• El congreso de SEMERGEN celebrado en Granada acoge la presentación de los últimos datos del estudio IBERICAN, que evidencian la alta prevalencia y escaso control terapéutico de la dislipemia
• El uso de partículas de lipoproteínas para identificar o controlar la evolución de la enfermedad lipídica evalúa mejor el riesgo cardiovascular que la medición de los niveles de colesterol LDL
• El 50% de las personas con enfermedad cardiovascular presenta cifras de colesterol LDL saludables. El test Liposcale®, nuevo test avanzado de lipoproteínas, amplía las opciones para mejorar el control lipídico y prevenir la enfermedad cardiovascular
Ramiro Navarro
La mitad de los adultos atendidos en atención primaria tiene dislipemia y de ellos solamente uno de cada tres está bien controlado, según los últimos datos disponibles del estudio IBERICAN presentados durante la celebración en Granada del último Congreso de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN). El seminario abordó el cambio de paradigma de este factor de riesgo cardiovascular y las posibilidades del test avanzado de lipoproteínas Liposcale para mejorar el control de la enfermedad.
Liposcale es un test avanzado de lipoproteínas basado en espectroscopia de Resonancia Magnética Nuclear (RMN) 2D capaz de determinar la composición lipídica, el tamaño y el número de partículas para las principales clases de lipoproteínas (VLDL, LDL y HDL), así como el número de partículas de las subclases grandes, medianas y pequeñas de las clases principales. “El 50% de las personas con enfermedad cardiovascular presenta cifras de colesterol LDL saludables. El paradigma del colesterol ha cambiado. Liposcale es una herramienta que va a permitir la estratificación del riesgo y tomar decisiones en aquellos pacientes en los que no habríamos intervenido si solo conociéramos el perfil lipídico tradicional. Incluso, más allá, habría un importante grupo de pacientes en los que estamos prescribiendo un tratamiento que deberíamos modificar por falta o por exceso”, explicó el doctor Vicente Pallarés Carratalá, médico de Familia de la Unidad Vigilancia de la Salud de Castellón. Según expuso, el uso de partículas de lipoproteínas para identificar o controlar la evolución de la enfermedad lipídica evalúa mejor el riesgo cardiovascular (RCV) que la medición de los niveles de colesterol LDL.
Un 77% de hospitalizados por síndrome coronario presenta niveles normales de LDL
“Tenemos datos propios del estudio IBERICAN y estamos viendo que atendemos a una población de alto o muy alto riesgo cardiovascular. Por eso es muy importante disponer de herramientas que nos permitan identificar a un perfil de paciente que está mal controlado y poder tomar medidas que nos ayuden a evitar eventos cardiovasculares. Un porcentaje importante de pacientes con un primer evento o recurrencia, tenían LDL en objetivo”, explicó el experto.
Según los datos aportados por el Dr. Pallarés, un 77% de los pacientes hospitalizados por síndrome coronario agudo presenta niveles normales de colesterol LDL en su historial (por debajo de 100 mg/dl)[1]. “En muchos casos si hubiéramos visto dos días antes a esos pacientes no habríamos intervenido”, subraya el Dr. Pallarés.
Actualmente las guías clínicas ya diferencian entre tamaño y concentración[2]. De ellas, se desprende que en los individuos con niveles de LDL-C y LDL-P discordantes, el riesgo aterosclerótico está mejor correlacionado por LDL-P[3]. El LDL-P debe ser considerado como un objetivo primario de tratamiento debido a su mayor asociación con el riesgo CV[4]. Asimismo, la utilización de LDL-P tanto de forma aislada como en combinación con las determinaciones de LDL-C deriva en menores costes generales y menos eventos cardiovasculares[5].
El Dr. Pallarés expuso varios perfiles posibles de pacientes y las diferencias entre el abordaje tradicional y el que propician los datos que Liposcale ofrece. Además del perfil lipídico, el test facilita el número y el tamaño de las principales partículas de lipoproteína (VLDL, LDL y HDL), categorizando nueve tamaños: grandes, medianas y pequeñas para cada tipo principal. Asimismo, se añade la silueta lipídica para ayudar a visualizar mejor los parámetros y se indican con colores amarillo, verde o rojo los distintos estados para facilitar su interpretación. La silueta es una representación gráfica del conjunto de variables lipídicas que integra los parámetros de riesgo específico del paciente para una mejor evaluación y clasificación de la enfermedad.
