Isabel Sánchez
Los espasmos intestinales y el dolor abdominal son los trastornos gastrointestinales más frecuentemente diagnosticados[1], con un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes[2]. Además, junto con la alteración deposicional, son los síntomas característicos del síndrome del intestino irritable (SII). Este síndrome afecta entre el 10-20% de la población, aunque solo un 15% acuden a la consulta de su médico. El tratamiento en estos casos no solo se centra en los fármacos para mejorar los síntomas, sino también en la modificación del estilo de vida, siguiendo unas pautas higiénico-dietéticas adecuadas.
Hasta la actualidad se han utilizado los espasmolíticos convencionales en el tratamiento empírico del SII, basándose en que la contracción espástica del músculo liso colónico contribuye a los síntomas del mismo, especialmente al dolor.
El aceite esencial de menta piperita ha demostrado que tiene propiedades espasmolíticas, en la modulación del dolor y en la reducción de la distensión.
El principal efecto farmacodinámico del aceite esencial de menta piperita en el tracto gastrointestinal es antiespasmódico y se debe a la acción dosis-dependiente del mentol sobre los canales de Ca2+ 4. El mentol, por su actividad calcio antagonista, bloquea directamente los canales de Ca2+ tipo L de la musculatura lisa intestinal, produciendo la relajación de ésta[1-6].
Además, se observa efecto carminativo, ya que interviene en la reducción de los gases intestinales, así como la hinchazón, la distensión y las flatulencias[7].
La eficacia espasmolítica del aceite esencial de menta piperita se detalla, entre otros, en el estudio 'Peppermint Oil for the Treatment of Irritable Bowel Syndrome. A Systematic Review and Meta-analysis', publicado en The Journal Clinical Gastroenterology[8]. El objetivo de dicho análisis fue evaluar la eficacia y seguridad de las cápsulas de aceite esencial de menta piperita en comparación con placebo para el tratamiento del síndrome del intestino irritable. Los autores del trabajo consideraron para su inclusión los ensayos aleatorizados controlados con placebo con una duración mínima del tratamiento de dos semanas (hasta febrero de 2013).
En este análisis se identificaron nueve estudios que evaluaron a 726 pacientes. El riesgo de sesgo fue bajo para la mayoría de los factores evaluados. Se concluyó que el aceite de menta piperita era significativamente superior al placebo en la mejoría global de los síntomas del síndrome del intestino irritable (5 estudios, 392 pacientes, riesgo relativo 2,23; intervalo de confianza del 95%, 1,78-2,81) y en la mejoría en el dolor abdominal (5 estudios, 357 pacientes, riesgo relativo 2.14; intervalo de confianza del 95%, 1,64-2,79). Aunque los pacientes tratados con aceite esencial de menta piperita fueron significativamente más propensos a experimentar un efecto adverso, éstos fueron de naturaleza leve y transitoria.
Los resultados del estudio mostraron una mejoría global de los síntomas. Así, teniendo en cuenta los datos analizados, los autores concluyeron que el aceite esencial de menta piperita es un tratamiento seguro y efectivo a corto plazo para el síndrome del intestino irritable.
En un metaanálisis, publicado en BMC Complementary and Alternative Medicine[9], se demostró que el aceite esencial de menta piperita es una terapia segura y efectiva para el dolor y los síntomas globales en adultos con síndrome del intestino irritable. El método que se siguió en el metaanálisis fue realizar búsquedas sistemáticas en MEDLINE (PubMed), el Registro Cochrane Central de Ensayos Controlados (Cochrane CENTRAL), ClinicalTrials.gov, EMBASE (Ovid) y Web of Science para revisar los ensayos controlados aleatorios (ECA) de aceite esencial de menta piperita en síndrome del intestino irritable.
Se incluyeron doce ensayos aleatorios con 835 pacientes. Para la mejoría global de los síntomas, la razón de riesgo (RR) de siete ECA para el efecto del aceite esencial de menta piperita (n=253) versus placebo (n=254) sobre los síntomas globales fue 2,39 [intervalo de confianza (IC) del 95%:1,93; 2,97], I2=0%, z=7,93 (p<0.00001).
