Redacción Farmacosalud.com
Se coge el duodeno, un órgano dilatado que forma parte del sistema intestinal, se le practican cortes al tiempo que se modifica su forma con el fin de ‘adelgazarlo’ y al mismo tiempo alargarlo, se cierran los cortes, y el duodeno transformado se utiliza para 'tapar' la porción desaparecida de intestino delgado. En otras palabras, se ha usado el mismo volumen del duodeno para prolongar su extensión. Parece simple, pero era una intervención muy arriesgada que no se había realizado nunca. En el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona han conseguido materializar esa idea mediante una operación pionera en todo el mundo que puede evitar el trasplante intestinal en un amplio porcentaje de personas que padecen el conocido como síndrome de intestino corto.
El equipo de Cirugía Digestiva y Trasplantes del Servicio de Cirugía Pediátrica del Hospital Maternoinfantil Vall d’Hebron, liderado por el Dr. Javier Bueno, ha realizado la primera intervención descrita en el mundo para alargar el duodeno de un niño de 7 años con un intestino corto extremo. El síndrome del intestino corto es una enfermedad que consiste en la pérdida de un gran segmento del intestino delgado por catástrofes intestinales. Estos niños no pueden absorber de forma adecuada los alimentos y, por este motivo, deben estar conectados de forma permanente a un dispositivo que les va suministrando el alimento por vena, para suplir sus carencias nutricionales. Esta nutrición artificial puede generar muchas complicaciones, ya sean hepáticas, infecciosas, etc. y, a largo plazo, acaban siendo candidatos a un trasplante intestinal.
Necrosis, 18 operaciones y alimentación artificial
Àlex ingresó en el Hospital al mes de vida con una torsión del intestino delgado que le estaba cortando el riego sanguíneo y que le provocaba una necrosis en las vísceras. Requirió hasta 18 intervenciones quirúrgicas para ir extirpando las partes del intestino que le dejaban de funcionar, de manera que perdió todo el intestino delgado excepto el duodeno y una parte del intestino grueso. Por este motivo, Àlex se había estado alimentando durante toda su vida de forma artificial y era un firme candidato al trasplante intestinal, con todos los riesgos que conlleva. Hasta ahora se habían descrito dos técnicas quirúrgicas para alargar dicho órgano digestivo, pero ninguna de ellas utilizaba el duodeno como una parte del mismo, debido a que se trata de un segmento del intestino difícilmente abordable desde el punto de vista quirúrgico; por un lado, porque tiene una vascularización especial y, por otro, por su estrecha relación con el páncreas y los conductos biliares, que podrían resultar dañados como consecuencia de la intervención. Las técnicas clásicas para alargar el intestino necesitan, para poder ser realizadas, como mínimo un segmento de intestino delgado que Àlex no tenía.
A partir de ahora, esta nueva técnica se puede aplicar a pacientes con el síndrome del intestino corto y complementa al resto de técnicas ya descritas. Esto proporciona la posibilidad de añadir un segmento más de intestino que antes nunca se había utilizado e incrementa, aún más, la absorción de alimentos por parte del paciente y disminuye la necesidad de nutrición artificial. Ahora habrá que confirmar si con esta nueva técnica un porcentaje importante de niños con este problema podrá evitar el trasplante intestinal. La operación de Àlex se realizó en febrero de 2013 y un año después, sorprendentemente, sólo con el alargamiento duodenal, ya comía de forma autónoma, era capaz de prescindir de toda la nutrición artificial y no requería ningún dispositivo alimenticio extra. Se había evitado, así, el temido trasplante intestinal. Esta intervención pionera, que está pendiente de ser publicada en la prestigiosa revista científica ‘Journal of Pediatric Surgery’, se ha realizado ya a tres pacientes pediátricos y se prevé que se puedan beneficiar un 40% de los niños que sufren este problema, han informado fuentes del mencionado centro hospitalario.