Redacción Farmacosalud.com
“Un ensayo clínico que me ha llamado especialmente la atención es el estudio sobre la combinación de terapias avanzadas. Se está investigando cómo utilizar de manera conjunta diferentes fármacos con mecanismos de acción complementarios, algo que podría transformar el tratamiento de los casos más complejos” de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), sostiene la Dra. Yamile Zabana, nueva presidenta del Grupo Español de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (GETECCU). La Dra. Zabana, asimismo, destaca que se ha “avanzado mucho en el campo de la telemonitorización, especialmente con el proyecto TECCU de GETECCU, que ya se está implementado en varias unidades de atención de la EII. Este proyecto utiliza plataformas digitales para el seguimiento remoto de los pacientes con el fin de mejorar la continuidad asistencial y la personalización del tratamiento sin que el paciente deba desplazarse constantemente al hospital”.
-Una de sus prioridades como presidenta de GETECCU es impulsar iniciativas que promuevan una atención más personalizada y accesible para los pacientes con enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa, ambas manifestaciones de la EII. ¿Qué medidas ha propuesto para lograr todo ello?
Una de las iniciativas clave que estamos desarrollando es el programa de certificación de Unidades de Excelencia en Enfermedad Inflamatoria Intestinal, conocido como Proyecto CUE, que abarca hospitales de todo el país. Este programa tiene como objetivo establecer estándares uniformes de atención que aseguren que los pacientes reciben tratamientos adaptados a sus necesidades específicas, utilizando los recursos más avanzados. Las unidades certificadas deben cumplir con rigurosos criterios en cuanto a personal especializado, acceso a tecnología de vanguardia y protocolos basados en las últimas evidencias científicas. Esto permite que el tratamiento se personalice al máximo, asegurando con ello un enfoque integral y multidisciplinar para cada persona.
Además, el programa busca mejorar la accesibilidad distribuyendo estas Unidades de Excelencia de manera equitativa por todo el territorio nacional. De este modo, se minimizan las desigualdades geográficas, lo que permite que los enfermos accedan a una atención especializada sin necesidad de largos desplazamientos. Nuestra meta es garantizar que todos los afectados por la EII tengan acceso a los mismos estándares de excelencia, independientemente de su lugar de residencia.
-En la reciente Reunión de GETECCU se habló de disfunción sexual y EII. ¿Tiene prevista alguna iniciativa para abordar este tema?
La sexualidad es un aspecto fundamental de la calidad de vida, pero, lamentablemente, ha sido un tema poco explorado en las consultas de nuestros pacientes con EII... desde GETECCU estamos comprometidos a darle la visibilidad que merece. Hemos elaborado el primer documento de posicionamiento de una sociedad especializada en EII que aborda la disfunción sexual de forma integral, con una perspectiva interdisciplinar y, sobre todo, con la participación activa de los propios pacientes. Es importante dar voz a quienes viven esta realidad, para que, de este modo, el abordaje sea más completo. Además, algunos miembros del nuevo grupo de trabajo están validando herramientas específicas para evaluar la disfunción sexual en pacientes con EII, tanto en hombres como en mujeres. Estas herramientas son esenciales para identificar y tratar el problema de una forma más efectiva.
-¿Qué nos puede decir sobre la conocida como ‘terapia avanzada combinada’ para la EII?
La terapia combinada se refiere al uso simultáneo de más de un tratamiento biológico o inmunosupresor para controlar la inflamación crónica de la EII, como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Este enfoque tiene como objetivo abordar la complejidad de la patología desde diferentes ángulos, atacando múltiples mecanismos inflamatorios al mismo tiempo.
La terapia avanzada combinada, en particular, se refiere a la combinación de tratamientos biológicos con diferentes mecanismos de acción o moléculas pequeñas de acción avanzada. Se trata de una estrategia que ha sido aplicada inicialmente en individuos con enfermedades inmunomediadas coexistentes, como la artritis reumatoide o la psoriasis. Sin embargo, esta combinación también podría ser útil en casos especialmente complejos de EII. Es importante destacar que dicho enfoque no se utiliza en todos los pacientes, sino únicamente en aquellos casos refractarios o de difícil tratamiento, para los que puede ser una solución efectiva.
-¿Qué avances farmacológicos destacaría para la EII?
En los últimos años hemos presenciado avances importantes en el tratamiento de la enfermedad, especialmente con la llegada de terapias que actúan sobre nuevos mecanismos patológicos. Entre los más prometedores están los fármacos dirigidos a vías inflamatorias clave, como los inhibidores de la interleucina-23 (IL-23) y los inhibidores de las JAK, que desempeñan un papel crucial en la inflamación crónica intestinal.
Volviendo al tema de los tratamientos avanzados... un ensayo clínico que me ha llamado especialmente la atención es el estudio sobre la combinación de terapias avanzadas. Se está investigando cómo utilizar de manera conjunta diferentes fármacos con mecanismos de acción complementarios, algo que podría transformar el tratamiento de los casos más complejos. Además, los ensayos que comparan dos fármacos activos, diseñados para evaluar su efectividad en diferentes perfiles de pacientes, están ayudando a los clínicos a tomar decisiones más informadas sobre el tratamiento.
-¿Cómo ve el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en el manejo de la EII?
La IA está comenzando a desempeñar un papel muy relevante en el manejo de la patología, pero todavía estamos en las primeras etapas de su implementación. Uno de los usos más prometedores es en el diagnóstico y la predicción del curso de la enfermedad. Al analizar grandes volúmenes de datos clínicos, la IA puede identificar patrones que podrían pasar desapercibidos para los médicos, lo que a la postre mejora la precisión en la detección temprana de la EII diferenciando entre Crohn y colitis ulcerosa. Además, la IA está ayudando en la personalización del tratamiento al analizar datos genómicos, del microbioma y otras variables clínicas. Esto facilita la predicción de qué pacientes responderán mejor a determinadas terapias, lo que nos acerca a una medicina verdaderamente personalizada.
En el ámbito de la investigación, la IA está acelerando el descubrimiento de nuevos biomarcadores y dianas terapéuticas. También se está explorando su uso en el monitoreo remoto de los pacientes, opción que podría permitir la detección temprana de recaídas a través de aplicaciones móviles o dispositivos portátiles.
-No dejemos de hablar de ello, de las novedades en la telemonitorización de los pacientes…
Sí, hemos avanzado mucho en el campo de la telemonitorización, especialmente con el proyecto TECCU de GETECCU, que ya se está implementado en varias unidades de atención de la EII. Este proyecto utiliza plataformas digitales para el seguimiento remoto de los pacientes con el fin de mejorar la continuidad asistencial y la personalización del tratamiento sin que el paciente deba desplazarse constantemente al hospital. A través de la aplicación TECCU los enfermos pueden reportar sus síntomas y datos clínicos desde casa, posibilitando a los profesionales de salud intervenir rápidamente ante signos de un brote o complicación. Además, este sistema optimiza el tiempo de los médicos y, por otro lado, empodera a los pacientes, dándoles un papel más activo en la gestión de su afección.
Los resultados son muy positivos: el nuevo programa mejora la eficiencia de la atención y tiene un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes, ya que se reducen las visitas presenciales y las hospitalizaciones. Seguiremos trabajando para expandir este modelo porque creemos que la telemonitorización es clave a la hora de ofrecer una atención más accesible, personalizada y proactiva.