Redacción Farmacosalud.com
‘Los niños vienen al mundo con un pan bajo el brazo’, se suele decir recurriendo a una de las máximas más célebres. No obstante, en ocasiones para la madre del bebé ese pan puede indigestarse hasta el punto de padecer lo que se denomina psicosis posparto o psicosis puerperal, un grave trastorno que se manifiesta mediante alucinaciones y alteraciones del comportamiento y que, por sus características, puede llegar a generar un ambiente de estigmatización social alrededor de la afectada. Sin lugar a dudas, las mujeres con psicosis posparto constituyen uno de los perfiles de pacientes más beneficiadas por la entrada en funcionamiento en el Hospital Clínic de Barcelona del nuevo Hospital de Día Madre-Bebé para mujeres con trastornos mentales que acaban de tener un hijo, dado que allí las pacientes con dicha psicosis tienen la posibilidad de normalizar su rol de madre sin tener que sufrir en casa, aisladas y en silencio, los estragos de su trastorno, asegura la doctora Lluïsa García-Esteve, coordinadora de la nueva Unidad de Salud Mental Perinatal del Clínic. El centro es pionero en España y está alineado con las recomendaciones internacionales.
Uno de los objetivos del nuevo Hospital de Día Madre-Bebé es el de asegurar, en un espacio terapéutico confortable, la continuidad de la atención de la madre y del bebé favoreciendo el vínculo y el cuidado. Se estima que una de cada cuatro mujeres embarazadas podría sufrir un trastorno mental y que el 4% de estos trastornos será grave o complejo. En el posparto, una de cada diez madres sufrirá depresión y una de cada mil presentará la ya mencionada psicosis puerperal, enfermedad que requiere ingreso hospitalario. Las madres con patologías mentales previas, especialmente con trastorno bipolar y trastornos depresivos, tienen un alto riesgo de descompensación en los primeros meses tras el parto. Los problemas de salud mental en el período perinatal pueden conllevar una mayor dificultad a la hora de afrontar los retos sociales y las obligaciones personales, de ahí que quede afectada la capacidad de cuidado de la mujer, tanto de ella misma como del bebé.
La identificación del riesgo durante el embarazo permite la prevención primaria
El objetivo de la Unidad de Salud Mental Perinatal del Clínic es mejorar la prevención, la detección y la intervención de las alteraciones mentales graves mediante el uso de tratamientos especializados en las patologías psíquicas perinatales. Por ello, se elabora un programa individual adecuado a las necesidades de cada mujer y bebé, tanto durante el embarazo como en los primeros doce meses del niño.
Los tratamientos se basan en intervenciones que favorecen la lactancia materna, la interacción entre la madre y el hijo y la crianza respetuosa y positiva, así como la incorporación progresiva al concepto de lo cotidiano, fomentando el vínculo con la comunidad y la familia. La identificación de madres y recién nacidos de riesgo durante el embarazo y el postparto permite la prevención primaria y secundaria de enfermedades mentales maternas y de las consecuencias adversas en el neurodesarrollo de los bebés. La nueva Unidad dispone de profesionales de psiquiatría, psicología de adultos e infantil, trabajo social y enfermería.
Psicosis puerperal: más riesgo en primípara con historial familiar de patología mental
La psicosis posparto o psicosis puerperal se caracteriza por la pérdida del sentido de la realidad, la aparición de alucinaciones y alteraciones del comportamiento, etc. El perfil de mujer que corre el riesgo de padecer este trastorno se corresponde, principalmente, con una madre primípara (que pare por primera vez, madre primeriza) con antecedentes de patología mental familiar -especialmente de sus madres o hermanas- en el posparto.
Aunque la psicosis puerperal puede llegar a suponer para la madre afectada la retirada temporal del cuidado de su bebé -por seguridad del propio bebé y mientras la madre no pueda hacerse cargo de ella misma ni de la criatura-, se trata de una alteración que tiene buenas perspectivas terapéuticas, tal y como certifica la doctora García-Esteve: “La psicosis puerperal es una enfermedad mental aguda y grave que requiere ingreso psiquiátrico para su contención y tratamiento. Pero, habitualmente, tiene un buen pronóstico, con una rápida respuesta al tratamiento y con restitución ad integrum de los aspectos afectados. Por tanto, sería muy importante disponer de Unidades Madre-Bebé para el ingreso agudo de estas madres juntamente con sus bebés, con el fin de que se mantenga el vínculo y la lactancia, si se puede, y no se interrumpa de manera incomprensible para ellas la relación con su hijo”.
Las mujeres con este trastorno que acuden al Hospital de Dia para realizar su programa de recuperación “se benefician, sobre todo, del acompañamiento y continuidad que ofrece el dispositivo” y el “apoyo de las profesionales y de las otras madres, con las que pueden compartir su preocupaciones, miedos y temores”, normalizándose así “su rol de madre sin tener que sufrir el estigma social, en casa, aisladas y en silencio”, destaca la facultativa.
Además, las pacientes reciben apoyo y ayuda con el rol materno para que mejore la seguridad y la confianza en sus capacidades como madres.
