Redacción Farmacosalud.com
Que una niña coja los palos de unos helados tipo ‘polo’ y los use como férula para curar el fémur roto de un gato ya es motivo suficiente como para pensar que aquella muchacha tiene un gran futuro como profesional de la salud. Bueno, aquella niña, actualmente la Dra. Eugènia Miranda, traumatóloga del Hospital de Sant Pau i Santa Tecla (Tarragona), no acabó ejerciendo como veterinaria, o sea, no acabó cuidando de la salud animal, sino que acabó tratando a ‘animales racionales’, o seres humanos, si se quiere decir así. La experiencia le ha servido para escribir el libro ‘Tengo los huesos desencajados’, editado por La Esfera de los Libros.
Según Miranda, el hecho de que el título del manual coincida con un famoso fragmento de una canción de Alaska y los Pegamoides no es más que eso, una mera coincidencia, ya que lo que ella ha intentado es buscar un título “pícaro” para un libro que aporta “metáforas divertidas y toques de humor” inspirados en su labor diaria en la consulta. De hecho, “en mi consulta de traumatología se acostumbra a reír”, asegura en un intento de alejarse del estereotipo de visita médica al ‘trauma’ en que todo es dolor, ‘ays’ y ‘uys’. En fin, que en la obra se pueden encontrar incluso recomendaciones para mantener relaciones sexuales en aquellos días en que, físicamente hablando, ‘el horno no está para bollos’ (por ejemplo, por una lumbalgia)… ¡Viva el kamasutra traumatológico!
-¿Es cierto que su libro va dirigido únicamente a mujeres?
No. La editorial quería que el libro estuviera dirigido esencialmente al público femenino. Y, si bien es cierto que hay capítulos en los que se habla de zapatos de tacón, también los hay en los que se habla de meniscos, dolor de espalda, artrosis de las cervicales, lumbago… y creo que la población masculina sufre todo eso tanto o más que la población femenina. En definitiva, que tanto mujeres como hombres pueden sentirse identificados con muchos de los contenidos que aparecen en el manual.
-¿Hay un capítulo que se titula ‘Dolor cervical, arena de playa y Whatsappitis’. ¿Qué dice el libro sobre la whatsappitis?
La whatsappitis es un término acuñado por una doctora española que incluye todas las enfermedades que han repuntado o que se han reavivado por el uso y abuso del teléfono móvil.
-Otro capítulo se titula ‘Lencería fina, sujetadores y la maldición de la copa’…
No se trata de la maldición de la Copa del Mundial (por ejemplo de fútbol), sino que aquí se apunta hacia otra dirección: hay un tanto por ciento importante de población femenina que no conoce la talla exacta de su sujetador. Siempre es más bonito decir ‘sujetador’ (que sujeta algo bonito), que no ‘sostenes’, que sostiene algo. La población femenina tiene aún problemas para saber qué talla de sujetador necesita y, sobre todo, qué copa usa. Cuando se es propietaria de un busto abundante, se debe saber exactamente cuál es el sujetador más adecuado para la espalda, porque si no, pueden aparecer molestias físicas.
-‘Las Kardashian. ¡Esas caderas!’ ¿Qué puede encontrar el lector aquí?
Las Kardashian son conocidas por poseer un ‘trasero’ de dimensiones muy considerables. En este capítulo se habla de la relación entre glúteos potentes y artrosis de cadera… leerlo será la mejor manera de saber qué conexión hay entre esas dos realidades.
Por cierto, las Kardashian no son los únicos personajes que salen en este apartado, ya que también aparecen -y sin que el motivo sean las caderas prominentes- La Maja Desnuda y La Maja Vestida, pintadas por Goya. Cuando antes se pintaba un cuadro, la modelo podía estar posando tranquilamente durante 3 horas diarias durante 15 días seguidos. Si la modelo* de La Maja Desnuda y La Maja Vestida hubiera padecido una trocanteritis -de la que también se habla en esta parte del libro- no se habría podido pintar esta escena tan, pictóricamente hablando, conocida.