Con respecto al dolor abdominal, el RR de seis ECA para el efecto del aceite esencial de menta piperita (n=278) versus placebo (n=278) fue 1,78 [IC 95%:1,43; 2,20], I2=0%, z=5.23 (p<0.00001). En general, no hubo diferencias en los efectos adversos informados: el aceite esencial de menta piperita (32 eventos, 344 en total, 9,3%) versus placebo (20 eventos, 327 en total, 6,1%) para ocho ECA; RR 1,40 [IC 95%:0,87; 2,26] I2=0%, z=1,39 (p=0,16).
Según el estudio ‘Effect of Fibre, Antispasmodics, and Peppermint Oil in the Treatment of Irritable Bowel Syndrome’[10], en el que se revisaron 4 estudios controlados por placebo con un total de 392 pacientes con SII, el NNT necesario para el aceite esencial de menta piperita era de 2,5, de 5 para espasmolíticos y de 11 para la fibra.
En una revisión publicada en Phytomedicine bajo el título ‘Peppermint oil in irritable bowel syndrome’[11] se identificaron 16 ensayos clínicos que analizaron una dosis 180-200 mg de aceite esencial de menta piperita con recubrimiento entérico en el síndrome del intestino irritable o dolor abdominal recurrente en niños (1 estudio) con 651 pacientes incluidos. Tras analizar los datos, se observó que el aceite esencial de menta piperita en una dosis de 1–2 cápsulas tres veces al día durante 2–4 semanas puede ser el fármaco de primera elección en pacientes con síndrome del intestino irritable con estreñimiento o diarrea no graves para aliviar los síntomas generales y mejorar la calidad de vida.
Los datos presentados en esta revisión ofrecen evidencia de que el aceite esencial de menta piperita, administrado por vía oral (en forma recubierta), es un tratamiento sintomático seguro, eficaz y rentable a corto plazo para reducir los síntomas y el dolor global debido a su efecto espasmolítico y antiflatulento.
Además, en el mismo volumen de Phytomedicine se publicó otro artículo, de estos mismos autores, sobre la farmacología clínica gastrointestinal del aceite esencial de menta piperita.
El artículo concluye que la formulación óptima es aquella que consigue una liberación sostenida, con un pico aproximadamente 4 horas después de la ingestión. Las propiedades farmacocinéticas del aceite esencial de menta piperita también son revisadas por estos autores en el mismo número de la revista.
Tras varios análisis, se sabe que el componente activo del aceite esencial de menta piperita es el mentol, un alcohol que se extrae del aceite esencial de algunas especies de menta.
Una formulación galénica idónea es aquella que garantice una liberación retrasada, y a su vez, sostenida hasta llegar al colon, órgano diana afectado en este trastorno. Por ejemplo, el óleo gel podría ser un tipo de formulación que ayudara a conseguirlo.
Todo ello, además, conseguiría mitigar la pirosis, uno de los principales efectos no deseados del mentol a nivel esofágico. La pirosis se produce, principalmente, por la relajación del esfínter gastroesofágico inferior.
Estos mismos autores incluyen en el estudio ‘Gastrointestinal clinical pharmacology of peppermint oil’, publicado en la misma revista[12], que para conseguir la metabolización del aceite esencial de menta piperita en el tracto intestinal inferior, las cápsulas de aceite esencial de menta piperita con recubrimiento entérico son la mejor opción, ya que han demostrado una superioridad con respecto a los tratamientos convencionales para tratar el síndrome del intestino irritable. Estos estudios también muestran que el aceite esencial de menta piperita ofrece un buen perfil de tolerancia.
La seguridad del aceite esencial de menta piperita se ha demostrado en los distintos estudios citados. Así, en el estudio ‘Peppermint oil in irritable bowel syndrome’[10] se señala que el aceite esencial de menta piperita, administrado por vía oral con la formulación adecuada, es un tratamiento seguro, eficaz y rentable a corto plazo para reducir los síntomas y el dolor debido a su efecto espasmolítico y antiflatulento. Los efectos adversos registrados son transitorios y leves, y en líneas generales no necesitan tratamiento.
