Redacción Farmacosalud.com
Un estudio1 del Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) muestra que solamente un 7,16% de los pacientes hospitalizados por COVID-19 y analizados en el trabajo (10.420) tenían EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica) como patología previa en el momento del ingreso (porcentaje de prevalencia que asciende al 7,7% en el global del Registro). Una de las razones que explicarían la baja prevalencia de COVID-19 (enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2) entre los pacientes con EPOC podría ser el uso de fármacos para enfermedades respiratorias, entre otros factores. “Lo que se postula es que el tratamiento broncodilatador podría ser una de las causas de que los pacientes con EPOC sean menos susceptibles a adquirir la infección por SARS-CoV-2. Hay trabajos que muestran disminución de la expresión del gen ECA2 del receptor SARS-CoV-2 o menos replicación viral con ciertos tratamientos broncodilatadores”, explica la Dra. María Gómez Antúnez, médica internista, primera firmante del artículo e investigadora de la SEMI.
Con todo, advierte la Dra. Gómez Antúnez, “se necesitan más estudios” para confirmar esta hipótesis y ver si esta estrategia terapéutica es “extensible a la población sin patología respiratoria”. El nuevo artículo, publicado en ‘International Journal of Chronic Obstructive Pulmonary Disease’, recoge los principales resultados de una investigación del Registro SEMI-COVID-19 que describe las características clínicas y pronóstico de los pacientes con EPOC hospitalizados en España debido a la infección por SARS-CoV-2.
COVID-19 + EPOC: peor pronóstico
No obstante, pese a la baja prevalencia anteriormente descrita, en caso de contraer la infección los pacientes con COVID-19 y EPOC tienen una enfermedad más grave y con peor pronóstico. La tasa de mortalidad en pacientes COVID-19 con EPOC es del 38,3%, el doble que la de pacientes COVID-19 sin EPOC hospitalizados (19,2%). Para intentar erradicar o al menos minimizar esa alta tasa de letalidad en enfermos con EPOC y COVID-19, lo primero que hay que hacer es, lógicamente, apostar por la prevención, por lo que los enfermos de EPOC deben seguir todas las recomendaciones de protección con el fin de evitar contraer la infección por coronavirus.
“Si aparecen síntomas como tos, cambio en el esputo o dificultad respiratoria, hay que descartar siempre la infección por SARS-CoV-2 mediante una prueba de detección de infección activa, iniciar tratamiento de exacerbación aguda siguiendo las recomendaciones de las guías, y someter al enfermo a un seguimiento y vigilancia estrecha para adelantarse a su posible deterioro. En nuestro trabajo encontramos menor mortalidad en los pacientes EPOC tratados con macrólidos, si bien necesitamos más estudios para determinar cuáles son los tratamientos más eficaces de la COVID en estos pacientes”, especifica la investigadora.
Además, en el nuevo estudio se apunta que los enfermos de EPOC hospitalizados por COVID-19 eran más mayores que aquellos sin EPOC (77 años frente a 68 años) y más frecuentemente varones. Hay que tener en cuenta que la EPOC es más frecuente en el sexo masculino, como se ve en el estudio EPISCAN II, donde la prevalencia de esta afección en hombres es del 14,6%, mientras que en mujeres es del 9,4%. La mayor frecuencia y morbimortalidad en varones también podría estar determinada por los andrógenos, “ya que se ha demostrado que regulan la expresión de ACE2 en células epiteliales pulmonares”, destaca Gómez Antúnez.
Más comorbilidades
Asimismo, los pacientes con EPOC hospitalizados por COVID-19 presentaban más comorbilidades (hipertensión, hiperlipidemia, diabetes mellitus, fibrilación auricular, fallo cardíaco, enfermedad vascular periférica, enfermedad isquémica o fallo renal), con un mayor Índice de Charlson. Este Índice, que relaciona la comorbilidad con el pronóstico de los pacientes, consta de 19 ítems y ha sido validado para pacientes con EPOC, “aunque no recoge algunas de las patologías frecuentes en la EPOC como la anemia o la osteoporosis”, señala la experta.
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica se define como la presencia de síntomas respiratorios persistentes y limitación crónica al flujo aéreo. A menudo es causada por una exposición significativa a partículas y gases nocivos. Se sabe que estos pacientes tienen alta comorbilidad y que un ingreso hospitalario implica un deterioro en su calidad de vida y mayor morbilidad y mortalidad. A su vez, las comorbilidades se consideran factores de riesgo para la infección por SARS-CoV-2 y se asocian con una mayor gravedad de la patología y un peor pronóstico. Los pacientes con EPOC se han clasificado como población de riesgo.
Referencias
1. Gómez Antúnez M, Muiño Míguez A, Bendala Estrada AD, Maestro de la Calle G, Monge Monge D, Boixeda R, et al. Clinical Characteristics and Prognosis of COPD Patients Hospitalized with SARS-CoV-2. Int J Chron Obstruct Pulmon Dis. 2020;15:3433–3445.