Redacción Farmacosalud.com
Llega a España la aplicación del procedimiento SNAP (Single Neodymium Magnet Anastomosis Procedure) para personas obesas que hayan fracasado en su intento de adelgazar tras haberse sometido a cirugía gástrica. El sistema SNAP es una ingeniosa técnica mínimamente invasiva que recurre a la introducción de dos imanes en la zona intestinal con el propósito de generar una malabsorción deliberada de los alimentos, y provocar así una pérdida de peso eficaz. Según el Dr. Román Turró, coordinador de la Unidad de Endoscopia Bariátrica del Centro Médico Teknon (Barcelona), este procedimiento podría lograr pérdidas de peso de al menos un 15-20%: “Nuestras expectativas son que podamos conseguir resultados por encima del 15-20% de peso total de una forma sostenida y mantenida en el tiempo. Una ventaja que ofrece este dispositivo es que es una modificación definitiva, de manera que debemos esperar que sus efectos sean mantenidos a lo largo del tiempo”.
Así las cosas, la Unidad de Endoscopia Digestiva de dicho centro barcelonés inicia un ensayo clínico en el que la nueva técnica se aplicará a aquellos pacientes que, sometidos previamente a una cirugía de manga gástrica o sleeve gástrico, no hayan experimentado un adelgazamiento satisfactorio o bien hayan recuperado su peso. Un sleeve o manga gástrica es un procedimiento quirúrgico para la obesidad que consiste en realizar una resección vertical del estómago que llega a conseguir una disminución de hasta el 75% del volumen del mismo. El ensayo está dirigido por el propio Dr. Turró como investigador principal, junto con el Dr. Alberto Díez-Caballero como coinvestigador y cirujano principal.
Un by-pass poco invasivo
La aplicación de SNAP, que ya cuenta con la aprobación de la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) y que se realizará únicamente en el Centro Médico Teknon, permite crear una conexión entre dos secciones del intestino delgado mediante la colocación de dos imanes, uno por vía endoscópica y otro por vía laparoscópica. El abordaje quirúrgico es mínimo y no implica el uso de grapas, por lo que se considera que el método puede resultar más seguro y menos invasivo que las técnicas quirúrgicas tradicionales. “Ofrecer opciones terapéuticas mínimamente invasivas es el futuro de la medicina. El abordaje endoscópico y laparoscópico es novedoso en sí y permite reducir las comorbilidades y el tiempo de recuperación comparado con las opciones actuales”, explica en un comunicado Turró.
Los dos imanes se unen de forma que la mucosa de las dos asas intestinales en que están colocados queda atrapada entre los mismos. A los pocos días, se forma un paso entre las dos asas con eliminación espontánea de los imanes. Este paso se realiza a modo de atajo en el recorrido de nutrientes por el intestino, de manera que parte del contenido intestinal seguirá por el camino largo y otra parte se desviará por el camino corto, lo que conllevará una malabsorción deliberada que provocará, mediante este by-pass poco invasivo, una pérdida de peso eficaz. Dado que no todo el contenido intestinal usa la ruta acortada, siguen absorbiéndose parte de los nutrientes. “Los imanes permiten una disminución de la absorción en el intestino delgado sin producir déficits nutricionales y potenciando la pérdida de peso en pacientes para los que la restricción del sleeve no ha sido suficiente. Teknon dispone de profesionales de primer orden, lo que nos permite ser pioneros en el tratamiento de la obesidad”, afirma el experto.
Mientras están colocados los imanes, el paciente no puede someterse a una Resonancia Magnética
Durante el tiempo en que los dos dispositivos siguen dentro del organismo, el paciente no debe someterse a una Resonancia Magnética. Es la única contraindicación relacionada con los imanes que se presenta en el protocolo.
Al tratarse de una técnica tan poco invasiva, los pacientes vuelven a su domicilio en apenas 24 horas y se reducen prácticamente a cero las complicaciones que acarrean otros procedimientos. Tras la colocación de los imanes, y para garantizar que queden perfectamente colocados, se realiza una triple comprobación mediante endoscopia, visión desde la propia laparoscopia y verificación radiológica. Posteriormente, un equipo multidisciplinar realiza un seguimiento en el que nutricionistas, psicólogos y endocrinos fomentan la reeducación de los hábitos de la persona intervenida con el objetivo de favorecer que los resultados de la operación se mantengan a largo plazo.
