Redacción Farmacosalud.com
Durante el embarazo, la deficiencia de vitamina D puede suponer un factor de riesgo añadido en complicaciones como preeclampsia, crecimiento intrauterino restringido y diabetes gestacional, o en el progreso de diferentes patologías asociadas al desarrollo fetal y neonatal. “Por esta razón, es fundamental que los especialistas en salud femenina de nuestro país conozcan que el 60% de las mujeres embarazadas españolas tiene déficit de vitamina D”, explica el Dr. Manuel Marcos, director gerente de EGOM y responsable de la Unidad de Cáncer de Mama, en el marco de la VII Reunión Científica de Ginecología Privada (GINEP). Pero los especialistas también deben conocer “la importancia y las funciones de la vitamina D así como los posibles riesgos que supone su déficit y la forma más adecuada de tratarlo”, explica el doctor Marcos.
En la actualidad se sabe que la vitamina D interviene en variados procesos fisiológicos del organismo, tanto metabólicos como endocrinos e inmunológicos e incluso, estudios observacionales, sugieren una posible relación de la deficiencia de vitamina D con el desarrollo de algunos tumores. Según indica el Dr. Marcos, el control adecuado de la vitamina D “puede ayudar a prevenir enfermedades como el raquitismo y la osteomalacia, y a eliminar factores de riesgo añadido en enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2, en enfermedades inmunológicas, como la esclerosis múltiple, y en el desarrollo de algunas neoplasias malignas como el cáncer de mama, colon o páncreas”.
En la población general, para corregir el déficit -leve, moderado o grave- de vitamina D, el tratamiento con suplementación es una opción terapéutica, “ya que permite posologías diarias (gotas), semanales, quincenales o mensuales (cápsulas blandas y ampollas)”, puntualiza el especialista. Es importante puntualizar que durante el embarazo no debe administrarse y debe ser el propio especialista quien analice si el beneficio potencial justifica el riesgo potencial para el feto.
En la mujer, el déficit de vitamina D va más allá de la etapa de embarazo
En la menopausia, estudios observacionales indican una posible relación del déficit de vitamina D con la obesidad, con la enfermedad cardiovascular, con la diabetes y con el cáncer de mama pero, sobre todo, con el desarrollo de osteoporosis. Es importante recordar que actualmente se estima que más de dos millones de españolas presentan algún grado de osteoporosis, caracterizada por una pérdida paulatina de masa ósea, y que deriva en una importante causa de fracturas que condicionan la calidad y esperanza de vida de quienes la padecen.
En España, la determinación plasmática de los niveles de 25-OH-D no está incluida en los análisis de rutina, por lo que suele restringirse a pacientes en determinadas situaciones de riesgo o con alguna patología relacionada. Por eso, Marcos insiste en que “es importante tratar de convencer a las autoridades sanitarias de que el tratamiento de la deficiencia de vitamina D debería estar incluido en los programas de salud, máxime considerando la versatilidad de las opciones terapéuticas autorizadas, su excelente tolerancia y su bajo coste”.