Redacción Farmacosalud.com
El primer ‘Consenso en el uso de nutracéuticos en España’ recomienda la combinación de levadura roja de arroz, berberina y policosanoles para el tratamiento del colesterol elevado. El nuevo documento, de carácter multidisciplinar debido a que en el tratamiento de los lípidos intervienen médicos de Atención Primaria, cardiólogos, facultativos de medicina interna, etc, ha sido elaborado a partir de un análisis científico y riguroso de toda la evidencia científica generada en torno a los distintos nutracéuticos. El consenso está pendiente ser publicado próximamente en una revista científica, explica a www.farmacosalud.com el Dr. Carlos Escobar, cardiólogo del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz (Madrid), quien ha participado en la elaboración de la guía junto a un grupo de trabajo de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (SEA), la sección de Cardiología Clínica de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y profesionales de Atención Primaria.
Uno de los nutracéuticos que más evidencias tiene para tratar la hipercolesterolemia -está avalado por numerosos ensayos clínicos- es la combinación formada por la levadura roja de arroz, la berberina y los policosanoles, de ahí que su uso para la práctica clínica presente un nivel de recomendación 1A.
“No todos los nutracéuticos tienen las mismas evidencias científicas. En el documento hemos hecho una serie de recomendaciones en función de las evidencias que tiene cada uno de ellos, de tal forma que la apuesta por aquellos que presenten una mayor certeza científica siempre va a ser mayor que aquellos otros nutracéuticos que tengan menos evidencias, porque lo que siempre buscamos es darle al paciente lo mejor. No basta con que haya un estudio pequeñito sobre esos compuestos, sino que tiene que haber estudios importantes que sostengan que los nutracéuticos son una alternativa terapéutica para un número importante de pacientes que presentan alteraciones del colesterol, sobre todo en prevención primaria”, señala el Dr. Escobar.
Los nutracéuticos son productos naturales concentrados
Los nutracéuticos son sustancias activas de origen vegetal o animal, concentradas, y administradas para mejorar el perfil lipídico. Se ha descubierto que en determinados vegetales y en algunas especies marinas hay sustancias que son beneficiosas para distintos aspectos, en este caso concreto para mejorar el perfil lipídico, fundamentalmente en relación al colesterol. ¿Qué es lo que se hace con los nutracéuticos? Se cogen esas sustancias naturales y se concentran para potenciar su efecto beneficioso”, precisa el cardiólogo. Los nutracéuticos se pueden administrar añadiéndolos a un alimento, o bien se pueden administrar directamente en forma de comprimidos.
Si bien el término nutracéutico viene de ‘nutriente’ y también de ‘componente farmacéutico’, en realidad no son fármacos, sino productos naturales concentrados. Hay nutracéuticos que sólo tienen un único componente y los hay que tienen distintos componentes. “Parece que tener distintos componentes a dosis más bajas es mejor porque potencian los efectos beneficiosos entre sí. Siempre es mejor combinar a dosis pequeñas distintos componentes que utilizar uno a dosis más altas porque así potencias la eficacia y mejoras el perfil de seguridad”, remarca.
Según el médico del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario La Paz, el consenso se ha hecho porque “los nutracéuticos son utilizados cada vez más por la población… la gente pide información acerca del empleo de esas sustancias y sobre cómo las pueden utilizar, y lo preguntan tanto a los farmacéuticos como a los médicos. Por tanto, ante esa necesidad de información de la población y también de los propios médicos y farmacéuticos, quienes en ocasiones no están demasiado familiarizados con este tipo de productos, quisimos redactar este documento”.
Los nutracéuticos conforman un grupo heterogéneo y no todos ellos han demostrado contar con la misma capacidad en el control de los factores de riesgo cardiovascular, recuerda Escobar a través de un comunicado de la SEA y la SEC: “De ahí la importancia del asesoramiento médico. Es el facultativo quien conoce la situación de cada paciente y el efecto de cada una de esas sustancias de cara a adecuar el mejor tratamiento posible”.
Algunos nutracéuticos se pueden combinar con fármacos
En el ámbito de la prevención primaria (pacientes que no han tenido enfermedad cardiovascular), hay ocasiones en las que el nutracéutico es suficiente para lograr los objetivos de colesterol marcados. Las guías de práctica clínica indican que, a partir de ciertos niveles de colesterol elevados, hay que plantearse cambios en el estilo de vida, y también adoptar un tratamiento farmacológico, fundamentalmente con estatinas. “Sin embargo, hay pacientes que todavía no han llegado a esos niveles de colesterol pero sí tienen el colesterol elevado, y por lo tanto presentan un riesgo cardiovascular más alto que si tuviesen el colesterol ‘normal’. En ese punto los nutracéuticos jugarían un papel importante a la hora de reducir riesgos”, sostiene el especialista. Sin dejar el ámbito de la prevención primaria, y en aquellos casos en los que las guías recomiendan plantear el tratamiento farmacológico, dichos compuestos pueden ser utilizados también en pacientes que no toleran el tratamiento farmacológico convencional o bien éste resulta insuficiente para conseguir el control del colesterol.
