Redacción Farmacosalud.com
Las benzodiazepinas (BZD) son muy eficaces a corto plazo para tratar cuadros de ansiedad e insomnio, pero el problema surge cuando el consumo de estos medicamentos se alarga en el tiempo. Es por ello que varias sociedades científicas de los Estados Unidos han elaborado una guía que pretende lograr una reducción gradual de la dosis de BZD, como paso necesario para pensar en una posible deprescripción (revisión sistemática de la medicación hasta llegar a la retirada del fármaco prescrito). En este documento se describen consensos y recomendaciones que permiten “una retirada segura” de las BZD mediante la realización de “un abordaje individualizado”, cuyo enfoque dependerá de múltiples factores (comorbilidad con otros trastornos mentales, riesgo de adicciones, etc.), expone el Dr. Juan Carlos Pascual Mateos, vocal de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (SEPSM).
“Desgraciadamente, no es infrecuente que el paciente que nota una rápida mejoría con las benzodiazepinas (reducción marcada de la ansiedad o un sueño reparador) no quiera prescindir de esta medicación y se niegue a discontinuarla. En ocasiones, también el médico prescriptor de BZD observa la mejoría y se resiste a discontinuar por el peligro a un empeoramiento clínico (sobre todo si persiste el problema que genera la reacción ansiosa)”, advierte el Dr. Pascual Mateos.

Dr. Juan Carlos Pascual Mateos
Fuente: SEPSM
-¿En España, cuál sería perfil mayoritario de paciente que consume benzodiacepinas?
La indicación principal de estos medicamentos es la clínica ansiosa y el insomnio. En España tenemos un problema, ya que somos uno de los países del mundo con una mayor tasa de prescripción de benzodiazepinas (BZD), y, comparativamente con otros países de nuestro entorno, es sin duda una tasa demasiado alta y un problema a tener muy en cuenta. Esta elevada prescripción hace que no haya un perfil típico de paciente que consume BZD.
Por una parte, estaría el individuo que está en seguimiento en salud mental y que presenta trastornos de ansiedad y otros trastornos comórbidos como depresión o trastornos de personalidad, en los que el uso de BZD es muy frecuente. Hay que tener en cuenta que son fármacos muy eficaces y con un inicio de acción muy rápido para manejar clínica ansiosa o insomnio persistente. Se suelen administrar conjuntamente con otros psicofármacos como los antidepresivos.
Por otra parte, también hay otro perfil de paciente sin un claro trastorno mental pero al que su médico de familia le prescribe benzodiacepinas porque presenta diferentes 'dificultades ambientales' (problemas laborales, económicos, familiares, de pareja…) que le generan angustia y/o insomnio. En estos casos el tratamiento con BZD puede ser muy eficaz, siempre y cuando se administre durante periodos breves.
Asimismo, existe otro paradigma no infrecuente, que es el constituido por aquellas personas que mantienen a largo plazo una dosis baja de BZD prescrita por su médico de familia por su eficacia para el insomnio persistente.
-Hace 5 años, en www.farmacosalud.com se decía que ‘las benzodiacepinas están recomendadas como mucho para meses, y se consumen durante años’.¿En pleno 2025, todavía estamos igual?
Todas las recomendaciones señalan que el tratamiento con BZD debería limitarse a un periodo corto de tiempo, de pocos meses como máximo. Para un tratamiento de mantenimiento a largo plazo existen otras alternativas farmacéuticas como los antidepresivos con perfil sedante.
Idealmente, ante un paciente con marcada clínica ansiosa o insomnio, se podría empezar un tratamiento con BZD por su rápido inicio de acción y eficacia para mejorar la clínica. Es una buena opción mientras se espera el efecto de un tratamiento antidepresivo, que es más lento y, por ello, el enfermo tarda más en notar su efecto (un mínimo de 2-3 semanas). Una vez ya hay instaurada una terapia antidepresiva estable, se debería ir retirando el tratamiento con BZD. Aunque se les conoce con el nombre de antidepresivos, son una familia de psicofármacos con una elevada eficacia también para la clínica ansiosa.
Desgraciadamente, no es infrecuente que el paciente que nota una rápida mejoría con las BZD (reducción marcada de la ansiedad o un sueño reparador) no quiera prescindir de esta medicación y se niegue a discontinuarla. En ocasiones, también el médico prescriptor de BZD observa la mejoría y se resiste a discontinuar por el peligro a un empeoramiento clínico (sobre todo si persiste el problema que genera la reacción ansiosa). Sin embargo, hay que tener en cuenta que un tratamiento a largo plazo con BZD conlleva una serie de riesgos, entre ellos, riesgo de dependencia al medicamento, problemas de tolerancia o la posibilidad de sufrir accidentes y caídas.