-‘Juanetes y malditos zapatos’ ¿El asunto va de zapatos de tacón? De hecho, usted ya ha hecho un apunte anteriormente sobre ese tema…
Sí, el abuso mantenido de los zapatos de tacón comporta que la población femenina cope casi todas las cirugías de juanetes. Es cierto que los hombres pueden tener este tipo de lesiones, pero el 95% de las cirugías por juanetes se practican en mujeres. En una entrevista que concedí tiempo atrás dije que los zapatos de tacón vendrían a ser como los cigarrillos: la dosis adecuada sería 0, idea que ahora aparece en mi libro.
-Hay un capítulo con un título muy intrigante: ‘El Kamasutra traumatológico, la creatividad al poder’. ¿Qué se comenta aquí acerca del kamasutra (antiguo texto hindú dedicado al comportamiento sexual humano)?
Partiendo de la base de que ‘de los 40 para arriba no te mojes la barriga’, el texto se centra aquí en cómo mantener relaciones sexuales satisfactorias cuando a uno le duele la zona lumbar o el menisco, los hombros, el cuello… sería un manual de uso para los días ‘malos’. O sea, se indica o se recomienda qué postura sexual es la más adecuada en función de lo que te duele aquel día…
Las posturas sexuales han de estar muy controladas en aquellos pacientes que llevan prótesis de cadera. Una postura muy forzada o una separación de las piernas muy forzada puede desembocar en una luxación de la prótesis. Todo ello derivó en un artículo que escribí para www.tuvidasindolor.es, página web en la que colaboro. Allí ya hablé de dolor lumbar y sexo, y posteriormente, de cara a mi libro, fui añadiendo los meniscos, las tendinitis en las extremidades superiores y hasta los juanetes, abordándolo siempre todo de una manera divertida. El capítulo del kamasutra sería como una guía para -desde un punto de vista traumatológico- mantener relaciones sexuales seguras en ciertos casos: '¿Qué me duele hoy, qué puedo hacer?’
-‘Medicina basada en la evidencia (MBE) ¡Paparruchas!’… Uf...
La evidencia científica nos dice cuáles son las directrices a seguir, algo que a veces es bastante complicado de cumplir cuando tienes delante al enfermo. Sabes perfectamente que en una lumbalgia hay que esperar un par de semanas a que el dolor disminuya sin dar prácticamente analgesia ni antiinflamatorios, realizando además las menos radiografías posibles y recomendando al paciente que se relaje… pero, en realidad, todos sabemos que cuando el dolor lumbar es nuestro, cuesta mucho esperar. Lo que se está diciendo en el libro es que la medicina basada en la evidencia es una guía que hay que seguir, pero que los casos que nos encontramos son muchos y muy variables, con lo que las soluciones a aplicar pueden ser diferentes en función de cada paciente en concreto.
-¿Podría destacar alguna anécdota divertida o pintoresca que aparezca en Tengo los huesos desencajados?
Un verano, cuando yo era una niña de entre 12-14 años (no recuerdo exactamente la edad), el gato de la familia se había roto el fémur. Pues bien, juntamente con mis dos hermanas pequeñas, compramos en la plaza del pueblo unos ‘polos’ (helados), cogimos los palos de los polos y curamos al gato entablillándole con ellos la pata lesionada. Y el gato… ¡quedó bien, no quedó cojo! (la Dra. se ríe recordando el final feliz de aquella anécdota) Cuando vimos al animal lesionado, pensé que necesitábamos aquellos palos para usarlos como férula, y así fue como pedimos dinero a mi madre para ir a comprar los helados. Una vez nos comimos los polos, curamos al gato aplicando, simplemente, el sentido común.
* Todo parece indicar que la modelo de La Maja Desnuda y La Maja Vestida es la duquesa de Alba (XIII duquesa de Alba)