Redacción Farmacosalud.com
De una vez por todas, en oncología hay que llamar las cosas por su nombre. Así, sin más. El cáncer es cáncer, y punto, tal y como viene a decir la doctora Ruth Vera, nueva presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM): “Afortunadamente, cada vez se evidencia más que la percepción del cáncer está cambiando. El cáncer ya no es un estigma y la enfermedad no se oculta”. Y es que, según Vera, “hay que utilizar la palabra cáncer con precisión y normalidad, evitando eufemismos como «una larga o penosa enfermedad» y no hacer un uso fuera de contexto, como sinónimo de lacra. Hoy en día el 50% de los cánceres se curan y por suerte que te diagnostiquen de cáncer ya no es sinónimo de muerte”.
Uno de los objetivos de la doctora Vera al frente de SEOM es trabajar para seguir mejorando las estrategias terapéuticas y los procesos asistenciales, con el fin de lograr que “todos los pacientes puedan acceder a todos los fármacos oncológicos de nueva generación” y que todo ello redunde en “una mayor equidad entre los pacientes de las distintas comunidades autónomas”. Por lo que respecta a los aspectos estrictamente formativo-profesionales de la oncología española, la facultativa opina que “en España hay carencia de formación por parte del sistema público de salud”. Para Vera, “otro problema son los sistemas de contratación basados en ‘listas de contratación’, donde los méritos profesionales no son valorados, lo que hace difícil la contratación de talento y a la larga produce un deterioro de la calidad de la asistencia”.
-¿En general, qué retos se ha marcado al frente de la SEOM?
Que se establezca una Estrategia Nacional de Medicina de Precisión que evite inequidades en el acceso a fármacos novedosos, y a la vez trabajar para velar por la sostenibilidad del actual Sistema Nacional de Salud.
-En el pasado Congreso de la SEOM, donde fue elegida presidenta de esta sociedad médica, usted apuntaba que la medicina personalizada supone el reto principal en oncología…
En la Medicina de Precisión no se trata sólo de poner un tratamiento a una persona con determinada mutación, sino que debemos integrar todos los datos clínicos como antecedentes, comorbilidades, polimedicación, preferencias del paciente, etc. En este punto entramos también en otro reto que es el Real World Evidence, el ámbito de protección de datos y de la bioética.
-También aludió al big data, a la calidad asistencial de los pacientes con cáncer y a dos aspectos que usted acaba de comentar, la equidad y la sostenibilidad. ¿Qué puede ampliarnos al respecto?
Que son cuatro aspectos en los que estamos trabajando en SEOM. Además de la investigación de las alteraciones genéticas, hemos de conocer los resultados de los tratamientos, integrar todos los datos clínicos y analizar todos estos datos mediante análisis de big data.
Si somos capaces de seleccionar el mejor tratamiento para un paciente, y sabemos los resultados esperables, esto nos debería ayudar a ajustar los costes de cada proceso, evitando gastar en tratamientos que no van a ser efectivos, mejorando la sostenibilidad y permitiendo que todos los pacientes puedan acceder a todos los fármacos oncológicos de nueva generación. Este conocimiento nos debería ayudar también a tener una mayor equidad entre los pacientes de las distintas comunidades autónomas.
Aplicar el mejor tratamiento para cada caso es un paradigma de la calidad, aunque también hay otros paradigmas como el hecho de que todos los pacientes con cáncer avanzado, susceptibles de recibir tratamiento, sean valorados por un oncólogo médico.
-¿Es verdad que en España hay déficit de formación en Oncología?
En España hay carencia de formación por parte del sistema público de salud. La formación médica continuada está financiada sobre todo por la industria farmacéutica y en menor medida por los propios médicos. Sin ella no sería posible estar actualizados en los últimos tratamientos e investigaciones sobre cáncer. Las Sociedades Científicas organizan los congresos, establecen consensos y estándares de calidad… Otros foros organizan también reuniones científicas, generalmente sobre aspectos muy concretos. Las nuevas tecnologías también permiten en ocasiones acceder al nuevo conocimiento, pero es más un esfuerzo personal que favorecido por parte del sistema público.