Autor/a: morozzz
Fuente: depositphotos.com
-En Estados Unidos, varias sociedades científicas procedentes de diversas especialidades sanitarias han elaborado una guía que pretende lograr una reducción gradual de la dosis de benzodiazepinas, entendemos que hasta llegar a una posible deprescripción…
Todas las sociedades científicas internacionales y nacionales recomiendan la reducción lenta y progresiva de las dosis de BZD, hasta la retirada completa. Desgraciadamente, no siempre se siguen estrictamente las recomendaciones de las guías, dado que en la práctica clínica te encuentras con situaciones atípicas como resistencias del paciente a la retirada o un empeoramiento clínico marcado durante el proceso de deprescripción.
La presente guía es una actualización de los consejos, en la que participan diferentes sociedades (de Medicina de Familia, Psiquiatría, Adicciones, Geriatría, Ginecología y Obstetricia, Enfermería…). Se llegan a consensos y recomendaciones que permiten una retirada segura y con un abordaje individualizado dependiendo de múltiples factores como la comorbilidad con otros trastornos mentales, riesgo de adicciones, edad del paciente, patología médica, polimedicación con otros psicofármacos… También se dan unos consejos para los cuidadores o familiares, así como unos criterios para realizar el proceso de retirada en régimen de hospitalización.
-¿El abandono progresivo de las benzodiacepinas puede acarrear la aparición de un síndrome de abstinencia?
Sí, aunque es un riesgo bajo si se lleva a cabo correctamente la retirada progresiva. Es fundamental no tener prisa y realizar una pauta de retirada lenta, supervisada y que pueda ir modificándose en función de la posible reaparición de síntomas de empeoramiento clínico de la ansiedad o la presencia de un síndrome de abstinencia.
Si bien en la mayoría de los casos este proceso se puede realizar ambulatoriamente con éxito, en algunos casos graves o por fracaso en los intentos, la retirada puede cursarse en régimen de hospitalización. De esta manera hay una mayor supervisión de cara a prevenir un posible síndrome de abstinencia o posibles complicaciones médicas. Hay que tener en cuenta que, a veces, este proceso de abandono es muy difícil de llevar a cabo y que puede haber complicaciones médicas graves.

Autor/a: NewAfrica
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-La guía americana apuesta por complementar la deprescripción de benzodiacepinas con intervenciones psicosociales (psicoterapia).
En mi opinión, es una variable muy importante. Fundamental para completar el proceso de retirada a largo plazo con éxito. El paciente se puede beneficiar mucho de estrategias psicoterapéuticas alternativas para el manejo del estrés y la tolerancia del malestar emocional. Con la adquisición de estas habilidades se está en una posición mucho más óptima a la hora de intentar manejar el malestar y la ansiedad.
Por ejemplo, en la Unidad para el tratamiento del Trastorno Límite de la Personalidad del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau (Barcelona) se lleva a cabo una intervención basada en la Terapia Dialéctica-Conductual, con una perspectiva que llamamos ‘Skills for Pills’. El sujeto participa en una terapia grupal, donde va adquiriendo herramientas y habilidades (‘Skills’) de Mindfulness, Tolerancia al Malestar y Regulación Emocional. Paralelamente, y en el mismo proceso, se va retirando tratamiento farmacológico sedante (‘Pills’). La adquisición de estrategias de regulación emocional permite poder ir prescindiendo de los sedantes.
Hemos publicado recientemente un estudio en el que señalamos las ventajas de la estrategia ‘Skills for Pills’, puesto que su aplicación posibilita una reducción muy significativa de la prescripción de sedantes, y también de la polimedicación, que es algo muy frecuente en personas con Trastorno Límite de la Personalidad.