El nuevo servicio prioriza la lactancia materna en todos los casos
El Hospital de Día Madre-Bebé es un recurso terapéutico de acceso voluntario que ofrece terapias intensivas y específicas durante el año siguiente al parto con el fin de evitar el efecto que tiene el hecho de separar la madre del bebé. En el nuevo centro se facilita que la madre siga amamantando y cuidando del niño, si bien de forma supervisada, acompañada y asistida. “El Hospital de Dia Madre-Bebé es un espacio terapéutico pensado para que la mamá continúe los cuidados de su hijo y permanezca junto a él amamantándolo, jugando, cuidándolo como en casa, con la posibilidad de realizar los tratamientos mientras se va recuperando de su trastorno psiquiátrico. El bebé permanece junto a su madre todo el tiempo, excepto si precisa dormir o si la paciente realiza alguna terapia individual o grupal sin el bebé, que queda al cuidado de la enfermería”.
La lactancia materna se prioriza en todos los casos, con independencia de la gravedad y del tipo de alteración mental que sufra la paciente. De acuerdo con García-Esteve, la norma es valorar con la usuaria “los riesgos y beneficios de la lactancia materna y del tratamiento psicofarmacológico que precisa para la mejoría de su trastorno”, de tal manera que es la madre la que “decide cuál es la opción que desea”.
El binomio amamantamiento-farmacología, estudiado de manera personalizada
Las posibles limitaciones asociadas al hábito de dar el pecho y, en paralelo, recibir tratamiento farmacológico se deben estudiar caso por caso y en función de cada opción terapéutica. De hecho, “la mayoría de psicofármacos son compatibles con la lactancia materna y podemos monitorizar de manera muy eficaz los niveles plasmáticos de aquellos fármacos que son más controvertidos durante la lactancia materna, como el litio o el valproico -subraya la especialista-. Lo importante es poder llevar a cabo un plan terapéutico individualizado para cada madre y lactante, recogiendo todas las opciones terapéuticas eficaces que disminuyan el sufrimiento y aislamiento de las madres, mejoren la patología mental que presentan, y promocionen el vínculo sensible y la crianza positiva así como todas aquellas intervenciones que favorezcan las relaciones familiares y la reincorporación progresiva a su cotidianidad sin estigma ni culpa”.
El Hospital de Día dispone de 10 plazas para madres y 10-12 bebés con una estancia aproximada de tres meses. Con el fin de atender al mayor número de usuarias y adecuar los horarios a las diferentes necesidades, la estancia puede ser parcial o completa, lo que amplía la oferta hasta 15-18 plazas. Cuando se habla de estancia parcial, quiere decir que la paciente acude sólo algunos días a la semana o sólo algunas horas al día, sin hacer el horario íntegro, según la necesidades y voluntad de cada una de las usuarias. Se calcula que, anualmente, se podrá atender a 50-60 madres y sus bebés.
No se contempla la atención durante las 24 horas del día
El servicio que se presta es solamente diurno, de tal manera que las madres y sus hijos son atendidos entre las 9,30 horas y las 16 h, no contemplándose la hospitalización completa. El Hospital de Día cuenta con el apoyo del programa específico de psiquiatría y psicología perinatal, en el que se atienden anualmente a unas trescientas mujeres a lo largo del período postparto.
El centro ofrece evaluación diagnóstica y atención tanto individualizada como grupal, y dispone de programas específicos para favorecer los procesos de mejora. Dejando a un lado a las mujeres con patologías mentales previas (cuyo diagnóstico facilita la identificación del alto riesgo de descompensación en los primeros meses tras el parto), un profesional sanitario puede darse cuenta, en un hospital materno-infantil y en las primeras horas tras el nacimiento del bebé, que una madre que hasta aquel momento no tenía antecedentes psiquiátricos necesita ser tratada en una Unidad como el novedoso Hospital de Día. Así, “la presencia de signos y síntomas de que ‘algo no va bien en el estado de ánimo de una mujer después del parto’ puede detectarse en el mismo hospital”, explica la doctora. De todos modos, tras dar a luz las madres permanecen ingresadas únicamente durante 48-72 horas, período en el que “no es sencillo” identificar tales síntomas, y, además, “algunos trastornos aparecen más allá de la primera semana posparto”, apunta García-Esteve.
La depresión posparto, con mucho riesgo de reincidencia en madres no primerizas
Los síntomas de estrés y ansiedad relacionados con el cuidado del bebé son más frecuentes en madres primíparas, si bien en el caso de la depresión posparto no es así. De hecho, “los episodios depresivos posparto tienen mucho riesgo de reincidir en el siguiente parto”, asevera. Este trastorno en concreto es abordado en el nuevo centro mediante terapia psicofarmacológica -como se haría en una consulta externa- "compatibilizándola con la lactancia materna”, detalla. Dicha terapia psicofarmacológica puede revisarse diariamente e intensificarse con las intervenciones psicológicas individuales y grupales, sesiones de grupo con las madres y los bebés y el acompañamiento psicoeducativo de enfermería, proceso que facilita la contención y ayuda a que la madre pueda seguir ocupándose de su bebé.
El Hospital de Día, asimismo, posibilita que las usuarias puedan participar en actividades relacionadas con el cuidado del niño, el masaje infantil y la educación para la salud en ámbitos como la nutrición, la higiene o los hábitos de sueño. Por otra parte, el centro desarrolla diagnósticos y pruebas de evaluación para identificar bebés de riesgo y signos precoces de alteraciones en el neurodesarrollo.