Guillermo Castilla
Una formación adaptada a las necesidades y exigencias de la práctica clínica en Atención Primaria, junto con una evaluación rigurosa que permita valorar el nivel de conocimientos, son los pilares fundamentales sobre los que se asienta el DPC-AP®. Es el plan más amplio y ambicioso que se ha desarrollado hasta el momento en nuestro país para los profesionales de la salud de Atención Primaria y que la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) pone a disposición de los médicos de Familia.
El DPC-AP® es fruto del trabajo desarrollado desde 2008 por SEMERGEN, habiendo contado con la participación de cientos de profesionales, entre creadores, consultores y participantes. Concebido como un sistema de acreditación de la adquisición de competencias, durante el 2015-16 se ha procedido a su actualización y aceptación de la versión definitiva, consiguiendo una herramienta que permite alcanzar la competencia y calidad profesional según niveles de excelencia. “Esta plataforma formativa y de evaluación de competencias en Atención Primaria es una herramienta formativa abierta a todos, innovadora y práctica, que garantizará la competencia y calidad profesional mediante un procedimiento periódico de evaluación y de desarrollo profesional continuo”, asegura el Dr. José Luis Llisterri, presidente de SEMERGEN.
Un recurso al servicio de la calidad asistencial
La constante necesidad formativa de los profesionales que ejercen la Medicina en Atención Primaria (AP) para asegurar el mantenimiento y la actualización de sus conocimientos y habilidades precisa de un sistema reglado, validado y común de evaluación de las competencias. “Sin este requisito formativo/evaluativo, en pocos años quedarían obsoletos en el ejercicio de su profesión un número importante médicos”, asegura el presidente de SEMERGEN. El DPC-AP® tiene por objeto poner a disposición de los socios de SEMERGEN, pero también del resto de profesionales de Medicina de Familia, una herramienta tecnológicamente avanzada que permite a cualquier médico formarse (DPC-F) y evaluarse (DPC-E), garantizando así que posee el nivel de competencia adecuado para desarrollar su actividad.
El Grupo de Innovación Docente de SEMERGEN, junto al resto de grupos de trabajo de esta Sociedad, ha desarrollado una propuesta de mapa de competencias propio del médico de Atención Primaria que pretende ser el referente formativo para los médicos de nuestro país. La actualización de los conocimientos y habilidades que supone su adquisición a través de una herramienta informática diseñada a tal efecto, permite ofrecer a los ciudadanos y al sistema sanitario una asistencia que garantiza una calidad de excelencia. “Esta plataforma de evaluación de competencia y desempeño profesional asegura un nivel de competencia suficiente para mantener una calidad de atención óptima”, asegura el Dr. José Polo, vicepresidente de SEMERGEN y coordinador editorial de esta Sociedad Científica. Además, desde una perspectiva de búsqueda de la excelencia, “tiene el objetivo de identificar niveles de competencia y déficits competenciales que podrían mejorarse mediante un proceso de desarrollo profesional continuo”.
Básicamente, detalla el presidente de SEMERGEN, “se ofrece una formación esencial y actualizada para el médico de AP y se mide si lo que hace lo realiza correctamente”. Al mismo tiempo, añade, “esto supone un beneficio importante para la Administración Central y las comunidades autónomas, que contarán con un instrumento que valida la calidad de la atención”. Como explica el Dr. Llisterri, “DPC-AP® va a ayudar en el necesario proceso de evaluación continua y de desempeño profesional y, por lo tanto, podría convertirse en un futuro en un recurso base sobre el que las autoridades sanitarias asienten la formación y evaluación de los profesionales de la Atención Primaria de nuestro país”.
Características de evaluación del DPC
La herramienta está diseñada para evaluar competencias y desarrollo profesional de forma que analiza si el profesional ha adquirido los conocimientos, sabe ponerlos en práctica y realmente los ejecuta. Este proceso consigue facilitar el desarrollo profesional del médico, acreditar el mantenimiento de la formación y “aumentar la seguridad del paciente disminuyendo la variabilidad de la práctica clínica. Además, incrementa la seguridad jurídica de los profesionales, al adecuar la práctica médica a la mejor actualización científica y tecnológica”, señala el Dr. José Polo. La evaluación de competencias profesionales en el DPC-AP® se inicia con una prueba de tipo transversal, que incluye cuestionarios de preguntas tipo test, resolución de casos clínicos y la realización de informes de reflexión y de mejora. En esta fase también se contempla la posibilidad de aportar certificados de docencia recibida e impartida, publicaciones, ponencias, comunicaciones a congresos, actividades comunitarias… y la posibilidad de agregar los resultados de pruebas de Evaluación Clínica Objetiva y Estructurada (ECOE).
Por su parte, la evaluación del desempeño profesional se realiza mediante pruebas de características longitudinales, que permiten la incorporación de elementos que verifican la competencia en una práctica profesional determinada. Esta parte del proceso incluye también la resolución de cuestionarios tipo test, casos clínicos, aportación de historias clínicas auto-auditadas, y datos de observación estructurada de la práctica clínica mediante prueba mini-Cex, o Feedback 360º… Finalmente, la evaluación individualizada y progresiva de las competencias se lleva a cabo mediante el contraste de resultados de las pruebas relacionadas con el mapa competencial del médico de Familia. Tras ello, se otorga un nivel de experticia determinado y se proponen actividades que permitan aumentar éste a través de las herramientas formativas del DPC-AP®. Todo médico inscrito en el programa recibirá el diploma que avala la superación de la evaluación y/o de las actividades formativas con su grado de experto en el DPC.
Cubriendo una necesidad
Los médicos de Atención Primaria desempeñan un papel clave en el sistema sanitario, siendo el núcleo del sistema de salud del país y, por tanto, formando parte integral del desarrollo socioeconómico general de la comunidad. Esto obliga a una continua actualización de sus competencias profesionales, lo que constituye una inquietud tanto de los profesionales como de las instituciones sanitarias. En este marco aparece el DPC-AP® como un plan formativo y evaluativo orientado a mantener y mejorar la competencia profesional a lo largo de toda la vida laboral del médico de familia. Este plan se mantiene actualizado y permanece acorde con los avances de los conocimientos científicos y las necesidades estratégicas y organizativas de las instituciones sanitarias en las que el médico de familia desempeña su trabajo. “El DPC como modelo de sistema de desarrollo profesional continuo cubre la necesidad formativa del médico y garantiza la responsabilidad del profesional hacia los ciudadanos y hacia el sistema de salud en el que trabaja. Permite mejorar la calidad y buscar la excelencia, tanto a nivel personal como a nivel de la organización sanitaria”, concluye el Dr. Llisterri.