Redacción Farmacosalud.com

Autoría: @franciscoavia
Fuente: Hospital Clínic Barcelona
El servicio de Urgencias del Hospital Clínic Barcelona ha detectado que las intoxicaciones por 'crack' (cristalización de cocaína, o cocaína fumada) se han triplicado en dos años, según se desprende de un estudio realizado por dicho centro hospitalario. Hasta hace unos pocos años, el consumo de esta sustancia estupefaciente en España era una práctica muy excepcional o infrecuente. Según la encuesta EDADES -informe relativo a todo el territorio español-, la toma de crack alcanzó un máximo histórico en 2007 y posteriormente bajó, pero ya nunca se situó por debajo del consumo registrado en años anteriores a 2007. Desde 2009, el uso de esta droga ha ido incrementándose paulatinamente hasta llegar a otro máximo histórico, el registrado en 2024. De todos modos, cabe decir que, a pesar de su tendencia alcista, el consumo de crack sigue siendo minoritario en España.
El Clínic ha presentado datos de un análisis estadístico relativo a las asistencias prestadas por intoxicaciones agudas durante el pasado año en el Área de Urgencias de este hospital, que es el centro hospitalario de referencia del barrio de l'Esquerra de l'Eixample de la ciudad de Barcelona. La mayor parte de las asistencias por casos de cocaína (presente en 1 de cada 4 personas atendidas por drogas de abuso en los servicios de atención inmediata del Clínic) están asociadas al consumo de dicha sustancia en forma de polvo (cocaína clorhidrato).
“Sin embargo, en los últimos años se ha detectado un aumento progresivo de la presencia de indicios de consumo de cocaína fumada, denominada ‘cocaína base’ o ‘crack’, en los pacientes atendidos en urgencias por intoxicaciones por cocaína. Prueba de ello es la identificación, en una de cada 10 muestras analizadas positivas para cocaína en el laboratorio de Toxicología del Clínic, de la anhidro-ecgonina metiléster, un producto de la pirolisis* del crack (es decir, que se produce cuando la sustancia se quema para ser inhalada)”, informa el Dr. Emilio Salgado García, médico consultor C1 y responsable de la Unidad de Toxicología Clínica del Área de Urgencias del Hospital Clínic Barcelona. En la siguiente figura se puede observar esta tendencia desde el año 2017:

Cabe recordar que la cocaína base es crack
Difusión: Dr. Salgado
*pirolisis: descomposición de un compuesto químico por acción del calor
“Pese a todo -prosigue Salgado-, el consumo de cocaína base continúa siendo minoritario si se compara con la toma en polvo. Pueden consultarse los datos de la última encuesta EDADES 2024, del Plan Nacional Sobre Drogas en su página 54, donde se informa que únicamente el 1,8% de la población encuestada afirmó haber consumido cocaína fumada alguna vez en su vida, frente a un 13% en su forma en polvo”. Sea como fuere, colocarse con crack más bien remite a las grandes urbes de Estados Unidos de los años 80 y 90 del siglo pasado**, dado que tomar esta droga de manera fumada era hasta hace unos pocos años una práctica casi inexistente en territorio español, tal y como certifica el facultativo: “efectivamente, es algo poco frecuente, como se puede apreciar en EDADES. Por eso resulta tan llamativo encontrarla en nuestras urgencias”.
** En la película ‘New Jack City’ (1991) se habla de la ‘epidemia’ de crack en la ciudad de Nueva York (Estados Unidos). Ver escena del film clicando aquí
La democratización de la cocaína
El crack se elabora con una base de cocaína obtenida generalmente a partir de la reacción de clorhidrato de cocaína y bicarbonato sódico (dando cloruro de sodio como subproducto), que se consume fumando pequeños cristales o piedrecitas que crujen al calentarse. Esta droga, que se fuma en pequeños tubos de vidrio, puede vincularse actualmente a cualquier estrato socioeconómico, lejos de la imagen tradicional del consumidor de crack, muy asociada a ambientes extremadamente marginales.
“Nos encontramos ante un hecho paradójico, y es que muchos consumidores de crack se lo fabrican ellos mismos… es decir, más que haber un tráfico y distribución de crack, es tal la oferta en el mercado actual de cocaína en polvo, que el consumidor ‘cocina’ por sí mismo esta sustancia para su consumo particular. Por otra parte, y debido también a la extraordinaria oferta actual de cocaína en polvo, ésta es ‘asequible’ para todos los bolsillos; es decir, que en la actualidad no podemos asociar su toma a un nivel económico alto, sino que su consumo se ha democratizado, alcanzando a todos los estratos de la sociedad”, sostiene el Dr. Salgado en declaraciones a www.farmacosalud.com.

