Redacción Farmacosalud.com
La nueva presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Cecilia Martínez, ha querido poner de manifiesto el reto asistencial que está suponiendo para sus colegas de profesión el agravamiento del desabastecimiento de medicamentos que existe actualmente en España. Y es que, según afirma, esta problemática “tiene un enorme impacto también en el ámbito de actuación de la Farmacia Hospitalaria, pues nos obliga a estar en permanente búsqueda de alternativas para garantizar el suministro de medicamentos en un entorno altamente complejo, y con tiempos de demanda tremendamente cortos. Esto tiene un impacto asistencial inmediato, pues se precisa la dedicación de muchos medios”.
Por otro lado, Martínez revela que, ante los buenos resultados del proyecto Telémaco, el plan destinado a realizar un seguimiento telemático de los enfermos crónicos residentes en zonas rurales, “está planteándose su aplicación y desarrollo para la mejor comunicación con el ámbito no rural”. Telémaco es una iniciativa surgida a partir de la colaboración entre la SEFH y la Sociedad Española de Farmacia Rural.
-Su nombramiento como presidenta de la SEFH ha tenido lugar en el marco del 68º Congreso Nacional de su organización, celebrado en Bilbao. ¿Qué contenido de la reunión le gustaría destacar?
El lema del congreso -BAI, por una salud global- tiene mucho que ver con la preocupación que como farmacéuticos de hospital tenemos no sólo por el bienestar del entorno sanitario, sino también por el impacto que tienen en el planeta todas nuestras actuaciones y por aquellos aspectos que desde la farmacia hospitalaria podemos cambiar y que están relacionados con dicho impacto.
-Uno de los simposios del encuentro ha girado en torno a la transformación digital de su especialidad. ¿Cuál es el presente y el futuro de esta transformación?
Estamos en la era del dato, de la información, y la transformación digital es el camino que nos tiene que llevar al cambio en las organizaciones y en las prácticas individuales para la toma de decisiones basadas en la mejor evidencia derivada del tratamiento de esos datos. La farmacia hospitalaria no es ajena a esta necesidad de transformación, y cada vez más se están incorporando y desarrollando herramientas que nos ayudan a optimizar procesos basados en la mejor interpretación de la información disponible.
-¿Qué balance hace del proyecto colaborativo 'Telémaco'? Esta iniciativa estaba destinada a cubrir necesidades del enfermo crónico en el ámbito rural en base al uso de la telefarmacia.
El proyecto Telémaco, en su concepción, era el desarrollo de una herramienta de comunicación y seguimiento farmacoterapéutico del paciente entre el ámbito rural y el hospital, y como tal, ha demostrado ampliamente su utilidad. Es por ello que está planteándose su aplicación y desarrollo para la mejor comunicación con el ámbito no rural, en el marco de la búsqueda de la mejor vía de comunicación y atención a los pacientes.
-¿Cuáles son los principales retos que se ha marcado al frente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria?
En este periodo que ahora arrancamos, y bajo el convencimiento de que la formación técnica de excelencia por parte de los farmacéuticos de hospital es la base de un desarrollo profesional óptimo y de la consecución de los mejores resultados para nuestros pacientes (y el mejor funcionamiento del sistema sanitario al cual nos debemos), pretendemos desarrollar unos proyectos estratégicos que tienen en común valores de transparencia, evidencia y colaboración interna y externa. Son valores que, además de apostar por la unión de todos los socios, buscan dar respuesta también a los objetivos estratégicos agrupados en el entorno de los Pacientes, las Personas y la Profesión.
-Recientemente se ha publicado en la revista ‘Farmacia Hospitalaria’ el artículo Errores de medicación en niños que acuden a los servicios de urgencias pediátricas, en el que se apunta que se producen un 0,2% de errores de medicación en casi 100.000 visitas a urgencias pediátricas. ¿Cómo lo ve?
Más allá de la cuantificación en sí del volumen de incidentes relacionados con los medicamentos en un área de alto riesgo y con alta actividad como las urgencias pediátricas, el estudio -el primero en nuestro país que se plantea prospectivo- analiza los errores de medicación detectados en los pacientes pediátricos que acuden a los servicios de urgencias hospitalarias, independientemente de si los errores de medicación fueron o no el motivo de la visita a urgencias.
El estudio ha permitido caracterizar los errores de medicación detectados identificando los grupos de edad, los procesos, los tipos de equivocación según su gravedad y los principales factores relacionados con el uso de los fármacos que contribuyen a la aparición de los errores de medicación. El análisis de los tipos y subtipos de errores proporciona una información muy valiosa acerca de los problemas existentes en el empleo correcto de los medicamentos. De este modo, se ponen las bases poder establecer prácticas efectivas que permitan evitar o reducir este tipo de desaciertos, sobre todo aquellos que causan daño a los pacientes.
-¿Cómo incide en su sector profesional el actual agravamiento del desabastecimiento de medicamentos en España?
La situación de los desabastecimientos tiene un enorme impacto también en el ámbito de actuación de la Farmacia Hospitalaria, pues nos obliga a estar en permanente búsqueda de alternativas para garantizar el suministro de medicamentos en un entorno altamente complejo, y con tiempos de demanda tremendamente cortos. Esto tiene un impacto asistencial inmediato, pues se precisa la dedicación de muchos medios que garanticen no sólo la disponibilidad del fármaco, sino también la actualización permanente de todos los sistemas de información, con el fin de garantizar los estándares de calidad y seguridad.
Además, en muchas ocasiones los desabastecimientos precisan -para la continuidad de muchos tratamientos- la importación de medicamentos extranjeros, estando en muchas comunidades autónomas derivada la dispensación de estos fármacos en los centros hospitalarios, con la evidente sobrecarga asistencial que esto supone. Todo ello implica una necesidad de refuerzo de medios ante estas situaciones, que han pasado de ser excepcionales a ser, en muchas ocasiones, habituales.