Redacción Farmacosalud.com
Atención al nombre de DIMATE, porque puede dar mucho que hablar en el ámbito del cáncer de piel. Un estudio liderado por el grupo de Investigación Biomédica en Melanoma de Vall d’Hebron Institut de Recerca (Barcelona), y que se publica en la revista ‘Oncogene’, ha descubierto una nueva vía para el tratamiento del melanoma mediante una terapia farmacológica dirigida al metabolismo celular. Se trata de DIMATE, un fármaco que ataca a las células tumorales conduciéndolas a la apoptosis (muerte celular) y favoreciendo así la inhibición del crecimiento tumoral. “Lo que hemos visto inicialmente es que DIMATE produce una reducción de aproximadamente el 60-70% del tamaño tumoral, con la ventaja además de que ataca al reservorio de células que ejercen de células madre del cáncer y que son las causantes de las recidivas de esos tumores o de la quimiorresistencia ulterior”, define el doctor Juan Ángel Recio, jefe del Grupo de Investigación Biomédica en Melanoma del Vall d’Hebron Institut de Recerca.
El nuevo fármaco, usado por ahora en modelos animales, se ha administrado mediante inyección y también por vía oral, mostrándose eficaz de las dos maneras.
El 30% de tumor restante presenta señales de estar afectado por la medicación
Y, si bien se ha comprobado que DIMATE reduce hasta un 70% el tamaño tumoral, también ha demostrado poseer notables capacidades terapéuticas para el 30% restante de materia cancerosa: “Ninguno de estos experimentos duran más de un mes. Nosotros empezamos a ver los efectos de la droga a partir del día 9 o 10 de la inyección, cuando vimos que el tumor comenzaba a responder. Es cierto que aquí a lo mejor el período de latencia es un poco más largo a la hora de actuar con respecto a otras drogas en este campo, pero es igual de eficaz y además lo que hemos visto es que en los tumores que quedan, los residuos tumorales que quedan, hay afectación. Aunque hemos tenido que parar el experimento por cuestiones éticas y no hemos podido seguir más allá, es cierto que ese 30% de tumor restante presenta señales de haber resultado afectado… no sabemos si, en caso de continuar con el experimento, DIMATE habría seguido actuando o si, por el contrario, se habría recuperado la capacidad tumoral”, explica a www.farmacosalud.com el doctor Recio.
Las células cancerígenas tienen que adaptarse a su entorno al mismo tiempo que ajustar su maquinaria de producción para duplicarse (metabolismo). Esta situación incrementa la producción de las llamadas especies reactivas del oxígeno (ROS) que conducen a la producción de compuestos tóxicos como aldehídos que, de no ser eliminados, producirían la muerte celular. Tras estudiar 13 tipos de tumores diferentes, los investigadores llegaron a la conclusión de que las células cancerosas del melanoma eran las que mostraban los niveles más elevados de ROS de entre los tumores estudiados. Más interesante aún, fue el hecho de que cuanto mayor era la cantidad de ROS que poseían, mayor era la actividad del aldehído deshidrogenasa (ALDH1A3), una enzima detoxificante de aldehídos.
“El estudio ha permitido comprobar que los melanocitos normales no expresan esta enzima, mientras que en las células de melanoma la enzima ALDH1A3 se expresa en altas cantidades”, explica Recio en un comunicado del Hospital Vall d’Hebron. Además, se ha descubierto que DIMATE, inhibidor de la actividad ALDH1A3, ataca a las células tumorales por la vía de la apoptosis y la inhibición del crecimiento tumoral, lo que representa una nueva línea terapéutica para el tratamiento del melanoma.
Vall d’Hebron se plantea realizar un ensayo clínico en humanos con el nuevo fármaco
El nuevo fármaco, con el que se está realizando un ensayo clínico con pacientes de leucemia en Francia, ha demostrado -en modelos animales- una mejor respuesta que el tratamiento estándar actual para el melanoma, la dacarbacina. Se utilizaron 4 modelos de animales distintos, entre los cuales había un modelo inmunocompetente y otro con tumores derivados de pacientes. “En ellos se comprobó que DIMATE actúa específicamente contra las células tumorales, por lo que su toxicidad es muy baja; es un inhibidor irreversible que actúa independientemente de la alteración genética inicial que tengan las células tumorales”, afirma.
Según el experto, “se han efectuado análisis de hepatotoxicidad y toxicidad renal y no hemos observado que las concentraciones de uso de la droga (de DIMATE) hayan afectado de manera sistémica a los modelos animales”. Visto lo visto, en Vall d’Hebron ya se están planteando realizar un ensayo clínico en humanos en el marco de una investigación destinada a tratar el melanoma. “Hay un estudio sobre leucemia que se está realizando en Marsella (Francia) -apunta Recio- y DIMATE está funcionando, observándose que el fármaco también ataca a ese reservorio de células madre de cáncer y respetando, además, a las células madre hematopoyéticas normales, lo cual es un dato importante y exitoso”.
El melanoma es el tipo de cáncer de piel más agresivo que existe. Su incidencia va en aumento y el pronóstico para los pacientes con la enfermedad avanzada no es muy alentador. Existen dos aspectos que dificultan la consecución de un tratamiento efectivo: la heterogeneidad del tumor y la su resistencia intrínseca a las terapias. La aparición en los últimos años de nuevos tratamientos como los inhibidores de BRAF o la inmunoterapia han incrementado significativamente la supervivencia de los pacientes de melanoma; sin embargo, las respuestas duraderas son limitadas, por lo que es vital continuar buscando nuevas alternativas terapéuticas para terminar venciendo a esta enfermedad.