Redacción Farmacosalud.com
Pacientes del Hospital de Bellvitge (HUB, en l’Hospitalet de Llobregat, Barcelona) disfrutan, en el marco de la iniciativa ‘De viva veu [De viva voz], de la lectura en voz alta de fragmentos de obras literarias, actividad pensada para que vivan de forma más agradable y acogedora su estancia en el centro. Esta prueba -la primera del proyecto- se ha desarrollado en la Unidad de Diálisis de dicho centro hospitalario. “La respuesta, tanto de enfermos como de profesionales sanitarios, ha sido muy buena. El hecho de llevar a cabo una actividad cultural que no requiere seguimiento visual, sino sólo auditivo, permite al paciente permanecer en reposo mientras escucha la lectura y, a la vez, recibir el tratamiento sin estar pendiente de éste y, por ello, de forma más relajada”, destaca Silvia Millat, jefa de la Unidad de Ciudadanía y Participación del Hospital de Bellvitge.
“Además, las condiciones físicas de la Unidad de Diálisis garantizan la comodidad de los usuarios, que habitualmente ya reciben el tratamiento en un ambiente de silencio -señala Millat desde www.farmacosalud.com-. Nuestra estrategia, como organización, tiene una línea centrada en la mejora de la experiencia del enfermo. Entendemos que la percepción de la calidad, y del valor, la define quien recibe el servicio, en este caso el paciente. Pensar en aquello que pueda mejorar su experiencia es para nosotros un enfoque innovador. Este programa, fruto de la colaboración con la Biblioteca Bellvitge, es un paso más en esta dirección, que ya iniciamos el año 2021 con un proyecto de humanización de los espacios asistenciales”.
En el siglo II, un médico griego ya prescribía la recitación diaria
En esta prueba piloto del programa De viva veu, las personas dializadas han asistido a la lectura en voz alta de un puñado de cuentos satíricos y humorísticos del libro ‘Juego de azar’, del escritor polaco Slawomir Mrozek. El recital ha ido a cargo de profesionales de la Biblioteca Bellvitge.
De viva veu pretende que los beneficios emocionales y cognitivos de la recitación redunden en beneficio de los oyentes. "Esta iniciativa se enmarca en el objetivo de seguir mejorando la experiencia del paciente en nuestro centro y fortalecer los lazos con el territorio, en este caso gracias al trabajo conjunto con una entidad como la Biblioteca Bellvitge, que es un referente del barrio", explica mediante un comunicado la jefa de la Unidad de Ciudadanía y Participación del Hospital de Bellvitge.
Para Millat, el hecho de escuchar un fragmento literario en público no entra en contradicción con la intimidad que se suele atribuir al acto de leer: “habitualmente entendemos la lectura como un acto íntimo e individual, pero en ningún caso es incompatible con otras formas. La capacidad de generar bienestar con la lectura en voz alta ha sido estudiada desde hace siglos desde múltiples aproximaciones ligadas a las neurociencias o la antropología, entre otras disciplinas. De hecho, tal y como recoge la ensayista estadounidense Meghan Cox Gurdon en su libro ‘La magia de leer en voz alta’, en el siglo II un médico griego llamado Antyllus prescribía a sus pacientes la recitación diaria como un tratamiento saludable, insistiendo en las bondades terapéuticas de los versos épicos”.
De todo ello se deduce que actualmente, en plena época de redes sociales y televisión a la carta, la recitación literaria no es únicamente un recurso más para el entretenimiento, sino que también adquiere tintes de actividad terapéutica y socializadora. “En este caso nos referimos a entretenimiento no únicamente como una actividad para pasar el tiempo, sino también como una determinada acción, en este caso la lectura en voz alta, que puede generar en la persona (el paciente) un bienestar que contribuya a la recepción en mejores condiciones de su tratamiento. La lectura en voz alta permite reforzar la concentración auditiva, fortalecer los vínculos sociales y estimular la creatividad e imaginación. Por lo tanto, es una forma de entretenimiento y socialización con la que el paciente puede experimentar numerosos beneficios”, afirma Millat.
Recitales por otras áreas hospitalarias
El éxito de los recitales en Diálisis ha comportado que los responsables del proyecto ya valoren la posibilidad de ampliar la iniciativa a otras áreas hospitalarias. En cualquier caso, este paso se dará explorando espacios que se adapten a las necesidades de esta clase de encuentros y, de forma imprescindible, “contando con la colaboración de los profesionales, sin los cuales no es posible llevar a cabo actividades como esta. Ellos son quienes mejor conocen a los pacientes y su situación, y quienes pueden conocer su receptividad ante propuestas de este tipo. El éxito no es posible sin ellos”, establece la experta.
Así pues, gracias al acuerdo de colaboración con la Biblioteca Bellvitge, integrada en la red de bibliotecas de la Diputación de Barcelona y de las Bibliotecas de Hospitalet, la intención es que, una vez al mes, se repita la lectura en voz alta de fragmentos literarios en distintos espacios asistenciales del Hospital.
“La sinergia entre los ámbitos de salud, cultura y comunidad es una vía que se inicia y que confiamos que conduzca a nuevas colaboraciones futuras. El servicio bibliotecario sigue el camino puesto en marcha a través de la actividad Lecturas por teléfono y trasciende las paredes físicas. Gracias a la confianza que nos brinda el HUB, la biblioteca innova manteniendo su esencia para ofrecer un servicio que, adaptado a nuestro entorno inmediato, contribuye al acompañamiento y bienestar de la ciudadanía”, sostiene Lola Vime, directora de la Biblioteca Bellvitge.
De viva veu se suma al ciclo Música en vena, que mensualmente ofrece microconciertos a los enfermos, o el proyecto RELAT-Hos de escritura terapéutica.