Merced a una necrosis controlada, los imanes acaban ‘cayendo’ y se eliminan con las heces
La evacuación de los imanes se produce a los 15-25 días, con comprobación radiográfica. Estos elementos imantados son unas barras hechas con una aleación de metales que se pliegan sobre sí mismos formando un octógono, de forma que queda un espacio central vacío. Esos dos octágonos se atraerán y ejercerán una presión sobre el tejido que queda entre ambos, presión que en pocos días acabará generando la necrosis de dicho tejido. “Al necrosarse, no habrá ninguna estructura que sujete a los imanes, con lo que éstos ‘caerán’ al intestino delgado y se eliminarán con las heces”, explica el Dr. Turró a www.farmacosalud.com.
El método SNAP ya cuenta con dos estudios previos en humanos: uno llevado a cabo en la República Checa, el primero en el mundo con un abordaje puramente endoscópico; en este ensayo, los resultados de pérdida de peso se situaron por encima del 10% al año, los pacientes no realizaron seguimiento nutricional alguno y sólo se analizó la seguridad de la técnica y sus efectos. El segundo estudio -actualmente activo- se lleva a cabo en Argentina a cargo del Dr. Rudolf Buxhoeveden. En esta ocasión, se realiza abordaje mixto endoscópico y laparoscópico en pacientes con obesidad y diabetes tipo II como enfermedad de base; por ahora se han reportado mejorías significativas en el control de la HbA1c y una tasa de respuesta a la pérdida de peso mayor del 5% en casi el 90% de los pacientes. “En ambos casos los perfiles de seguridad del dispositivo quedan demostrados”, asegura Turró.
Con todo, esos dos ensayos son diferentes del planteado ahora en Barcelona, ya que en este último la investigación se centra por primera vez en “pacientes intervenidos anteriormente con sleeve gástrico y con el objetivo de la pérdida de peso como uno de los factores principales del estudio, aparte de la seguridad. A su vez, la disposición de los imanes en este caso es ligeramente distinta a la de los dos estudios previos”, especifica.
Una técnica que puede ser muy útil en obesidades mórbidas y supermórbidas
El sleeve gástrico es una de las principales cirugías para el tratamiento de la obesidad. Se reseca una parte del estómago, quedando una tubulización con una reducción de la superficie del mismo de hasta un 75%, tal y como se ha apuntado anteriormente. A pesar de tales resultados, existen numerosas publicaciones que reportan porcentajes mayores del 30% de fracaso con esta técnica en los primeros 5 años, en los cuales los pacientes recuperan el peso o no llegan a perder el que esperaban. En esos casos, las opciones terapéuticas son limitadas y pueden ser complejas.
El nuevo ensayo está diseñado para personas que se encuentren en esta situación y que tengan un índice de masa corporal (IMC) en el intervalo de 35-50, que se hayan sometido a una cirugía de manga gástrica hace 12-60 meses y que hayan adelgazado de manera insuficiente o hayan recuperado parte del peso perdido. “En nuestro estudio vamos a enfocarnos en pacientes con obesidad o IMC mayor a 30, que se hayan sometido a un sleeve gástrico en un intervalo de 12 a 60 meses y que presenten pérdida insuficiente de peso o re-ganancia de gran parte del peso perdido inicialmente. Con este perfil, podemos encontrarnos pacientes con obesidad grado I, grado II y obesidades mórbidas y supermórbidas. En un futuro, una vez se hayan realizado todos los estudios necesarios, es bastante probable que este dispositivo sea una de las herramientas de trabajo frente a los pacientes con cualquier tipo de obesidad”, comenta el facultativo.
La intervención y el seguimiento posterior durante el primer año estarán subvencionados al 100% para los enfermos que entren dentro del estudio, e inicialmente se ofrecerán 15 plazas. El proceso de selección se realiza durante las primeras semanas de septiembre, mientras que las cirugías se programarán para la primera quincena de octubre.