Otro problema son los sistemas de contratación basados en ‘listas de contratación’, donde los méritos profesionales no son valorados, lo que hace difícil la contratación de talento y a la larga produce un deterioro de la calidad de la asistencia.
-De todos modos, no faltan los elogios a la hora de valorar la capacidad de la sanidad española en el ámbito de la oncología…
En España existen expertos reconocidos internacionalmente que lideran investigaciones europeas y mundiales y asesoran a compañías privadas. España ocupa un lugar destacado en la realización de ensayos clínicos desarrollados en distintos países al mismo tiempo y en investigaciones traslacionales promocionadas o apoyadas por la industria. Pero la calidad no es homogénea. Igual que no hay equidad en el acceso a fármacos, hay diferencias en los sistemas de contratación de médicos -unos buscan talento y otros van a las listas de contratación-, y las posibilidades de investigación también varían al igual que las cargas de trabajo que soportan los médicos. Si queremos que la calidad sea alta de una manera homogénea, hemos de elevar el listón en todos los aspectos -ensayos clínicos, investigación, contratación de talento, incentivación- y en todos los hospitales.
En este video, grabado durante el 25 Simposio TTD (Grupo Español de Tratamiento de los Tumores Digestivos), la presidenta de SEOM aborda otros aspectos de la actualidad de la oncología española
-¿Cuál es, a su juicio, la asignatura pendiente en la investigación contra el cáncer?
La dotación de recursos económicos a la investigación. Es importante que se establezca una política laboral de estabilidad que mantenga el nivel competitivo de las investigaciones en cáncer.
-¿Hay algún avance terapéutico o diagnóstico que sea inminente y que usted quiera destacar?
En los próximos años los datos procedentes de ensayos clínicos aportarán información relevante sobre el impacto de la medicina personalizada guiada por alteraciones genómicas en parámetros relevantes, como supervivencia y costes asociados al uso de estas técnicas y tratamientos. Además, los avances científicos abrirán opciones terapéuticas adicionales. A medida que los datos se acumulen, y la experiencia de la implantación clínica madure, el paradigma de la Oncología de precisión se convertirá en el estándar de tratamiento.
-¿Cómo incide en la lucha contra el cáncer el hecho de que gente famosa haya sufrido esta patología y lo haya difundido públicamente?
Estas acciones son muy positivas de cara a la normalización de la enfermedad. Demuestra que se puede hablar, comentar y pronunciar la palabra abiertamente. Se desdramatiza la situación y se ayuda a todos los pacientes anónimos a sentirse algo mejor y a comprender que es una enfermedad que afecta a muchísimas personas.
-Por cierto… ¿por qué se sigue llamando al cáncer una ‘larga enfermedad’, entre otras denominaciones, en lugar de identificarlo por su nombre?
Afortunadamente, cada vez se evidencia más que la percepción del cáncer está cambiando. El cáncer ya no es un estigma y la enfermedad no se oculta. En SEOM llevamos muchos años trabajando en la no estigmatización y defendiendo el uso apropiado de la palabra cáncer porque sabemos el impacto que tiene cualquier noticia sobre este tema en los pacientes, sus familiares y la sociedad.
La contribución de los medios de comunicación y de las redes sociales a esta normalización es fundamental por su relevante papel de altavoz. Hay que utilizar la palabra cáncer con precisión y normalidad, evitando eufemismos como «una larga o penosa enfermedad» y no hacer un uso fuera de contexto, como sinónimo de lacra.
Hoy en día el 50% de los cánceres se curan y por suerte que te diagnostiquen de cáncer ya no es sinónimo de muerte. Todos los profesionales y medios de comunicación tenemos responsabilidad a la hora de utilizar bien el término y luchar contra la estigmatización.