Redacción Farmacosalud.com
El Dr. Lorenzo Armenteros del Olmo, portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), arroja luz a través de www.farmacosalud.com con respecto al significado y pormenores del término insolación (elevación de la temperatura corporal por exposición al sol) y el denominado golpe de calor (proceso agudo y complejo ante una exposición a una alta temperatura, haya o no haya sol de por medio).
-¿En general, la gente confunde una insolación con un golpe de calor?
• En general, sí. Son dos términos casi sinónimos: la insolación se define como el efecto directo del sol sobre el organismo (puede causar quemaduras en la piel por una larga permanencia bajo los rayos solares), mientras que el golpe de calor es un proceso agudo y complejo ante una exposición a una alta temperatura.
• La insolación está originada por una elevación de la temperatura corporal y está asociada a una exposición al sol. En cuanto al golpe de calor, es una alteración que se puede padecer debido al efecto de los rayos solares pero también sin estar sufriendo una insolación o por efecto del sol, ya que si un individuo permanece dentro de una habitación sin ventilación o sin aire acondicionado por encima de los 45 grados -o dentro de un coche sin ventilación ni climatización- y no luce el sol, sino que hace bochorno (calor sofocante aunque el día esté nublado), puede sufrir perfectamente un golpe de calor
-¿Cuáles son los síntomas de la insolación y del golpe de calor?
• Los síntomas de ambas alteraciones pueden ser prácticamente iguales. Ambas sintomatologías son consecuencia de dos procesos: la elevación de la temperatura de la sangre y el cuerpo y el cuadro de deshidratación generado
• la elevación de la temperatura por encima de los 40 grados centígrados puede dar lugar a estupor, adormilamiento, mareo, sensación de pérdida de conciencia o malestar (la sangre llega más despacio al cerebro), náuseas, vómitos…
• la pérdida masiva de líquidos -como podría ser debido a una sudoración profusa- puede causar trastornos electrolíticos que, a su vez, pueden dar lugar a:
- alteraciones en las conexiones de las neuronas
- trastornos en las conexiones con las fibras cardíacas, lo que puede producir arritmias en forma de bradicardias (reducción de la frecuencia cardíaca) o taquicardias (incremento de la frecuencia cardíaca)
- aparición de daños en el riñón, pudiendo llegar a sufrirse una insuficiencia renal aguda (el riñón deja de filtrar al no tener contenido suficiente debido a la pérdida masiva de líquidos a través del sudor)
• sudoración abundante o bien incluso piel seca porque ya se ha reducido o eliminado la capacidad del organismo de termo-regular a través del sudor
• puede observarse incluso sudor frío, pupilas dilatadas y boca seca
• sensación de pérdida continuada y progresiva de la conciencia con incapacidad para moverse y cansancio extremo, e incluso pérdida de conciencia
-¿Cómo se previenen ambas alteraciones?
La insolación y el golpe de calor se previenen, básicamente, tomando las siguientes medidas:
• evitando la exposición excesiva al sol, principalmente en los horarios de mayor alcance térmico (mediodía)
• realizando descansos para beber líquidos en caso de que, por motivos laborales, haya que trabajar al aire libre en condiciones de calor extremo
• no haciendo -si es posible- esfuerzos exagerados bajo el sol o en situación de claro bochorno (puede que no luzca el sol)
• usando crema protectora solar
• cubriéndose la cabeza con gorra o sombrero
• hidratándose de manera adecuada (recuperar lo que se va perdiendo; en algunos casos, el afectado por tales alteraciones térmicas ni tan siquiera es consciente del problema, dado que si la temperatura es muy alta, ni siquiera percibe el sudor porque éste rápidamente se evapora. Así pues, puesto que el tipo de hidratación que se requiere para evitar esos cuadros no coincide con el proceso de beber agua cuando se tiene sed, lo que hay que hacer es beber agua de una forma periódica -cada cierto rato- hasta lograr la recuperación del líquido que se ha ido perdiendo)
• vistiéndose con ropa ancha y ligera, de colores claros
-¿En caso de insolación, qué hay que hacer?
• en primer lugar, ver los signos vitales del paciente y comprobar si respira por sí mismo, si tiene pulso, si responde a los estímulos, si puede hablar o no… si estuviera en parada cardiorrespiratoria, se necesitaría apoyo inmediato de un recurso sanitario tipo Emergencias
• llevar a la persona afectada a un sitio fresco
• liberar al paciente de ropa excesiva
• empezar a enfriar la piel y, si la persona puede beber agua, que la ingiera poquito a poquito
• bajar la temperatura por medio de la aplicación de fomentos frescos (paños exteriores) por todo el cuerpo o con pulverización fina (spray con agua) para formar una película sobre la capa cutánea (nunca debe lanzarse al paciente a una piscina o meterlo en una bañera con agua muy fría porque podría provocarse un choque térmico y una vasoconstricción excesiva, con lo que el daño sería aún más grave. De modo que hay que intentar que la temperatura baje de forma paulatina)
• colocar al paciente en una posición de seguridad lateralizada, para que la lengua no pueda irse para atrás o para impedir un atragantamiento por cualquier objeto que pueda haber en la cavidad bucal
• independientemente de que la persona afectada vaya recuperándose, es necesario que se someta a un estudio médico con más profundidad
• En caso de insolación leve, acudir igualmente al médico
-¿Y si se sospecha de un golpe de calor, cómo se debe proceder?
• Prácticamente hay que hacer lo mismo que en una insolación. Lo que ocurre es que, a veces, el golpe de calor es muy brusco y va asociado a una pérdida de conciencia. Si este fuera el caso, debe avisarse rápidamente a Emergencias o acudir a Urgencias
• Si el golpe de calor se produce en un escenario laboral, liberar al paciente de la ropa de trabajo térmicamente inadecuada
• En caso de que el sujeto esté inconsciente, liberar las vías aéreas para que pueda respirar por sí mismo