Redacción Farmacosalud.com
Según un informe sobre Infección Respiratoria Aguda en Atención Primaria (AP) y en hospitales realizado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) en relación a la semana 34/2023 (del 21 al 27 de agosto de 2023), la tasa de COVID-19 registrada en AP es de 130,2 casos por 100.000 habitantes, habiéndose observado un aumento con respecto a la semana 26/2023, cuando se detectaron 30 casos por 100.000 h. Así pues, en tan sólo 2 meses se han triplicado las detecciones de esta enfermedad. En centros hospitalarios, la tasa de hospitalización se sitúa en 3,2 casos por 100.000 h, habiéndose constatado un incremento con fluctuaciones desde la semana 26/2023 (0,51 casos por 100.000 h). A la vista de todas estas cifras, el Dr. José Ramón Paño, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), entiende que lo más lógico sería fomentar una revacunación masiva con una dosis actualizada del suero antiCOVID, “especialmente en los grupos de población más vulnerables”.
Por de pronto, la campaña de inmunización conjunta contra la gripe y el COVID-19 se adelanta a la última semana de septiembre, de manera que no se esperará a hacerlo en octubre, tal y como estaba previsto inicialmente. La campaña se centra especialmente en personas mayores, población de riesgo debido a sus problemas de salud, embarazadas y personal sanitario y sociosanitario, de acuerdo con la decisión de la Comisión de Salud Pública.
Sin comparación con la fase pandémica
A juicio del Dr. Paño, los registros veraniegos del COVID-19 no son comparables a los vistos durante la fase pandémica de la afeccción: “la situación actual es mucho más similar a la de una mala temporada de gripe y no tiene mucho que ver con lo que ocurría al principio de la pandemia COVID. Con esto no quiero minusvalorar la dificultad de la situación actual, ya que afecta directamente a las personas más vulnerables, y porque la presión asistencial que genera interfiere con otros procesos asistenciales”.
“Otro aspecto destacable es el momento del año en que ocurre, ya que, en general, las infecciones respiratorias tienen un patrón de estacionalidad que nos permite, en cierta medida, planificar la temporada de este tipo de infecciones y estar mejor preparados”, expone el experto. Cabe decir que patologías como la gripe y el COVID se manifiestan sobre todo en la temporada de otoño-invierno, debido, por ejemplo, a que la gente permanece más tiempo en espacios cerrados, lo que facilita los contagios por vía respiratoria.
Según el informe del ISCIII, recientemente las mayores tasas de COVID-19 se han observado en el grupo de los mayores de 64 años. Entre los pacientes de 60 o más años, las mayores tasas de hospitalización se observan a partir de la franja etaria de los 80. “Es lo esperable”, afirma Paño. Para el portavoz de SEIMC, en el momento actual la infección por SARS-CoV-2 (patógeno causante del COVID-19) difiere “de manera sustancial de la enfermedad que se denominó COVID. Mientras que el COVID causaba neumonías bilaterales en muy distintos tipos de pacientes y con mucha frecuencia, ahora la infección por SARS-CoV-2 fundamentalmente descompensa a pacientes con enfermedades crónicas, que son -muy habitualmente- las personas de mayor edad. No obstante, estamos atentos por si observamos cambios en el patrón clínico de la infección, algo que no hemos detectado por el momento”.
Las nuevas cepas no generan cuadros más graves que las anteriores
La variante de SARS-CoV-2 que circula en mayor proporción en las últimas cinco semanas es la XBB.1.5 (36%) y XBB.1.5-like+F456L (28%), mientras que desde el inicio de la temporada 2022-23 las variantes mayoritarias han sido XBB.1.5 (33%), BQ.1 (32%) y BA.5 (8%). Los linajes de SARS-CoV-2 identificados en mayor proporción en sujetos hospitalizados en las últimas semanas han sido BA.2.75 (27%) y XBB.1.5 (27%), mientras que desde el inicio de temporada lo han sido XBB.1.5 (32%) y BQ.1 (29%).
“Por el momento no se ha demostrado que ninguna de estas variantes cause una enfermedad más grave -sostiene el Dr. Paño-. No obstante, es necesario tener en cuenta que las variantes predominantes los son, precisamente, porque son más transmisibles que aquellas a las que sustituyen. A mayor transmisibilidad de una variante, es esperable que genere más casos. Y, si hay más casos, también es lógico esperar más casos graves. Con todo, el número de casos está condicionado también por otros factores ajenos al virus como los meteorológicos y los relacionados con las interacciones sociales”.