Redacción Farmacosalud.com
Cinco sociedades científicas, con la colaboración de GSK, han elaborado el documento ‘Criterios de Derivación de Pacientes con Asma’, un trabajo científico de gran relevancia que busca mejorar la atención de estos pacientes y evitar fallos en el control de su patología. Así, se pretende afinar en el diagnóstico y tratamiento de los asmáticos con el fin de proporcionarles una mejor calidad de vida y contribuir a unificar los aspectos más prácticos del manejo de la afección en los diferentes niveles asistenciales. A grandes rasgos -y de acuerdo con el documento de consenso-, se podría plantear un motivo de derivación “cuando no se puede realizar diagnóstico de certeza en Atención Primaria", cuando "existe una sospecha de implicación de alergia", o bien cuando "no se alcanza el control a pesar de instaurar el tratamiento adecuado”, especifica en declaraciones a www.farmacosalud.com el Dr. Javier Domínguez, coautor del texto y miembro de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
El Dr. Javier Domínguez sostiene que la nueva “guía supone un soporte científico excelente para consensuar los procedimientos de derivación en pacientes con asma entre Atención Primaria y Alergología, ya que en un porcentaje muy alto de pacientes de asma el origen es alérgico”. Por ello, “tener un diagnóstico adecuado, estructurado y especializado es fundamental para conseguir dar con la medicación correcta, poder evitar crisis o poner un tratamiento de inmunoterapia en los casos oportunos”, agrega.
Po su parte, el Dr. José Luis Llisterri, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), apunta que “la posibilidad de disponer de unos criterios de derivación en asma consensuados, claros y bien establecidos que faciliten la coordinación de los distintos niveles y de los profesionales implicados en el cuidado del paciente asmático, hace factible una continuidad asistencial más eficiente, favorece una mejor atención y permite un uso más racional de los recursos existentes”.
Una docena de expertos implicados en el texto
El documento ha sido elaborado por una docena de expertos de las cinco principales sociedades científicas de las especialidades más implicadas en el tratamiento del asma: las ya mencionadas SEAIC y SEMERGEN, la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC); la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
“Son cinco Sociedades, dos de atención especializada (SEPAR y SEAIC), y tres de Atención Primaria (SEMG, SEMERGEN y semFYC). 12 autores, todos con amplia experiencia clínica y científica en el campo del asma, hemos estado trabajando casi un año para llegar a un consenso de derivación de pacientes con asma entre ambos niveles asistenciales: de Atención Primaria a Especializada pero también -y eso es relevante y habla del alto grado de consenso alcanzado- de Especializada a Primaria. Resulta crucial apartar las posibles diferencias en el enfoque de la actuación profesional y, de hecho, en el consenso se ha situado al paciente en el centro del proceso. Se ha tomado como base la guía española de manejo del asma y se han analizado las situaciones en las que es necesario proceder a la derivación del paciente, intentando hacer un documento eminentemente práctico que permita a cualquier médico que atiende a pacientes con asma, poder valorar de manera sencilla si debe o no derivar”, señala Domínguez.
“Esto, sin duda -prosigue-, tendrá su principal repercusión en el propio paciente, puesto que se beneficia en salud si mejora el control de su enfermedad”. Asimismo, se beneficia el “sistema, que es más eficiente por menor uso de recursos no programados y evitación de derivaciones innecesarias. Quiero además destacar que GSK ha actuado como patrocinador del proyecto pero no ha participado en el proceso de consenso, ya que en todo momento se ha respetado nuestra independencia como grupo”, subraya el miembro de SEAIC.
“Controlar el asma no resulta fácil en todos los casos y no hay una solución concreta”
El asma es una de las enfermedades crónicas más prevalentes en España y en todo el mundo. Afecta a más del 5% de la población adulta y a un 10% de la población infantil. A pesar de que con los tratamientos disponibles en la actualidad la mayor parte de los pacientes podrían estar controlados y hacer una vida normal, factores como la falta de diagnóstico o una deficiente adherencia a la medicación lo impiden. “Controlar el asma no resulta fácil en todos los casos y no hay una solución concreta. Se trata de un problema que no tiene una única dimensión. A veces, el paciente no ve su enfermedad como proceso crónico porque la propia variabilidad del asma hace que, especialmente en los pacientes menos graves, haya periodos en los que apenas se presentan síntomas y esto dificulta la adhesión terapéutica y las visitas regulares al médico; otras veces pueden no identificarse o controlarse las comorbilidades que influyen en el asma”, explica el Dr. Domínguez.
