Redacción Farmacosalud.com
Ante un tumor neuroendocrino (TNE), normalmente se aplica una estrategia convencional de líneas de tratamiento, es decir, se van dando diferentes agentes de forma secuencial en función de la progresión de la patología o por razones de “toxicidad” farmacológica, comenta la Dra. Maribel del Olmo García, facultativa del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario La Fe (Valencia). ¿Así pues, en un paciente afecto de un TNE que recibe análogos de la somatostatina (ASS), cuándo se debe administrar Lutathera® (terapia de radioligandos, o TRL) en segunda línea? Según las guías más recientes, Lutahera estaría indicado en TNE gastrointestinales bien diferenciados, G1 y G2, y con expresión de receptores de la somatostatina que hayan progresado a los ASS.
No obstante, a la hora de indicar el tratamiento con Lutathera ante progresión a los ASS, no sólo hay que tener en cuenta el tipo de tumor y dicha progresión, “sino también una serie de características clínicas”, como por ejemplo que el paciente presente una expectativa de vida mayor a 6 meses, determina la especialista.
Una vez que ya se ha decidido administrar Lutathera, en los TNE no funcionantes se recomienda suspender los ASS de acción prolongada 4 semanas antes del tratamiento con Lutathera. Durante el abordaje terapéutico con Lutathera, la práctica habitual es “reiniciar los ASS aproximadamente 24 horas después de cada infusión de Lutathera, y los vamos usando mensualmente después de completar el tratamiento con Lutathera según la progresión de la enfermedad”, precisa la Dra. Del Olmo.
Con respecto a los TNE funcionantes, en aquellos pacientes que progresan a ASS y que producen secreción hormonal, y una vez tomada la decisión de dar Lutathera, “la opción más aceptada es suspender” los ASS de acción prolongada e iniciar octreotida de acción corta “48 horas antes de los tratamientos”, detalla la facultativa. Tras el tratamiento con Lutathera -agrega-, la base del procedimiento terapéutico “va a ser el análogo de la somatostatina”. En el caso de los TNE funcionantes, lo que se hace es “mantener siempre una primera línea de tratamiento con ASS e iremos utilizando segundas y terceras líneas -en este caso sería una primera línea durante toda la historia natural de la enfermedad-, y en segunda línea iniciaríamos el tratamiento con Lutathera. Y a la progresión, ya podríamos plantearnos una tercera línea, pero siempre manteniendo el análogo de la somatostatina”, define la Dra. Del Olmo.
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