El vino joven podría proteger más frente a afecciones cardiovasculares

Redacción Farmacosalud.com

En declaraciones a www.farmacosalud.com, el doctor Ángel Brea, presidente del Comité Organizador del XXVIII Congreso de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), ha querido destacar dos aspectos “novedosos” que se han comentado en dicha reunión científica, celebrada recientemente en Logroño: el uso del vino como método preventivo contra las afecciones cardiovasculares y el papel de los suplementos con esteroles vegetales como herramienta útil para conseguir una reducción de los niveles de colesterol. Con respecto a los caldos y su acción beneficiosa sobre la salud de las personas, Brea ha revelado que, según datos “aún no publicados”, los vinos jóvenes podrían tener un “mayor poder preventivo”.

El presidente del Comité Organizador del XXVIII Congreso de la SEA ha resaltado “un punto que, aunque de todos conocido, no suele debatirse en los congresos médicos”: el empleo del vino como protector cardiovascular. En este sentido, el doctor comenta que esta bebida es beneficiosa siempre y cuando se consuma moderadamente en el marco de la dieta mediterránea y, por supuesto, en caso de que su ingesta no esté contraindicada. Brea ha hecho especial hincapié en una “charla extraordinaria del doctor (Emilio) Ros, segundo firmante del estudio Predimed”, de la cual se desprende que el vino “es un contribuyente importante, si se toma de forma moderada, para la reducción de la mortalidad total y de la mortalidad por eventos cardiovasculares e incluso del desarrollo de diabetes”. “El doctor Ros nos obsequió con datos aún no publicados”, desvela Brea, según los cuales “parece que el vino joven tiene mayor poder preventivo debido probablemente no sólo a su parte alcohólica, sino a la parte de polifenoles que lleva dentro de su composición”.

La importancia de los hábitos de vida saludables
Asimismo, el doctor Brea ha aludido a los suplementos con esteroles vegetales presentes en algunos alimentos como “herramienta útil para conseguir de una forma natural o alimentaria” la reducción de los niveles de colesterol. Para el facultativo, el empleo de esteroles vegetales no implica que “podamos sustituir los fármacos en caso de que haya una hipercolesterolemia elevada, pero desde luego sí que son un complemento”. A criterio de Brea, ni “médicos ni pacientes” deben olvidar que “los fármacos no sustituyen las buenas prácticas de los hábitos de vida”, cuyos ejes giran en torno a una dieta adecuada, hacer ejercicio, no fumar y evitar el sobrepeso.