Redacción Farmacosalud.com
Los servicios de telemedicina fueron uno de los grandes éxitos tecnológicos de la pandemia por COVID-19. Al igual que los servicios basados en la nube ayudaron a los profesionales a seguir siendo productivos, las consultas de telemedicina garantizaron que los médicos pudieran seguir prestando asistencia sanitaria y asesoramiento sin poner en peligro a sus pacientes ni a su personal. Ahora que esta práctica se ha normalizado, surgen nuevas preocupaciones en el terreno de la privacidad y la seguridad. ¿Son seguros los servicios de telemedicina? ¿Se protegen adecuadamente los datos de los pacientes? ¿Podrían venderse esos datos a terceros o ser robados por ciberdelincuentes?
Los datos de los enfermos / usuarios son especialmente lucrativos en los foros clandestinos, ya que incluyen información personal y financiera que puede monetizarse mediante fraudes de identidad y de seguros para obtener recetas médicas de forma ilegal. También puede contener información médica potencialmente embarazosa e íntima que podría incluso utilizarse como gancho en sucesivos intentos de extorsión. Existen múltiples vectores de riesgo, tanto desde las propias aplicaciones y sus desarrolladores como de los propios dispositivos de pacientes y personal sanitario.
ESET, compañía experta en ciberseguridad, ha preparado una lista con los principales riesgos de seguridad y privacidad asociados a la telemedicina:
• Recogida de datos: según la organización británica sin ánimo de lucro Privacy International: ‘el reto de las apps de telesalud es también el propósito que impulsa su existencia; recopilar datos sanitarios de las personas’. Añade que algunas aplicaciones de telemedicina ‘recopilan y almacenan muchísimos más datos’ que los proveedores tradicionales de asistencia sanitaria. Esto hace que corran el riesgo de ser vendidos a terceros o robados/filtrados, si el proveedor de la app sufre un incidente de seguridad.
• Vulnerabilidades del software: el software de telesalud puede contener fallos de seguridad que pueden ser aprovechados por ciberdelincuentes para hacerse con información de los pacientes y cometer fraudes.
• Credenciales de las aplicaciones web: si los usuarios utilizan contraseñas débiles o fáciles de adivinar, existe el riesgo de que los ciberdelincuentes secuestren sus cuentas y recopilen información médica, financiera y de prescripción sensible. La reutilización de contraseñas también es una amenaza importante. Si se utiliza la misma contraseña para la aplicación de telemedicina que para otros sitios y aplicaciones, en caso de intrusión, los delincuentes podrían utilizar las mismas credenciales para desbloquear tu aplicación de telesalud.
• Aplicaciones de telemedicina maliciosas (falsas): otra técnica clásica de los ciberdelincuentes para comprometer los datos de los usuarios consiste en colocar en las plataformas de descarga de aplicaciones, aplicaciones de apariencia legítima con trampas de malware y esperar a que los usuarios desprevenidos las descarguen. Este malware puede utilizarse para obtener datos personales y financieros del teléfono asociado.
• Riesgos de los dispositivos conectados: al igual que las aplicaciones de telemedicina recopilan grandes cantidades de datos, los dispositivos conectados, como los monitores de salud, también pueden hacerlo. Algunos indican la ubicación y las actividades del usuario, por ejemplo, y pueden ser almacenados tanto por el proveedor de asistencia sanitaria como por el fabricante del dispositivo o la aplicación, lo que multiplica el riesgo de filtraciones, infracciones y posterior venta a terceros sospechosos. Es posible que muchas personas no lean la letra pequeña de las políticas de privacidad que permiten esto último, aunque la normativa GDPR debería proteger a los consumidores de la UE y el Reino Unido de un intercambio excesivo de datos.
Qué hacer ante estos riesgos
Algunas buenas prácticas pueden ayudar a mitigar muchos de los problemas mencionados. Tener en cuenta lo siguiente:
• Proteger el PC/dispositivo con el software de seguridad de un proveedor de confianza.
• Utilizar siempre contraseñas seguras y únicas.
• Añadir una capa adicional de seguridad a las contraseñas activando la autenticación multifactor, cuando esté disponible.
• Mantenersiempre la última versión de las aplicaciones de telemedicina y chat.
• Preguntar al proveedor cómo se procesa y protege la información personal y sanitaria.
• Asegurarse de que todas las aplicaciones comerciales de chat utilizadas para la telemedicina estén cifradas de extremo a extremo.
• Nunca iniciar sesión desde un punto Wi-Fi público o un PC/dispositivo compartido.
• No concertar una cita de telesalud ni compartir información con un proveedor que no se conozca, ni con datos de contacto que no se reconozcan.