Los fallos en el diagnóstico también son frecuentes. Se estima que hasta el 50% de los casos de asma no están diagnosticados. Sin embargo, entre el 25 y el 35% de los diagnósticos resultan ser erróneos[1]. Para el experto, la explicación de todo ello es que “los síntomas sugerentes de asma no son muy específicos. Tos, disnea, sibilancias y opresión torácica pueden estar presentes en otras enfermedades y, además, el asma es una enfermedad en sí misma variable en su presentación, por lo que si no se diagnostica adecuadamente un porcentaje de los pacientes pueden estar mal clasificados como asmáticos”.
Una patología que plantea una importante complejidad asistencial
El nuevo documento hace un recorrido por todo el proceso de abordaje del paciente asmático, desde el diagnóstico al seguimiento de la enfermedad, pasando por el tratamiento y el control. Los representantes de las sociedades científicas que han presentado el texto destacan la ‘complejidad’ de la asistencia a esta patología. En concreto, el Dr. Llisterri remarca que “el asma no sólo es una enfermedad muy frecuente, sino que también plantea una importante complejidad asistencial”. Para hacerle frente y proporcionar la mejor atención a los pacientes, “la colaboración entre los diferentes profesionales sanitarios es crucial”, asegura el Dr. Carlos A. Jiménez-Ruiz, presidente de SEPAR. Esta sociedad científica da gran valor al trabajo conjunto en este documento, cuya principal novedad es que “señala de manera precisa cuáles deben ser las pautas y los momentos en los que cada uno de los profesionales sanitarios involucrados en el diagnóstico y tratamiento del asma debemos intervenir”, añade Jiménez-Ruiz.
El papel de los médicos de familia es muy relevante en todo el proceso de asistencia a la persona asmática. Para el Dr. Salvador Tranche, presidente de semFYC, el conocimiento por parte de estos profesionales “de los cuestionarios de síntomas, de las exploraciones funcionales respiratorias, de las novedades en cuanto a clasificación y control de estas enfermedades, de las numerosas novedades terapéuticas para un mejor y más dirigido tratamiento farmacológico y no farmacológico para cada paciente ‘individual’, de la necesidad de controlar también el grado de adhesión al tratamiento prescrito, es un objetivo necesario que puede conseguirse con un apropiado programa formativo”.
La implicación del médico de Familia, fundamental para la calidad de vida del asmático
El Dr. Antonio Fernández-Pro, presidente de la SEMG, asegura que “la implicación del médico de familia, tanto en el diagnóstico como en el seguimiento, es fundamental" a la hora de "conseguir una buena calidad de vida en el paciente asmático con el correcto control de los síntomas”. El control se define, de acuerdo con los criterios del consenso, por la capacidad de prevenir síntomas diurnos o nocturnos, el uso frecuente de medicación de rescate, el mantenimiento de una función pulmonar normal y la ausencia de limitaciones para la vida laboral o social[2].
La Neumología tiene un papel especialmente relevante en el manejo del asma grave al plantearse un amplio diagnóstico diferencial que requiere, en muchos casos, de la realización de pruebas especializadas como la broncoscopia y el estudio funcional respiratorio ampliado con volúmenes pulmonares y difusión para descartar otras patologías pulmonares con síntomas superponibles, así como el planteamiento de estrategias de tratamiento como los nuevos fármacos con anticuerpos monoclonales. La guía subraya que el objetivo del tratamiento es lograr 'un control temprano del asma, además de prevenir las exacerbaciones (crisis) y la obstrucción crónica al flujo aéreo, y así minimizar la mortalidad'. De este modo, el texto establece que el tratamiento se debe mantener o intensificar mientras sea necesario, haciendo un especial énfasis en la comprobación de la técnica de inhalación y adhesión al tratamiento[3].
Todos los ponentes coinciden en la importancia de la colaboración entre diferentes niveles asistenciales y especialidades. Para el doctor Fernández-Pro, la presentación del consenso “supone un paso importante, tanto en el control de la enfermedad como en el mejor entendimiento entre los diferentes niveles asistenciales. La SEMG lo tuvo claro desde el principio y ha tenido la satisfacción de coordinar todo el proceso de elaboración de este valioso documento”.
Referencias
1. Criterios de Derivación en Asma. Documento de Consenso. © 2018 SEAIC, SEMERGEN, semFYC, SEMG, SEPAR. Pág. 14.
2. Criterios de Derivación en Asma. Documento de Consenso. © 2018 SEAIC, SEMERGEN, semFYC, SEMG, SEPAR. Pág. 20.
3. Criterios de Derivación en Asma. Documento de Consenso. © 2018 SEAIC, SEMERGEN, semFYC, SEMG, SEPAR. Pág. 19.