mucho dinero”.
La insuficiencia cardiaca está asociada a un alto grado de comorbilidad, ya que los pacientes padecen otras enfermedades asociadas como diabetes, EPOC, insuficiencia renal, anemias, hipertensión, arritmias o enfermedad arterial coronaria. Según Manito, “hemos visto cada vez más que los pacientes que tienen una edad avanzada son los que tienen esas comorbilidades”, con lo que “hay que priorizar especialmente a esos pacientes en las áreas de medicina interna y geriatría”, mientras que el enfermo “más joven (sin tantas comorbilidades) va más al área de cardiología”.
* 'Encanto' entendido como capacidad de llamar la atención