Redacción Farmacosalud.com
La primera persona viva que ha recibido un trasplante de riñón de cerdo modificado genéticamente ha sido dada de alta en el Hospital General de Massachusetts (Estados Unidos) al cabo de unos días de haberse sometido al injerto, informa Euronews. Para el Dr. Oriol Bestard, vicepresidente de la Societat Catalana de Trasplantament de l'Acadèmia de Ciències Mèdiques de Catalunya [Sociedad Catalana de Trasplante de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña], esta intervención podría abrir la puerta a xenotrasplantes de otro tipo, es decir, es una operación susceptible de ser “trasladable a otros órganos sólidos que trasplantamos hoy en día entre humanos". El principal problema al que se enfrentan los traspantólogos es la falta de órganos suficientes para todos aquellos pacientes que necesitan un tratamiento sustitutivo de una parte vital del organismo (pulmón, corazón, riñón, etc), por lo que este xenoinjerto "podría ser, potencialmente, una opción válida no solamente para los riñones, sino también para el corazón u otros órganos”.
Un xenotrasplante es un injerto de una especie a otra, en este caso de un cerdo a un ser humano. Bestard se congratula del hito científico logrado, por cuanto que el éxito de esta tipología de intervención es algo que lleva buscándose desde hace ya varias décadas.
Ya había antecedentes de un xenotrasplante renal, pero con matices
Asimismo, el experto resalta el hecho de que se haya demostrado la factibilidad clínica del xenoinjerto, en especial porque hasta el momento los ensayos o las pruebas nunca se habían realizado en un paciente al que se le diera una perspectiva vital como la observada en el caso que nos ocupa, el del individuo que ha recibido el riñón porcino en Estados Unidos. No obstante, para ver si los xenotrasplantes son una opción generalizable, “aún nos queda un recorrido relativamente largo… habrá que evaluar si todo ello es válido desde un punto de vista económico, ético, etc”, aduce el Dr. Bestard, a su vez jefe de Nefrología y Trasplante Renal del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Barcelona).
Si bien existen dos antecedentes de seres humanos que han recibido un riñón porcino modificado genéticamente, cabe matizar que fueron personas que estaban en una situación de muerte encefálica. Así, el riñón implantado les funcionó y no fue rechazado mientras duró el ensayo, o sea, antes de que, por las características de cuasi muerte del receptor humano, se tuviera que terminar el experimento (poco tiempo después de haberse realizado las operaciones).
Existe una tercera experiencia, la que giró en torno a un corazón de cerdo injertado en una persona que estaba padeciendo una situación muy extrema, dado que no podía recibir un trasplante de órgano cardiaco de procedencia humana. Al final, el individuo xenotrasplantado desarrolló una infección derivada de un virus de origen porcino que no pudo ser controlada con éxito y falleció, aunque -insistimos- no por motivos de rechazo, sino por dicha infección.
¿La ciencia española está preparada para llevar a cabo un xenotrasplante renal?
Volviendo al caso del primer humano vivo que ha podido aprovechar un riñón porcino modificado genéticamente, cabe destacar que es un hombre de 62 años de edad que padece una enfermedad renal severa y que, tras el fracaso de un trasplante renal de donante humano, acabó sometiéndose a diálisis. Sin embargo, posteriormente surgieron graves complicaciones derivadas del procedimiento dialítico.
“La diálisis per se es un factor de riesgo de mortalidad y, a medida que avanzamos en la franja etaria del paciente, obviamente se incrementa el riesgo. Por ello, en la actualidad lo que se intenta es que todos estas personas puedan recibir un trasplante de riñón para, de este modo, mejorarles su expectativa y calidad de vida. No obstante, esto no es posible en todos los casos, fundamentalmente porque hay enfermos con comorbilidades muy importantes en los que no es posible llevar a cabo el injerto. Luego está el problema de la falta de órganos para todos los pacientes que están en lista de espera… este es otro factor limitante a la hora de proceder a un trasplante en personas sometidas a diálisis”, explica el vicepresidente de la Sociedad Catalana de Trasplante de la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña.
El riñón de cerdo injertado ahora ha sido editado genéticamente utilizando la tecnología CRISPR-Cas9 con el fin de eliminar genes porcinos dañinos y agregar ciertos genes humanos para mejorar su compatibilidad con las personas. Además, se inactivaron retrovirus endógenos en el animal donante con el propósito de evitar cualquier riesgo de infección en humanos.
“Detrás de estos procedimientos hay un gasto económico muy importante. El coste es altísimo… la tecnología aplicada aquí se está desarrollando con la ayuda de dos empresas biotecnológicas especializadas en este ámbito. Por tanto, proceder de forma generalizada a un xenotrasplante similar no es tanto una cuestión de capacidad técnica o académica, sino que también intervienen aspectos económicos”, sostiene el Dr. Bestard, quien, con estas palabras, viene a decir que en España existe el talento necesario y el potencial científico suficiente como para realizar un injerto de estas características, si bien son actuaciones muy sujetas a, por un lado, durísimos condicionantes financieros que no siempre pueden ser asumidos o sorteados, y por otro a una regulación que todavía queda por plantear. "Los resultados clínicos del primer paciente con un xenotrasplante de riñón seran fundamentales para entender el alcance de esta intervención en un futuro próximo", concluye.