[vc_column]Redacción farmacosalud.com
La incidencia de la rinitis alérgica en los niños es actualmente de hasta un 20%. Según el Dr. Antonio Nieto, jefe de la Unidad de Alergología del Hospital Universitario La Fe, de Valencia, "el tratamiento de elección para la rinitis alérgica en la población pediátrica son los antihistaminicos, y más concretamente los de segunda generación".
"Se ha visto -afirma este facultativo-, que los antihistamínicos de primera generación tienen inconvenientes" que hacen contraindicado su uso. Según afirma el Dr. Nieto, y según la evidencia clínica, "se han descrito casos de arritmias, es necesario administrar 3 o 4 dosis diarias del fármaco, pueden producir efectos como sedación y aumento de apetito y se han identificado dosis letales en lactantes". Es por esto que su uso no está recomendado y en su lugar las guías recomiendan la prescripción de los AH de segunda generación.
Eficacia y seguridad de Rupatadina
Solo cuatro fármacos comercializados disponen de estudios en niños menores de 12 años, señala este alergólogo. Entre ellos, “Rupatadina ha demostrado su eficacia y seguridad en niños entre 6 y 12 años con Rinitis Alérgica Persistente, según la nueva clasificación guía ARIA (Allergic Rhinitis and its impact on Asthma)”.
Como conclusión, Rupatadina demuestra mejoras en la sintomatología a las 4 y a las 6 semanas de tratamiento, particularmente la rinorrea y los síntomas oculares. En concreto, Nieto explica que un estudio publicado recientemente -una investigación multicéntrica, controlada frente a placebo y llevada a cabo en Sudáfrica, Argentina, Hungría y España-, demostró que, “comparada con placebo, Rupatadina aportó una mejoría muy significativa en los síntomas” que fue “patente ya a las 12 horas del tratamiento y que se mantuvo de forma relevante a las 4 y 6 semanas de dicho tratamiento”. Así las cosas, se verificó que no aparecía un fenómeno de taquifilaxia que “pudiera estar relacionado con el uso prolongado del medicamento”, comenta el especialista.
Mejora de la calidad de vida de los pacientes
“Asimismo, mejoró significativamente la calidad de vida de los pacientes” gracias a dicho fármaco, asegura el doctor Nieto, quien añade que no se registraron “efectos secundarios relevantes: únicamente algunos niños y de forma anecdótica tuvieron cefalea, pero fue leve y transitoria. En la mayoría de los casos, a juicio del investigador no se consideró relacionada con el tratamiento”.
No es infrecuente sufrir la ‘marcha alérgica’
Las alergias más frecuentes en la población infantil son, por este orden: rinitis alérgica, asma alérgica, dermatitis atópica, alergias a los alimentos y urticaria. “Además, no es infrecuente que un mismo niño tenga estas enfermedades de una manera secuencial; es lo que denominamos ‘marcha alérgica’, niños que inicialmente tienen alergia alimentaria, luego desarrollan una dermatitis atópica y posteriormente una alergia respiratoria”, detalla.
Para el doctor, la urticaria crónica recidivante es una problema menor en la población infantil, cosa que no ocurre en el caso de las urticarias agudas, ya que comportan con mucha frecuencia visitas a urgencias. Se trata de episodios “relacionados generalmente con infecciones respiratorias e infecciones virales supuestamente relacionadas con alergias a medicamentos”, dice este experto.