Redacción Farmacosalud.com
“El virus del papiloma humano (VPH) se contrae fundamentalmente por vía sexual, con algunos matices diferentes en relación a otras enfermedades de transmisión sexual: el contagio es fundamentalmente por contacto entre mucosas. El preservativo, si bien disminuye los riesgos de infección por VPH, no evita por completo la infección porque el contagio es a través del contacto de mucosas”, advierte el doctor Amós García Rojas, presidente de la Asociación Española de Vacunología (AEV).
Por todo ello, no hay nada como la vacunación para protegerse del virus. “La vacuna del VPH es claramente segura, la OMS se acaba de pronunciar al respecto recientemente, y es eficaz para prevenir patologías que tienen un impacto tan dramático en la vida de la mujer […] Nuestro discurso de fundamenta en la evidencia que está publicada y que nosotros asumimos como cierta”, indica García Rojas. Según el presidente de la AEV, la administración de este preparado entre el colectivo femenino queda justificada por dos razones: “es una vacuna incluida en todos los calendarios vacunales de los países de nuestro contexto” y además protege de unas patologías que tienen “un carácter lo suficientemente importante como para que las administraciones sanitarias públicas tomen la decisión de incorporar esta vacuna en los calendarios vacunales”. Precisamente, en el siguiente vídeo se especifica qué es exactamente el virus del papiloma humano y las enfermedades cancerosas que puede causar.
La vacunación contra el VPH, en niñas de entre 9 y 14 años
“Teniendo en cuenta que la infección por VPH se verifica fundamentalmente por vía sexual, es evidente que el momento adecuado para impedir que esa infección se produzca es administrar la vacuna en edades previas al inicio de lo que es la vida sexual activa”, argumenta el doctor desde www.farmacosalud.com. En este sentido, se aconseja administrar dicho preparado en niñas con edades comprendidas entre los 9 y 14 años. Según el experto, “cuanto más disminuyamos la edad de administración de la vacuna, mucha más calidad vamos a tener en relación al objetivo que perseguimos porque menos posibilidades habrá de que esas niñas haya iniciado una vida sexual activa. En las edades más bajas con respecto a la franja señalada, la calidad de respuesta inmunógena de la vacuna va a ser superior y además vamos a encontrarnos con menos posibilidades de efectos secundarios que suelen acompañar a esta vacuna y que suelen derivarse de problemas más de miedo escénico que de respuesta de adversidad producida por la vacuna. Cuanto más bajemos la edad de administración de la vacuna, mucho mejor”.