Redacción Farmacosalud.com
Los niños, y aún más los recién nacidos, poseen una fisiología distinta a la de los adultos y presentan patologías propias de esta franja etaria que, en muchas ocasiones, requieren un abordaje específico; sobre todo si se encuentran en estado crítico. En estas situaciones cobra especial importancia el transporte sanitario, que no es el mero desplazamiento de personas de un sitio a otro, sino un concepto más amplio y complejo que comprende la decisión de llevarlo a cabo, la coordinación de los distintos recursos, la estabilización del paciente en el centro emisor y el posterior transporte e ingreso en un centro receptor. Por este motivo, las sociedades científicas de Pediatría, Urgencias y Cuidados Intensivos implicadas en esta materia reclaman disponer de material específico y que la asistencia de estos pacientes la puedan realizar profesionales específicamente entrenados en el manejo y transporte de cualquier patología grave a lo largo de toda la edad infantil.
Según exponen la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, la Sociedad Española de Cuidados Intensivos Pediátricos (SECIP), la Sociedad Española de Neonatología (seNEO) y la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP), con el apoyo de la Asociación Española de Pediatría (AEP), en el posicionamiento que han elaborado al respecto, los equipos de transporte especializados obtienen mejores resultados y con un menor número de complicaciones que los equipos sin la formación específica.
Complicaciones en el transporte no especializado vs el traslado realizado por un equipo pediátrico
La tasa de complicaciones en el transporte interhospitalario que se presentan con equipos de transporte no especializado se sitúa en torno al 20% (siendo incluso superior en otras series), frente a un 1,5 - 5% de complicaciones que se presentan cuando el traslado lo realiza un equipo pediátrico. Además, ha demostrado una mejora en los resultados globales en supervivencia y una reducción de morbimortalidad, lo que conlleva un aumento de la satisfacción de los padres, de las familias y de los profesionales. Es decir, redunda en un beneficio para la sociedad, pues las mejoras en la salud infantil habitualmente son costo-efectivas. Por ello, estas sociedades científicas solicitan a las autoridades pertinentes poner todos los medios necesarios para el desarrollo en todo el ámbito territorial de unidades especializadas en transporte pediátrico y neonatal, adaptando los modelos existentes a las características y necesidades de cada comunidad. “Es imprescindible que los equipos tengan formación específica, cumplan con el perfil competencial necesario establecido por cada una de las sociedades científicas y dispongan de los medios humanos y técnicos adecuados para asistir y trasladar a los niños y recién nacido en condiciones óptimas”, subrayan en el documento, que puede consultarse íntegramente en las páginas web de las sociedades.
Por otro lado, explican que el perfil profesional ideal para llevar a cabo este tipo de traslados sería el de pediatras formados en transporte, con experiencia en urgencias e intensivos pediátricos y neonatales y, como alternativa, médicos de emergencias con amplia formación en el niño crítico. De igual manera, “el resto de los integrantes del equipo de emergencias, la enfermería y los técnicos de emergencias sanitarias (TES) deberían contar con experiencia y formación en pediatría y en transporte”, añaden.
España dispone de una red sanitaria de emergencias muy desarrollada y de gran prestigio, con distintos modelos de organización en cada comunidad autónoma y en general con resultados excelentes. Los sistemas de emergencias médicas de cada comunidad juegan un papel fundamental ya que son los que asumen los transportes primarios (del domicilio al hospital) en su práctica totalidad. Por este motivo, “es importante asegurar que estos profesionales tengan una buena formación en pediatría, que les permita optimizar la asistencia del niño y recién nacido en base a los conocimientos adquiridos”, reclaman desde las sociedades científicas.
Sin embargo, son escasos los equipos de Transporte Pediátrico y Neonatal (TPyN) con los que cuenta nuestro país. Solo en Cataluña y Baleares, y recientemente Castellón, existen unidades especializadas para el transporte de recién nacido y niños críticos de todas las edades, mientras que en Madrid, Comunidad Valenciana y Cantabria existen unidades específicas de transporte neonatal. En el resto de las comunidades autónomas no existe un transporte pediátrico neonatal especializado, lo que implica que, en ocasiones, los pacientes críticos no lleguen a sus hospitales receptores en condiciones óptimas. “Al no poder garantizar que todo recién nacido y paciente pediátrico crítico pueda ser atendido por especialistas en cualquier parte de España, los niños sufren un agravio comparativo en relación con los adultos, donde es más fácil que sean atendidos por personal cualificado”, concluye el documento de posicionamiento.