Dr. Emilio Salgado García
Autoría de la fotografía: @franciscoavia
Fuente: Hospital Clínic Barcelona
“Apoyan esta hipótesis el hecho de que el precio del gramo de cocaína en polvo no se haya incrementado desde hace años, o que el laboratorio de Toxicología del Clínic tampoco haya encontrado un incremento de los adulterantes clásicos (especialmente el levamisol). Así pues, siguiendo las leyes básicas de oferta y demanda, esta circunstancia sólo es posible con una oferta extraordinaria y creciente de cocaína en polvo en el mercado”, argumenta.
El crack tiene un efecto inmediato, pues empieza a actuar en aproximadamente 8-10 segundos. A corto plazo, la toma de este estupefaciente puede causar alteraciones cardiovasculares graves (infarto agudo de miocardio, habitualmente por vasoespasmo coronario, y/o arritmias graves) y cerebrovasculares (ictus hemorrágicos e isquémicos), “además de hemorragias pulmonares, entre muchas otras complicaciones”, precisa el experto. A largo plazo “se puede asumir que, al igual que pasa con el consumo de cocaína en polvo, y dejando a un lado las complicaciones neuropsiquiátricas derivadas de la adicción a esta sustancia, se esperaría encontrar, con el crack, complicaciones cardiovasculares graves (miocardiopatía crónica, endocarditis, etc.)”, señala Salgado a continuación.
Incremento de los casos de ‘Tusi’
El Clínic de Barcelona atendió el año pasado 2.384 intoxicaciones, lo que representa un 2,2% del total de casos atendidos en Urgencias. Los casos de pacientes intoxicados atendidos en estos servicios han aumentado un 14% en los últimos 5 años. Este centro hospitalario barcelonés cuenta con una Unidad de Toxicología Clínica que depende del Área de Urgencias y que tiene más de 40 años de historia, y una Sección de Farmacología y Toxicología que se ha convertido en laboratorio de toxicología referente en diversos tipos de análisis en Cataluña y el resto de España. Además de las intoxicaciones más habituales, se atienden nuevos perfiles de esta casuística junto con la identificación de nuevas sustancias de abuso, de ahí que la actividad del mencionado laboratorio implique mantener una colaboración transversal con otros servicios del hospital.
Según el informe del Clínic, el 63% de las intoxicaciones atendidas en los servicios de asistencia inmediata eran por drogas de abuso, mientras que un 25% obedecían a intoxicaciones por medicamentos. En cuanto a las edades de los individuos atendidos, 1 de cada 10 tenía menos de 20 años. La cifra de hombres asistidos en Urgencias por intoxicaciones con medicamentos ha aumentado un 7% respecto a 2023.
En lo concerniente a nuevos comportamientos por toma de estupefacientes, el estudio destaca que los casos de ‘Tusi’ (mezcla de MDMA*** + ketamina, conocida como ‘cocaína rosa’) han pasado del 0,66% al 2,58%, mientras que los casos de crack se han triplicado en dos años (N=17), tal y como se ha apuntado anteriormente. El 57% de las intoxicaciones atendidas por drogas de abuso tienen su origen en la ingesta de alcohol.
***MDMA: éxtasis

Autoría: @franciscoavia
Fuente: Hospital Clínic Barcelona
Golosinas de cannabis
Otro de los fenómenos relativamente nuevos que se atienden en el Clínic y en otros hospitales de la ciudad es el consumo de cannabinoides sintéticos (golosinas de cannabis). Durante 2024 se han atendido 24 casos confirmados de intoxicaciones por golosinas de cannabis, una cifra que se ha duplicado en dos años. Con respecto a las intoxicaciones por medicamentos, el dossier revela que 1 de cada 2 pacientes habían tomado benzodiacepinas y un 15% analgésicos (67% con paracetamol).
La mayoría de las personas asistidas en Urgencias por una intoxicación no requieren ingreso hospitalario. Sin embargo, de los 2.384 casos atendidos el año pasado, el 3,37% de los pacientes ingresaron en planta hospitalaria (medicina), el 2,64% necesitó ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos y el 0,25% (n=6) falleció.
Detección de catinonas sintéticas
La Sección de Farmacología y Toxicología (Centro de Diagnóstico Biomédico) está constituida por un conjunto de laboratorios altamente especializados que lideran nuevas estrategias en el análisis de fármacos, drogas de abuso y otros tóxicos relevantes, con el fin de realizar el diagnóstico de intoxicaciones agudas e identificar casos de sumisión química.
Durante el año pasado se detectaron 233 casos de Nuevas Sustancias Psicoactivas (drogas que no están controladas a nivel internacional por los Convenios de las Naciones Unidas, pero que pueden representar un riesgo para la salud pública). Entre otras, destacan las catinonas sintéticas, como la metilmetcatinona y la clorometcatinona, si bien los casos de esta última han disminuido un 60% en el último año. El informe también concluye que ha habido un incremento del 22% en la detección de pregabalina por uso recreativo de pregabalina consumida como ‘karkubi’ (mezcla de pregabalina con clonazepam y/o cannabis). Como laboratorio de referencia para el análisis de amanitinas (hongos hepatotóxicos) y alcoholes tóxicos, durante el año 2024 se diagnosticaron 2 casos de intoxicación por amanitinas y 10 casos por metanol.
“El fenómeno de la intoxicación es un problema sanitario en aumento”, por lo que es muy importante llevar a cabo un trabajo multidisciplinar a la hora de tratar a las personas afectadas y detectar nuevos consumos y dinámicas de abuso, establece el Dr. Salgado mediante un comunicado. Por su parte, la Dra. Marina Parra, jefa de la Sección de Farmacología y Toxicología del Servicio de Bioquímica y Genética Molecular (Centro de Diagnóstico Biomédico), remarca que en el laboratorio “debemos adaptar constantemente el análisis toxicológico a las nuevas tendencias de consumo de drogas en nuestro entorno” para, de este modo, “responder a las necesidades clínicas de nuestros pacientes”. Asimismo, estos profesionales tratan de ayudar en la identificación de aquellas “nuevas drogas de abuso que juegan un papel importante en las intoxicaciones”, lo que, en paralelo, permite a esta unidad actuar también como un “centro de ‘Toxicovigilancia’”, añade Parra.