“Yo soy de los que piensan que en los próximos 25-30 años, las enfermedades cardiovasculares van a ser una enfermedad rara como ha podido pasar con las enfermedades infecciosas, que fueron la principal causa de muerte y ahora, afortunadamente, son importantes pero una rareza”. Así de optimista se ha mostrado en declaraciones en exclusiva a farmacosalud.com, Fernando Civeira, presidente de la Sociedad Española de Arterioesclerosis (SEA), a la hora de lanzar un mensaje a la población en general en nombre de dicha sociedad científica.
Civeira ha realizado esas manifestaciones basándose en el hecho de que la investigación en el campo de las dolencias cardiovasculares “es extraordinariamente potente” y “se está mejorando en el conocimiento” de tales afecciones, al tiempo que “se van incorporando nuevos fármacos para suplir los huecos” terapéuticos.
Hacia la prevención de los factores de riesgo y el tratamiento precoz
Con respecto al XXVII Congreso Nacional de SEA, celebrado en Barcelona, Civeira ha destacado una conferencia dedicada a la importancia de la dieta mediterránea (en especial el aceite de oliva y los frutos secos) en la prevención de las dolencias cardiovasculares, y las sesiones relativas a los nuevos fármacos para el colesterol, como los inhibidores de PCSK9 -proteína que controla el receptor LDL- y lomitapida, un fármaco diseñado para “enfermos que son escasos pero que tienen mutaciones muy graves en el receptor LDL (pacientes de hipercolesterolemia familiar homocigota)”.
Según las estadísticas, entre el 25 y el 45% de los fallecimientos en países industrializados están relacionados con complicaciones de la arterioesclerosis. Para combatir esas cifras, el presidente de SEA lo tiene claro: “Tenemos que ir hacia la prevención de los factores de riesgo y al tratamiento precoz en aquellos que los tengan {…}, tenemos que reducir drásticamente el número de fumadores y el sobrepeso y la obesidad, porque son dos elementos que en este momento favorecen muchísimo el desarrollo de hipertensión, diabetes e hipercolesterolemia”.
“Todos deben conocer su colesterol, igual que su tensión arterial”
Para Civeira, el descubrimiento más importante de los últimos 20 años en el tratamiento de la arterioesclerosis “es el poder de reducción del colesterol LDL (colesterol ‘malo')”. “Todo el mundo tiene que conocer su colesterol, no sólo el total, sino su colesterol LDL”, prosigue, “igual que debe conocer su tensión arterial”.
El presidente de la SEA también ha quitado hierro al hecho de que algunas voces del ámbito médico consideren que, en España, las dislipemias constituyen un proceso infradiagnosticado, infratratado e infracontrolado. Civeira no cree que se esté tan mal en ese ámbito, entre otras razones porque “cada vez diagnosticamos más y mejor”, y eso se traduce en que las “enfermedades cardiovasculares, aun siendo la principal causa de muerte, están disminuyendo”, por lo que se puede deducir que “estamos acertando con las recetas”. “El único ‘pero’ que se puede poner es que quizás vamos un poquito lentos, quizás podríamos aplicar determinadas medidas a un mayor grupo de población, sobre todo en sujetos de alto riesgo, y ser todavía algo más agresivos en los tratamientos”, según ha señalado.
Los anticuerpos monoclonales, para los que no toleran las estatinas
Finalmente, el presidente de la Sociedad Española de Arterioesclerosis no cree que los nuevos anticuerpos monoclonales vayan a sustituir a las estatinas. “Las estatinas reducen el colesterol y sabemos que reducen la mortalidad y un montón de enfermedades”, por lo que “es muy poco probable que en los próximos 20-25 años ningún otro fármaco llegue a sustituir a las estatinas”, ha indicado. Otra cosa son los pacientes que no se controlan bien con los medicamentos ‘estatínicos’ o, sencillamente, no los toleran: “Es ahí {…} donde los anticuerpos monoclonales van a tener un papel decisivo; por tanto, no son sustitutos, son coadyuvantes o compañeros de viaje”, ha detallado Civeira.