Redacción Farmacosalud.com
El verano y las vacaciones sirven para descansar y desconectar, pero hay que tener cuidado para que estos días fuera del entorno habitual no provoquen daños en el cabello que puedan ser irreparables. Los cabellos rubios con mechas y coloración son los que más sufren durante el verano y, por tanto, según indica el Dr. Javier Pedraz, director médico de Insparya Madrid, “son los que deben tomar más precauciones durante las vacaciones”. Como el experto indica, “los productos usados para teñir el cabello tienden a secarlo, cambiando la corteza y cutícula del cabello. Si a esta agresión se le suman las provocadas por el sol y el agua del mar o piscina, el cabello tendrá más posibilidades de sufrir daños que se presenten a partir del otoño”.
Pedraz recalca que hay que tener especial cuidado con el sol, ya que “los rayos del sol dañan el tallo piloso haciéndolo más seco y abriendo la cutícula, lo que puede desencadenar una caída de cabello durante los meses de otoño”.

Autor/a: Daniel Lobo
Fuente: Flickr / Creative Commons
El cloro de las piscinas y la sal marina debilitan las fibras de queratina
Asimismo, recalca que hay que tener “cuidado con el agua del mar y de la piscina, porque el cloro de las piscinas y la sal marina debilitan las fibras de queratina”, especialmente, y tal como apunta a renglón seguido, “aquellos cabellos con tinte y mechas, que tienden a perder el color y el brillo, ya que se deshidratan aún más, provocando la aparición de puntas abiertas y dejando una desagradable textura seca y áspera, además de un aspecto deslustrado y seco, con mayor predisposición al daño”. Es importante también tener en cuenta que el exceso de calor va a provocar una excesiva sudoración que, según Pedraz, “provocará que el cuero cabelludo se irrite y se vuelva más sensible”. Como consecuencia del calor, nos duchamos más, y el mayor uso de champús “también provoca que el cabello se reseque, volviéndose frágil y quebradizo”.
Para evitar estos daños, es necesario preparar y cuidar el cabello antes, durante y después de las vacaciones. Así, el Dr. Pedraz recomienda que, “antes de someter el cabello a la exposición al sol o al agua de la playa o piscina, se prepare con tratamientos fortalecedores a base de aminoácidos; de esta manera, cuando nos expongamos al sol, nos bañemos en el mar (salitre) o en la piscina (cloro), el pelo estará protegido y con fuerza”, evitando el sufrimiento que estos elementos provocan.
El especialista apuesta por tratamientos que hidraten, reparen y nutran en profundidad. Sin duda, una de las mejores opciones es la utilización de MesoHair®, la mesoterapia con composición exclusiva de Insparya. Antes y después de la exposición al sol y de cada baño “es importante utilizar productos nutrientes e hidratantes, como por ejemplo aceites con ingredientes naturales capaces de absorber el cloro y la sal, como pueden ser los aceites de almendra, los de manteca de karité o los de coco”.
Spray capilar con filtros solares
Asimismo, recomienda el uso de un “spray capilar con filtros solares que se debe reaplicar después de cada chapuzón. Será preferible optar por las texturas invisibles y ligeras que crean una fina película que protege el cabello sin aportar peso ni engrasarlo”, aunque, si se puede, Pedraz insiste en lo importante que es evitar la exposición del cabello al sol, usando pantallas físicas como gorras, sombreros, sombrillas, etc.
En el momento de la ducha, Javier Pedraz aconsejar usar “champús de uso frecuente, ya que contienen menos sulfatos y no resecan tanto la fibra capilar, y aquellos específicos para el sol que cuidan el cuero cabello e incluyen activos antioxidantes. Asimismo, hay que usar champús sin siliconas, ya que éstas aumentan el peso del cabello, y en caso de que el cabello sea fino, puede provocar que se rompa”. Los champús más adecuados para esta época del año serían Insparya NutriPlus® (avena, aloe vera y algas marinas) e Inparya Prevent HA® (algas marinas y ácido hialurónico), por su alto poder hidratante.
Además de los cuidados externos, el galeno recomienda cuidar el cabello desde dentro, cuidando la hidratación, “bebiendo una cantidad suficiente de agua. Asimismo, el agua sin gas y el té sin edulcorantes son excelentes bebidas refrescantes que ayudarán a mantener el cabello fuerte”.
Es importante cuidar el cabello durante estos meses estivales, para evitar así daños posteriores. Por ello, es recomendable visitar un especialista antes y después de las vacaciones para que recomiende los tratamientos y cuidados más adecuados para cada situación. Opciones como la mesoterapia capilar o el plasma rico en plaquetas se presentan como las opciones ideales para cuidar, nutrir y reparar el cabello tanto antes, como a la vuelta de las vacaciones.