Redacción Farmacosalud.com
La Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria (Asanec) considera necesario la implementación de acciones de sensibilización sobre la importancia de los cuidados paliativos. Con motivo del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, que se celebra bajo el lema ‘Comunidades Compasivas; juntos por los cuidados paliativos’, las enfermeras andaluzas han incidido en la necesidad de “implementar estrategias de reflexión sobre la muerte en la comunidad andaluza”. “La muerte es un proceso natural de la biografía humana”, indica la responsable del grupo de Cuidados Paliativos de Asanec, la enfermera familiar y comunitaria Sonia García, quien considera que “el tránsito en el final de la vida se hace dificultoso en una sociedad que vive de espaldas a la muerte y a todo lo que genere dolor, malestar y sufrimiento”.
“La sociedad actual y los avances en biomedicina han considerado la muerte como una derrota que nos impide, como sociedad, aceptar esta realidad biográfica de una forma natural”, dice García. “Sería ideal conocer cómo queremos que nuestros seres queridos nos cuiden cuando nosotros no podamos hacerlo por nosotros mismos, dónde queremos permanecer cuando estemos en los momentos finales de nuestra vida, si queremos que nos seden en momentos de agonía”, agrega.
“Es importante que comencemos a trabajar en la normalización del proceso de muerte”
Sin embargo, para la experta de Asanec, “esta realidad sólo se hace posible si normalizamos el proceso de muerte en nuestra sociedad actual”. Por este motivo, “es importante que comencemos a trabajar en la normalización del proceso de muerte, desde las familias y en los colegios, con la finalidad de que las nuevas generaciones comiencen a normalizar el proceso de muerte como parte inherente de la vida”, señala.
De esta forma, desde la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria “consideramos necesario la puesta en marcha de estrategias que permitan reflexionar sobre la muerte en nuestra sociedad. La clave de todo esto es la compasión, el tener una actitud compasiva hacia el que sufre”, apunta García. Para la especialista, es fundamental el acercamiento al paciente estableciendo con él una relación de confianza, así como un abordaje integral que incluye a la organización, a los profesionales y la comunidad.
Los cuidados paliativos pretenden dar una respuesta científica, profesional, humana y coordinada a las necesidades del paciente en situación avanzada, a su familia y/o personas cuidadoras. Esta asistencia debe realizarse desde la perspectiva de una atención integral, que incluya la situación avanzada de enfermos con afección oncológica y no oncológica, a cualquier edad. “Abordar el sufrimiento de la persona con necesidades paliativas y sus familiares es responsabilidad de todos los profesionales que los atendemos, independientemente del nivel asistencial en el que trabajemos”, afirma. Por ello, “se hace necesario el abordaje multidisciplinar y coordinado entre los profesionales”, sostiene García.
Cuidados integrales para las necesidades expresadas a nivel físico, social, emocional y espiritual
Desde la Asociación Andaluza de Enfermería Familiar y Comunitaria “estamos plenamente convencidos de que los cuidados paliativos constituyen un planteamiento que mejora la calidad de vida de los pacientes, sus familiares y allegados cuando afrontan una enfermedad terminal”. Esta atención, centrada en la persona, se lleva a cabo abordando cuidados integrales que den respuesta a las necesidades expresadas a nivel físico, social, emocional y espiritual de la persona enferma y su familia, y en este aspecto las enfermeras juegan un papel clave.
“Las enfermeras de familia y comunitaria ejercen una gran labor, atienden a los pacientes y familiares en el domicilio, proporcionando un cuidado holístico centrado en la persona. Los cuidados que ofrecen las enfermeras de familia y comunitaria mejoran la calidad de vida de la persona y la familia en el entorno domiciliario en un proceso tan vulnerable y complejo como es el final de la vida”, subraya García. Por este motivo, “como sociedad es también importante que comencemos a normalizar el proceso del final de la vida para que las nuevas generaciones lo consideren ya como un proceso que forma parte inherente al de la propia vida”, añade la experta.
“Las enfermeras somos referentes en promoción de la salud y agentes implicados en fomentar y dirigir estrategias de sensibilización y alfabetización en salud en torno a una cultura centrada en los procesos al final de la vida. Algunas de estas estrategias, como los ‘Death Cafés’, ya se han puesto en marcha en la comunidad”, precisa la responsable de Cuidados Paliativos de Asanec. Con motivo del Día Mundial de Cuidados Paliativos, García invita tanto a profesionales como a la sociedad en general a reflexionar sobre la muerte y el sufrimiento que genera el proceso final de la vida en las personas enfermas y sus familiares “para comenzar así a normalizar este proceso y posteriormente poder entender la necesidad de educar en el final de la vida a nuestra sociedad”.