Redacción Farmacosalud.com
Con el objetivo de detallar un adecuado manejo de los pacientes con infecciones broncopulmonares con situaciones comprometidas y con difícil y largo seguimiento, además de abordar el uso de los antibióticos inhalados, TEVA patrocina el libro ‘Antibióticos Inhalados’, cuya elaboración ha ido a cargo de expertos dedicados esencialmente a esta patología. “En esta publicación se recogen las últimas actualizaciones de la antibioterapia inhalada en sus múltiples facetas: los principios en los que se fundamenta y el funcionamiento y las indicaciones de los dispositivos de inhalación y nebulización más utilizados”, precisa el Dr. Luis Máiz Carro, especialista de la Unidad de Infección Bronquial Crónica, Fibrosis Quística y Bronquiectasias del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y codirector del manual.
Se trata de una obra colaborativa de 26 autores, que también recoge algunos temas poco conocidos, como las formulaciones endovenosas de antibióticos por vía inhalada y la farmacoeconomía de los antibióticos inhalados.
Según el Dr. Miguel Ángel Martínez-García, neumólogo del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia y codirector del libro, en los últimos años se ha demostrado -con fármacos como los broncodilatadores o los corticoides inhalados- que una de las bases terapéuticas de estas enfermedades es elegir la vía inhalatoria para su tratamiento. Sin embargo, en el caso de los antibióticos inhalados en fibrosis quística, “sí han funcionado pero todavía no se ha podido demostrar con claridad su efectividad en bronquiectasias, si bien la experiencia clínica demuestra ampliamente que funcionan si se seleccionan los pacientes adecuados”.
La terapia en forma de polvo seco, caracterizada por su fácil y rápida utilización
Además, este especialista considera que “los antibióticos inhalados deberían convertirse en el tratamiento habitual de la infección bronquial crónica por microorganismos patógenos de cualquier enfermedad de la vía aérea que demostrara afectar al paciente de forma negativa, no solo de bronquiectasias y fibrosis quística”. En este sentido, valora que “el hecho de que sea un antibiótico inhalado que se puede prescribir de forma continua, evita las confusiones en la toma del mismo por parte del paciente”.
“Otra terapia que presenta beneficios para los pacientes es el polvo seco, debido a la fácil y rápida utilización y su semejanza con otros dispositivos utilizados por pacientes con enfermedades de la vía aérea como son la EPOC y el asma. Esto hace que el paciente entienda mejor su utilización al estar familiarizados con su uso, lo cual, mejora la adherencia al mismo”, sostiene Martínez-García.
De acuerdo con un estudio realizado en 29 hospitales nacionales, en el que se tuvo en cuenta de forma detallada los costes de un ingreso por exacerbación de bronquiectasias, el coste medio de la hospitalización fue de 5.284,7 €, detalla el Dr. David de la Rosa Carrillo, neumólogo en el Hospital de la Santa Creu i San Pau de Barcelona y uno de los directores del nuevo manual. Gran parte de esta cifra estaba destinada a los gastos generados durante la estancia en la sala de hospitalización, y sobre todo a los costes estructurales del hospital.
Para De la Rosa Carrillo, existen evidencias que confirman que el elevado coste asociado a los pacientes se debe, en gran medida, a un mayor número de exacerbaciones, hospitalizaciones y visitas ambulatorias que en algunos casos puede requerir del uso crónico de antibióticos inhalados. “El uso cada vez más frecuente de la antibioterapia inhalada en la práctica clínica la ha convertido en una herramienta imprescindible para la infección bronquial crónica. Este interés de la comunidad médica en esta enfermedad puede condicionar que este tratamiento produzca en el futuro un notable impacto económico en los sistemas sanitarios”, asegura el neumólogo.