Dr. Javier de Miguel-Díez / Redacción Farmacosalud.com
El Dr. Javier de Miguel-Díez, neumólogo y miembro de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), es el primer firmante del estudio ‘Analysis of environmental risk factors for chronic obstructive pulmonary disease exacerbation: A case-crossover study (2004-2013)’[1], en el que se constata que el frío de los meses de otoño e invierno y los principales contaminantes del aire influyen negativamente en las exacerbaciones de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), al aumentar las hospitalizaciones por esta causa.
Es importante tener en cuenta los factores climáticos en los pacientes con EPOC. La contaminación del aire, los cambios bruscos de temperatura o el frío excesivo son elementos perjudiciales para estos enfermos. Se encuentran mejor en lugares de clima más templado y de baja altitud, ya que la presión parcial del oxígeno es mayor a nivel del mar, lo que supone que el aire cuenta con más oxígeno, facilitando así la respiración.
Estar atentos a las alertas de contaminación ambiental
Todo ello no quiere decir que esas personas deban marcharse de grandes ciudades ubicadas en zonas geográficas donde reinan las bajas temperaturas. “Los pacientes con EPOC que viven en una gran ciudad no deberían renunciar a ello si siguen una serie de recomendaciones, entre las que se incluyen estar atento a las alertas de contaminación ambiental, sobre todo en los periodos de mayor riesgo, vigilar las salidas en los meses de frío (la contaminación tiene un impacto negativo mayor con la inversión térmica, un proceso natural que afecta a la circulación del aire en las capas bajas de la atmósfera, algo que sucede más cuando hace frío, en las noches despejadas de invierno), pasear por zonas verdes y espacios destinados a peatones, e intentar permanecer el menor tiempo posible en las zonas de mayor contaminación como calles con mucho tráfico y zonas industriales”, establece a través de www.farmacosalud.com el Dr. De Miguel-Díez.
Esos pacientes, además, deben estar atentos a la aparición de posibles síntomas de empeoramiento de su enfermedad, por lo que deben acudir a un médico en caso de que se produzcan.
Tabaco, determinados trabajos, infecciones, condiciones climatológicas, polución…
La EPOC es una importante causa de morbilidad y mortalidad y tiene altos costes sanitarios asociados en todo el mundo. Las exacerbaciones por esta enfermedad respiratoria son un motivo frecuente de ingresos hospitalarios, así como de un aumento de la mortalidad entre los sujetos que las padecen. Estas agudizaciones están causadas por factores conocidos como la exposición al tabaco, a algunos puestos de trabajo e infecciones por virus y bacterias, pero diferentes investigaciones también han señalado que las condiciones climatológicas y los niveles de polución del aire podrían estar asociados a un incremento de los ingresos hospitalarios debidos a exacerbaciones de la EPOC.
La ciencia aún no comprende del todo cuáles son los mecanismos que conducen a una agudización de la EPOC después de una exposición a los contaminantes del aire, si bien hay algunas hipótesis razonables, como el hecho de que determinados gases como el dióxido de azufre, el ozono o el material particulado de más de 10 micras pueden producir efectos deletéreos en las vías respiratorias, como un aumento de la reactividad bronquial, estrés oxidativo en la vía aérea inducido por daño en el ADN, inflamación sistémica y pulmonar, una amplificación de las infecciones virales y una reducción de la actividad ciliar de las vías aéreas. “También se sabe que el dióxido de sulfuro es un irritante respiratorio bien conocido, que puede causar broncoconstricción”, expone a través de un comunicado el Dr. De Miguel-Díez. “Los excesos de temperatura, tanto de frío como de calor, también se habían asociado a un exceso de morbilidad y mortalidad por exacerbaciones por EPOC. Sin embargo, la asociación entre temperaturas y la polución del aire y sus efectos sobre la carga de enfermedad de la EPOC apenas se había estudiado y era necesario hacerlo”, añade.
Probabilidad de ingreso más frecuente en el primer y en el último trimestre del año
En el estudio[1] publicado en PLOS ONE, se observó que las hospitalizaciones y la mortalidad por agudizaciones de EPOC fueron más frecuentes en otoño e invierno. En estudios previos se había observado un predominio de los ingresos hospitalarios por exacerbación de EPOC en los meses de invierno. En consonancia con dichos resultados, “en nuestro trabajo hemos observado que la probabilidad de ingreso por exacerbación de EPOC es más frecuente en el primer y en el último trimestre del año en comparación con el segundo y el tercero. Lo mismo sucede con la mortalidad relacionada con dichas exacerbaciones. Probablemente el frío de los meses de otoño e invierno, junto a la polución atmosférica y la mayor incidencia de infecciones respiratorias en esas épocas, sean los responsables de la periodicidad observada”, señala el experto.
