Redacción Farmacosalud.com
Una nueva investigación de cohorte retrospectiva basada en datos del Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) concluye que la ausencia de tratamiento con medicamentos antihipertensivos del tipo IECA/ARA II ─los dos tipos de fármacos antihipertensivos más utilizados─ se asocia a mayor mortalidad en pacientes hospitalizados por COVID-19. Es el principal hallazgo de la investigación cuyos resultados firman 25 médicos internistas en un artículo científico publicado en el ‘Journal of Clinical Medicine (JCM)’ bajo el título ‘Angiotensin-Converting Enzyme Inhibitors and Angiotensin Receptor Blockers Withdrawal Is Associated with Higher Mortality in Hospitalized Patients with COVID-19’.
El objetivo del estudio era examinar y describir el efecto que el tratamiento antihipertensivo con IECA (inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina) y ARA II (antagonistas del receptor de la angiotensina 2) podía tener sobre estos pacientes durante su hospitalización por COVID-19. En el trabajo se incluyeron pacientes a tratamiento tanto con IECA como ARA II, a los que se le mantuvo el tratamiento durante su hospitalización por COVID-19 y a los que se les retiró (la decisión de mantener o retirar el tratamiento dependía del protocolo de cada hospital o a juicio clínico del médico).

Atención hospitalaria durante la crisis del COVID-19
Autoría y fuente de la imagen: Francisco Àvia / Hospital Clínic de Barcelona (IMAGEN DE ARCHIVO)
Datos de más de 11.000 enfermos
En total, se incluyeron datos de 11.205 enfermos, con una edad media de 67 años, siendo el 43,1% mujeres. De los sujetos analizados, 2.162 recibieron tratamiento con IECA / ARA II durante la hospitalización por COVID-19. En todos ellos, se evaluó su pronóstico ─atendiendo a parámetros como la necesidad de ventilación mecánica invasiva (VMI), ventilación mecánica no invasiva (VMNI), ingreso en la UCI (Unidad de Cuidados Intensivos) y/o mortalidad por todas las causas─ y también el riesgo de eventos adversos cardiovasculares mayores ─infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca, accidente cerebrovascular y/o cualquier tipo de arritmia, tanto auricular como ventricular─.
Igualmente, se analizó el resultado compuesto de pronóstico y eventos adversos cardiovasculares en pacientes que continuaron o descontinuaron el tratamiento con IECA/ARA II durante la hospitalización. En el estudio, se incluyeron pacientes hipertensos, pero también todos aquellos que recibieron IECA/ARA II durante la hospitalización por COVID‐19 (no hipertensos incluidos).
Una reducción del riesgo relativo del 32% en la variable de pronóstico
Un hallazgo relevante del estudio es que el tratamiento con IECA/ARA II durante la hospitalización se asoció con una reducción del 30% en la mortalidad. Es especialmente relevante destacar los beneficios de los IECA/ARA II en pacientes hipertensos con COVID‐19. De hecho, el 92,1% de los que recibieron estos medicamentos durante la hospitalización eran hipertensos, y los resultados mostraron una reducción del riesgo relativo (RRR) del 32% en la variable compuesta de pronóstico en estos pacientes. También hubo un beneficio significativo observado en otras variables: 50% de reducción del riesgo relativo para IMV, 43% para ingreso en UCI y 35% para todas las causas mortalidad. No hubo diferencias entre los grupos en cuanto a incidencia de eventos adversos cardiovasculares mayores.
Los resultados obtenidos con IECA / ARA II son destacables si se considera que el grupo de los pacientes que recibieron estos fármacos tenían mayor edad media, mayor comorbilidad y mayor prevalencia de enfermedades cardiovasculares y factores de riesgo. Como se ha descrito ya en este registro y en otras series, la edad, la hipertensión y la enfermedad cardiovascular previa son factores asociados a un peor pronóstico y mayor riesgo de mortalidad en los pacientes con infecciones por SARS‐CoV‐2. En conclusión, el estudio sugiere que los IECA/ARA II no deben retirarse de forma rutinaria en pacientes hospitalizados por COVID-19, especialmente en hipertensos. Sin embargo, la investigación apunta que, para confirmar estos resultados, se necesitan más ensayos controlados prospectivos y aleatorizados. El trabajo también muestra un nuevo campo de investigación que debe explorarse más a fondo: el análisis de los mecanismos moleculares que subyacen al posible efecto protector de IECA/ ARA II contra el SARS-CoV-2.