Redacción Farmacosalud.com
En el marco del 37º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), celebrado en Valencia, ha tenido lugar la Mesa titulada ‘La atención al paciente con Dolor Crónico No Oncológico (DCNO) en Atención Primaria (AP)’. El moderador de la sesión ha sido el doctor Pedro Ibor, quien también ha impartido la ponencia ‘Casos clínicos Dolor Crónico No Oncológico’. En la Mesa, asimismo, había dos participantes más: el doctor Rafael Micó, con la ponencia ‘Importancia del Médico de Atención Primaria como iniciador del Tratamiento’, y el doctor Rafael Carrascal, con el título ‘¿Por qué un Consenso sobre Dolor Crónico no Oncológico?’.
“Hay opioides mayores para dolores crónicos con reagudizaciones”
El dolor crónico, que es aquel que tiene una duración de más de tres meses, es una enfermedad que está adquiriendo gran relevancia debido al envejecimiento de la población. De hecho, la edad avanzada va estrechamente unida a la aparición de este tipo de molestias. A criterio del doctor Pedro Ibor, médico de familia y responsable del Grupo de Dolor de SEMERGEN, en la Mesa ha quedado claro que el eje del abordaje del dolor crónico “es la Atención Primaria”, dado que “es el médico de familia el que va a ejercer la función de direccionar” a los pacientes hacia los distintos estratos médico-sanitarios que correspondan.
En la sesión del Congreso de SEMERGEN se ha tratado un caso clínico bastante frecuente en las consultas de Atención Primaria: el paciente que tiene problemas músculo-esqueléticos a nivel lumbar, cuyas características se enmarcan en el segmento de los dolores crónicos no oncológicos. Ibor da detalles sobre esta cuestión en la siguiente grabación.
Si bien el abordaje terapéutico del dolor es multimodal, en tanto que puede aplicarse terapia farmacológica, tratamiento psicológico acompañante, rehabilitación o fisioterapia, “el eje del tratamiento analgésico es farmacológico; no puede dejar de ser así por los avances que ha habido en la farmacología”, afirma el experto.
En función de la intensidad de las molestias dolorosas, existen tres escalones farmacológicos: cuando el dolor es leve, “estarían los clásicos” paracetamol y antiinflamatorios como ibuprofeno, naproxeno, cox-2 y celecoxib, precisa Ibor. En un segundo escalón, correspondiente a un dolor de intensidad leve-moderada, se entraría en el terreno de los opioides menores, como tramadol o la codeína. Y en el tercer escalón, destinado al dolor moderado-intenso, es donde aparecen los opioides mayores. De acuerdo con el médico de familia, “dentro de los opioides mayores hay muchas vías de administración”, como son los parches transdérmicos con fentanilo o buprenorfina, “muy bien asimilados por mucha población”, y los fármacos aplicados por vía oral, como son las moléculas que están encabezadas fundamentalmente por “oxicodona/naloxona, tapentadol e hidromorfona… y luego tenemos también unos opioides mayores que se utilizan para dolores más agudos o dolores crónicos con reagudizaciones”, remacha el doctor.
“La mitad de la gente que tiene dolor ha tenido que reducir su actividad social”
En la ponencia ‘Importancia del Médico de Atención Primaria como iniciador del Tratamiento’, el médico de familia Rafael Micó intenta remarcar la importancia de este escalón asistencial a la hora de iniciar el tratamiento del DCNO. Micó recuerda que en la Encuesta del Sistema Nacional de Salud del 2012 se pusieron de manifiesto las consecuencias derivadas de los síntomas dolorosos, cuya incidencia se centra mayoritariamente en el sexo femenino: “La mitad de la gente que tiene dolor ha tenido que reducir su actividad social o ha tenido que tomarse un fármaco en las últimas dos semanas; el 20% tiene problemas lumbares, cervicales, reumáticos… son unos números que en las consultas de nuestro día a día son muy importantes”.
A criterio de este profesional de la medicina de familia, es vital que los médicos actúen como “gestores dentro del equipo de Atención Primaria”. ¿Con qué finalidad? El doctor Micó la concreta en el vídeo que ilustra este artículo.
“Habría que potenciar el rol de Enfermería”
El doctor y médico de familia Rafael Carrascal, que en el marco del Congreso de SEMERGEN ha impartido la ponencia ‘¿Por qué un Consenso sobre Dolor Crónico no Oncológico?’, ha hecho hincapié en las conclusiones del Documento de Consenso sobre Dolor Crónico No Oncológico (DCNO). Entre ellas se encuentra promover un abordaje integral del paciente con DCNO no solamente desde un punto vista físico, sino también psicosocial, e impulsar la Atención Primaria como sector clave en el abordaje terapéutico de estos enfermos aprovechando el hecho de que la medicina de familia es una “puerta de entrada al Sistema Nacional de Salud”. Asimismo, se apuesta por “potenciar el rol de Enfermería” en relación a los afectados de dolor crónico, al estilo de la atención dispensada en otro tipo de patologías crónicas. Además, “la entrevista con los pacientes de DCNO debería ser motivacional y empática”, resalta Carrascal.
Otra conclusión incide en la importancia de realizar un abordaje multidisciplinario utilizando escalas y cuestionarios validados para este tipo de patologías, algo que ya se ha llevado a cabo en el caso del dolor neuropático. También habría que “promover la participación activa de los pacientes en su propia patología” e impulsar el uso de “la guía de práctica clínica a la hora de utilizar los tratamientos más adecuados, para así evitar la yatrogenia (reacciones adversas causadas por medicamentos o un determinado tratamiento)”, lo que sin duda aumentaría “la seguridad” en el enfermo, apunta el doctor Carrascal. En el vídeo que sigue a continuación, el experto indica las medidas que deberían adoptarse entre el colectivo médico para mejorar el abordaje terapéutico del dolor crónico.