La nueva investigación se desarrolló entre el 1 de enero de 2004 y el 31 de diciembre de 2013, gracias a una amplia base de datos, el Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD), que incluye más del 97% de todas las exacerbaciones por EPOC registradas en toda la geografía española. A los pacientes incluidos se les asignaron diferentes datos referentes a contaminantes como las partículas finas PM10 y gases contaminantes como el dióxido de azufre (SO2), dióxido de nitrógeno (NO2), ozono (O3) y el monóxido de carbono (CO), así como datos de humedad y temperatura obtenidos de 800 estaciones de meteorología situadas en distintos puntos de España y cuya localización se puede encontrar en la web de la Agencia Española de Meteorología (AEMET).
En total, se registraron 162.338 hospitalizaciones por exacerbaciones por EPOC; la edad media de los pacientes fue de 75,1 años, el 83,5% eran hombres y las comorbilidades más frecuentes fueron la diabetes sin complicaciones, la insuficiencia cardiaca congestiva y la enfermedad renal.
El problema del tráfico rodado
Asimismo, se encontró una asociación significativa entre la temperatura, humedad, el O3, el CO, el material particulado mayor de 10μm o partículas PM10 y el dióxido de nitrógeno NO2 y los ingresos hospitalarios. “Existen numerosas fuentes de contaminación atmosférica -refiere el miembro de SEPAR-. Una de las más importantes en nuestro medio es la generada por el tráfico rodado que, a diferencia de otras fuentes de contaminación, se produce muy cerca de los lugares donde la gente vive, trabaja, pasea y se relaciona”. Las fuentes de combustión estacionaria como la quema de combustibles fósiles en las zonas industriales, refinerías y plantas energéticas y algunas formas de uso doméstico como las calefacciones o las cocinas también pueden contribuir a la emisión de partículas contaminantes. Otras fuentes incluyen los incendios forestales o la quema de biomasa y la incineración de residuos u hogueras.
“Tanto la temperatura como la elevación de niveles de dióxido de nitrógeno (NO2), ozono (O3), monóxido de carbono (CO) y partículas en suspensión (PM10) son factores que, de forma independiente, aumentan el riesgo de ingresos hospitalarios por exacerbación de EPOC y de mortalidad intrahospitalaria en pacientes ingresados por ese motivo”, sostiene De Miguel-Díez.
Otro hallazgo de gran interés es que las bajas temperaturas en el momento del ingreso en el hospital por una exacerbación por EPOC, respecto a 1, 1,5, 2 y hasta 3 semanas previas a la admisión por dicha exacerbación se asociaron con una alta probabilidad de morir en el hospital. Otros factores que se relacionaron con mayor mortalidad intrahospitalaria fueron los contaminantes NO2, PM10, O3 y CO.
En el análisis no se han incluido partículas de menor tamaño (PM2,5)
Así pues, en los pacientes con EPOC la exposición al frío y la contaminación pueden provocar un empeoramiento de la enfermedad, con más necesidad de atención sanitaria, utilización de fármacos e ingresos hospitalarios. “Por todo ello, se recomienda que estos enfermos se mantengan informados por los medios cuando haya amenazas de contaminación grave, que vigilen la aparición de síntomas de empeoramiento y, en caso de que aparezcan, acudan a su médico para que les instaure un tratamiento para la agudización de la EPOC”, insiste De Miguel-Díez.
“La conclusión de nuestro estudio es clara: la epidemiología de los ingresos hospitalarios por una exacerbación de la EPOC se vio afectada negativamente por factores climatológicos de mayor frío, como la estacionalidad y la temperatura absoluta, y la exposición a corto plazo a contaminantes del aire como NO2, PM10, O3 y CO”, destaca el neumólogo. “A pesar de estos hallazgos y de la amplia base de datos utilizada, nuestro estudio tiene algunas limitaciones como el hecho de que hay una mayor representatividad de los hombres en la muestra o que no se hayan incluido en el análisis partículas de menor tamaño como las PM2,5, entre otras, por lo que habrá que seguir estudiando más a fondo esta asociación”, concluye.
Referencias
1. De Miguel-Díez J, Hernández-Vázquez J, López-de-Andrés A, Álvaro-Meca A, Hernández-Barrera V, Jiménez-García R. Analysis of environmental risk factors for chronic obstructive pulmonary disease exacerbation: A case-crossover study (2004-2013). PLoS One. 2019; 14(5): e0217143. doi: 10.1371/journal.pone.0217143