Los nutracéuticos, asimismo, son útiles en aquellos sujetos que no quieren tomar medicación y prefieren productos naturales. “Hay pacientes que en una analítica rutinaria, por ejemplo de empresa, les sale el colesterol alto, pero muchas veces no se sienten enfermos porque se notan sanos, y no se medican. Ahora bien, el colesterol elevado les puede generar un infarto al cabo de un tiempo”, advierte Escobar. Una manera de lograr que esas personas se conciencien de la necesidad de bajar sus niveles lipídicos es ofrecerles la posibilidad de utilizar esos productos naturales en lugar de los fármacos. “Existe un grupo importante de pacientes de esa clase, sobre todo de mediana edad”, destaca el Dr. Escobar.
Algunos nutracéuticos, además, se pueden combinar con medicamentos, si bien no siempre son compatibles. La ya consabida combinación de levadura roja de arroz, berberina y policosanoles dispone de evidencia científica para su administración de manera concomitante con tratamientos hipolipemiantes farmacológicos (los clásicos ezetimiba y estatinas). Aquí, de todas formas, debe realizarse una matización: el compuesto formado por levadura roja de arroz 3 miligramos, berberina y policosanoles es compatible con ezetimiba y estatinas, pero no ocurre lo mismo con la levadura roja de arroz 10 miligramos. La razón de ello es que con los 10 miligramos “sería como si estuvieran dando la estatina 10 miligramos, y en ese caso no se puede aplicar la combinación entre nutracéuticos y fármacos”, subraya el experto.
Otro de los aspectos que aborda el consenso es el relativo al control de la dislipemia (triglicéridos, etc). Si bien el principal objetivo terapéutico frente a la dislipemia es reducir los niveles de colesterol, hay determinados casos en los que el principal problema que se plantea no es el colesterol sino los triglicéridos. Entonces, de acuerdo con el consenso, los nutracéuticos que irían mejor serían los que contienen omega 3.
La hipercolesterolemia, una pandemia en España
El 50% de españoles presentan cifras elevadas de colesterol. De ellos, se estima que solo la mitad puedan estar diagnosticados, y de aquellos que lo están, sólo la mitad están siendo tratados. Así lo ha puesto de manifiesto el Dr. Jesús Millán, jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital General Universitario Gregorio Marañón (Madrid), en el marco de la II edición de las ‘Jornadas Algo + en Prevención’, celebradas recientemente bajo la organización de la compañía Mylan en colaboración con la SEA y SEC. A juicio del Dr. Escobar, esas cifras son “alarmantes”, propias de una “pandemia”.
Según Millán, la prevención cardiovascular está nucleada alrededor del control de los factores de riesgo fundamentales: “dislipemias, hipertensión arterial, diabetes, factores de índole metabólica, y los relacionados con el estilo de vida y los hábitos”. Además, apunta que el papel de los nutracéuticos en este campo es el de “contribuir al control de alguno de los principales factores de riesgo, como es el caso -ante todo y fundamentalmente- de la hipercolesterolemia”. Tampoco se puede olvidar que “tienen efectos beneficiosos sobre la tensión arterial o sobre el metabolismo hidrocarbonado”, detalla el facultativo.
Para el Dr. Millán, por sus efectos sobre el colesterol total y LDL (colesterol ‘malo’), así como -con cierta frecuencia- sobre triglicéridos y HDL, los nutracéuticos pueden ser tenidos en consideración en el manejo de la dislipemia, tanto en prevención primaria como en prevención secundaria: “En el primer caso, cuando existe una hipercolesterolemia moderada y un riesgo bajo o moderado. En el segundo, cuando es preciso intensificar el esfuerzo terapéutico para controlar el LDL con medidas adicionales al tratamiento convencional (estatinas). Y en ambos casos, siempre que precisemos una terapia hipocolesterolemiante y tengamos dificultad de uso de estatinas por intolerancia a las mismas, efectos adversos, o rechazo por parte del paciente”.
Por último, Millán asegura que es “muy importante” sensibilizar al mundo científico y a los profesionales sobre la auténtica relevancia y dimensión clínica del empleo de nutracéuticos en la práctica clínica. “Existen resultados, incluso a largo plazo, que muestran la eficacia y seguridad de estos productos, así como el beneficio clínico que acompaña a su empleo, o la especial utilidad de algunas combinaciones", todo ello avalado por "notables evidencias científicas”, agrega. Por otra parte, afirma que se ha llevado a cabo, con la colaboración de Mylan, un estudio con metodología Delphi para conocer la realidad del empleo de nutracéuticos y los aspectos que los profesionales comparten sobre los fundamentos de su uso y el perfil de pacientes candidatos a esta terapia.