El experto está convencido de que en un futuro cercano su incorporación a la sanidad pública será una realidad. “Va a crecer la demanda desde las Unidades de Lípidos por la necesidad que tienen de manejar esta información. Una información que deja a la electroforesis, que es la técnica utilizada, en desuso. Respecto a las posibilidades futuras de esta tecnología, en opinión del Dr. Pallarés, debería ser de cribado poblacional, prevención primaria y secundaria. “Cuanto más nos adelantemos al desarrollo de la placa de arterosclerosis, mejor. Pero, teniendo en cuenta que estamos en un sistema con recursos limitados, será desde las Unidades de Lípidos desde donde se explote primero su utilidad y posteriormente llegará a Atención Primaria”. “Disponer de un test de estas características haría que cambiáramos por falta o por exceso muchos tratamientos”, subraya.
Estudio IBERICAN
El doctor Miguel Ángel Prieto Díaz, médico de familia del Centro de Salud Vallobín-La Florida del Área Sanitaria de Oviedo y miembro del Grupo de Trabajo de Hipertensión Arterial y Enfermedad Cardiovascular de SEMERGEN, presentó los últimos datos (octubre 2017) del Estudio IBERICAN (Estudio sobre Identificación de la Población Española de Riesgo Cardiovascular y Renal), sobre una base de 6.007 pacientes. Es un estudio epidemiológico de morbi-mortalidad cardiovascular, multicéntrico, observacional y longitudinal con seguimiento de los pacientes durante un mínimo de 5 años en Atención Primaria. Según sus conclusiones, la mitad de los adultos atendidos en atención primaria tiene dislipemia y de ellos solamente uno de cada tres está bien controlado. Atendiendo a los factores de riesgo cardiovascular, la dislipemia es el factor con más prevalencia. “Vemos que la dislipemia tiene una incidencia del 50,3%, la hipertensión de 48,3%; la diabetes de 19,6% y más de un tercio padece obesidad o sobrepeso o es sedentaria”, apunta el doctor Prieto.
Respecto al abordaje terapéutico, un 74,5% está tratado con fármacos, fundamentalmente con estatinas. A efectos de control, el 67,8% de los pacientes no está controlado. Según las guías de práctica clínica, solo el 15% de los pacientes con patología cardiovascular tiene el colesterol LDL bien controlado, y el 55% de los pacientes diabéticos. El grado de control global de dislipemia es de un 32,1%. El grado de control en pacientes de alto riesgo es del 38,50% y el grado de control en pacientes de muy alto riesgo es del 19%. Por eso, el experto subraya que “debemos estar atentos a qué estrategias tenemos para mejorar el grado de control y ser más eficientes en elegir tratamientos teniendo a los pacientes mucho mejor diagnosticados y con un riesgo mejor clasificado”.
Biosfer Teslab
Por su parte, Nuria Amigó Grau, CEO y cofundadora en Biosfer Teslab, realizó un repaso al desarrollo de Liposcale y las posibilidades del test avanzado de lipoproteínas. Liposcale proporciona resultados analíticos mucho más precisos que otros métodos empleados actualmente, gracias a la espectroscopia de Resonancia Magnética Nuclear 2D. “También es tecnológicamente innovador debido a que mide directamente el tamaño físico de las partículas con un método no destructivo de la muestra y todos los valores y medidas tienen alta reproducibilidad”, expuso Amigó. Biosfer Teslab en alianza con Laboratorios Rubió desde 2014 ha desarrollado esta tecnología que formará parte de la práctica clínica en 2018. Según expuso Amigó, cualquier persona puede solicitar el test a través de la web www.testdelipoproteinas.com.
Para más información:
Referencias
1. Sachdeva A et al. Lipid levels in patients hospitalized with coronary artery disease: an analysis of 136,905 hospitalizations in Get With The Guidelines. Am Heart J. 2009 Jan;157(1):111-117.e2.
2. Jellinger PS et al. American Association of Clinical Endocrinologists and American College of Endocrinology Guidelines for Management of Dyslipidemia and Prevention of Cardiovascular Disease. Endocr Pract. 2017 Apr;23(Suppl 2):1-87.
3. Otvos JD et al. Clinical implications of discordance between low-density lipoprotein cholesterol and particle number. Journal of Clinical Lipidology (2011). J Clin Lipidol. 2011 Mar-Apr;5(2):105-13.
4. Rosenson RS, Davidson MH, Pourfarzib R. Underappreciated opportunities for low-density lipoprotein management in patients with cardiometabolic residual risk. Atherosclerosis. 2010 Nov;213(1):1-7.
5. Rizzo JA1, Mallow PJ, Waters HC, Pokrywka GS. Managing to low-density lipoprotein particles compared with low-density lipoprotein cholesterol: a cost-effectiveness analysis. J Clin Lipidol. 2013 Nov-Dec;7(6):642-52.