La primera vez que se comercializó la menta piperita fue en Inglaterra alrededor de 1700. Aunque se cultiva en varios países, la que tiene una mejor calidad terapéutica es la que crece a lo largo del paralelo 45 en el continente norteamericano, en el Valle de Yakima, cerca del Monte Santa Helena. “Lo que hace que nuestra menta piperita sea tan especial reside en las fuentes de agua. La nuestra se halla en lo alto, en las montañas del valle de Yakima, donde empiezan las corrientes de agua de la primavera, que bajan hasta el valle para regar la menta piperita, otros árboles frutales y muchos otros cultivos que se dan en esta parte del mundo”, explica Dan Labbe, cuya familia se dedica al cultivo y a la producción de aceite esencial de menta piperita desde hace décadas.
El aceite esencial de menta piperita ha estado presente en Europa desde los griegos y romanos. De hecho, se sabe que ambas culturas empleaban la menta para aromatizar el agua de sus baños con el fin de fortalecer el cuerpo. También tenía un uso culinario y religioso. Pero, aparte de estos usos, también se empleaba por sus propiedades positivas para el aparato respiratorio y digestivo.
√ El aceite esencial de menta piperita ha demostrado que tiene propiedades espasmolíticas, y en la reducción de la distensión
√ Según estudios, es un tratamiento seguro y efectivo a corto plazo para el dolor asociado al síndrome del intestino irritable
√ Para conseguir la metabolización del aceite esencial de menta piperita en el tracto intestinal inferior, las cápsulas de aceite de menta con recubrimiento entérico podrían ser una buena opción
Referencias
1. Kingham JG. Peppermint oil and colon spasm. Lancet. 1995;346(8981):986.
2. Shavakhi A, Ardestani SK, Taki M, Goli M, Keshteli AH. Premedication with peppermint oil capsules in colonoscopy: a double blind placebo-controlled randomized trial study. Acta Gastroenterol Belg. 2012;75(3):349-53.
3. Leicester RJ, Hunt RH. Peppermint oil to reduce colonic spasm during endoscopy. Lancet. 1982;2(8305):989.
4. Taylor et al. Calcium Antagonist Activity of Menthol on Gastrointestinal Smooth Muscle. Br. J. Clin. Pharm. 1985;20:293-4.
5. Hawthorn M, Ferrante J, Luchowski E, Rutledge A, Wei XY, Triggle DJ. The actions of peppermint oil and menthol on calcium channel dependent processes in intestinal, neuronal and cardiac preparations. Aliment Pharmacol Ther. 1988;2(2):101-18.
6. Hills JM, Aaronson PI. The mechanism of action of peppermint oil on gastrointestinal smooth muscle. An analysis using patch clamp electrophysiology and isolated tissue pharmacology in rabbit and guinea pig. Gastroenterology. 1991;101(1):55-65.
7. Harries et al. Antifoaming and Carminative Actions of Volatile Oils. J. Clin. Pharm. 1978;2:171-5.
8. Khanna R, MacDonald JK, Levesque BG. Peppermint oil for the treatment of irritable bowel syndrome: a systematic review and meta-analysis. J Clin Gastroenterol. 2014;48(6):505-12.
9. Alammar N, Wang L, Saberi B, Nanavati J, Holtmann G, Shinohara RT, et al. The impact of peppermint oil on the irritable bowel syndrome: a meta-analysis of the pooled clinical data. BMC Complement Altern Med. 2019;19(1):21.
10. Ford AC, Talley NJ, Spiegel BM, Foxx-Orenstein AE, Schiller L, Quigley EM, et al. Effect of fibre, antispasmodics, and peppermint oil in the treatment of irritable bowel syndrome: systematic review and meta-analysis. BMJ. 2008 Nov 13;337:a2313.
11. Grigoleit HG, Grigoleit P. Peppermint oil in irritable bowel syndrome. Phytomedicine. 2005;12(8):601-6.
12. Grigoleit HG, Grigoleit P. Gastrointestinal clinical pharmacology of peppermint oil. Phytomedicine. 2005;12(8):607-11.