Los síntomas básicos con los que se presenta la bronquiolitis causada por el virus respiratorio sincitial (VRS) son similares a los de un catarro común: tos, exceso de mucosidad, congestión nasal y fiebre baja. Después de estos primeros síntomas, se pueden desarrollar otros signos como tos grave y persistente, respiración con silbidos, cansancio y fatiga constantes, aumento de la frecuencia respiratoria, pérdida del apetito, frecuencia cardíaca acelerada, adormecimiento y dificultad para conciliar el sueño, deshidratación o piel azulada (cianosis). Por lo general, la enfermedad dura entre 7 y 32 días, aunque la media de duración suelen ser 15 días. El virus respiratorio sincitial también es conocido como el virus de los bebés.
El descenso de las temperaturas es uno de los factores principales que favorecen la dispersión y el contagio del virus respiratorio sincitial, cuya estación epidémica comienza en el mes de septiembre y termina en abril. Así se expresa el estudio ‘Respiratory Syncytial Virus infection: a decade of contributions’, elaborado por un grupo de especialistas coordinados por el experto Blanco del Val. A tenor de los datos obtenidos por el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, el VRS se presenta antes de la epidemia de gripe, y tiene su pico estacional entre los meses de diciembre y enero.
El 60% de niños desarrollan la infección al año de edad
El VRS es el causante de aproximadamente el 80% de los casos de bronquiolitis. En España, casi el 60% de los niños han desarrollado la infección al año de edad, y casi el 80% a los dos años, según apuntan varios estudios epidemiológicos. Una minoría de afectados llegan a ser hospitalizados, especialmente en el caso de niños considerados de alto riesgo como los prematuros y aquellos que presentan cardiopatías y disfunciones pulmonares.
Entre las medidas preventivas, lavarse las manos a menudo
Lavarse las manos a menudo, antes y después de estar en contacto con el bebé, evitar entornos cerrados y hacinados, evitar la asistencia a guarderías y colegios, mantener limpias las superficies que están en contacto con el bebé, así como sus juguetes e instrumentos o utilizar pañuelos desechables y tirarlos inmediatamente después de usarlos, son algunas de las medidas higiénicas que se deben tener en cuenta para prevenir la infección por VRS.